TEORIA
DE
LA IMAGEN ORIGINAL
El punto de comienzo del Pensamiento
Unificado es Dios. Su postulado fundamental es que Dios ha creado la humanidad
y el universo, a Su propia semejanza. Por consiguiente, sustenta que en Dios se
puede encontrar el modelo, para resolver los problemas que afectan al individuo
y a la sociedad. Consideremos el ejemplo de un reloj, que es un objeto hecho
por el hombre. Cuando se estropea, el relojero al repararlo toma como modelo la
condición que tenía el reloj originalmente. O recurriendo a otro ejemplo: un médico
que quiere curar la enfermedad de su paciente, solo podrá hacerlo utilizando
como modelo la condición en que se encontraba el paciente cuando estaba sano.
Algo similar se puede decir acerca de la salvación de la humanidad y sociedad
caídas: los problemas humanos solo podrán ser resueltos, cuando conozcamos el
estándar de la creación con el que Dios creó a la humanidad y el universo, y
busquemos entonces soluciones en esa dirección. Ya que Dios creó la humanidad y
el universo a Su propia semejanza, a fin de resolver los problemas de la
realidad, debemos preguntarnos que clase de ser es Dios; en otras palabras,
debemos empezar por los atributos de Dios.
Dios, la humanidad y el resto de la
creación son “seres”, sin embargo no todos están en el mismo nivel. Dios es el
Creador, mientras que la humanidad y el resto de la creación son seres creados.
Por ello, en el Pensamiento Unificado, nos referimos a Dios como el “Ser
Original, y a los seres humanos y las otras creaciones como “seres existentes”.
Al preguntarnos como es Dios, en realidad nos estamos preguntando cuales son
los atributos de Dios. Llamamos a los atributos de Dios “la Imagen Original”, y
a la teoría relativa a esos atributos, “La Teoría de la Imagen Original”.
La pregunta sobre cómo es Dios, generalmente
va conectada a la del origen del universo. El campo teórico que se ocupa del
origen del universo, se denomina “ontología”, y constituye de por sí el
fundamento de todo un sistema de pensamiento. Por tanto, cada sistema de
pensamiento, en la mayoría de los casos, tiene su propia ontología, y trata
sobre esa base los problemas de los seres humanos y la sociedad.
Dios y el origen del universo han
sido tradicionalmente temas centrales de estudio en las religiones y sistemas
de pensamiento. No obstante, las visiones tradicionales de Dios, y del
universo, que han tratado las ontologías existentes no han podido aportar
soluciones fundamentales a los problemas reales de los seres humanos y de la
sociedad. Esto nos hace ver que los enfoques de las ontologías tradicionales,
han sido insuficientes, es decir, no han sido capaces de trasmitir una correcta
comprensión acerca de Dios y sobre el origen del universo. Por tanto, es
necesario que aparezca una nueva visión de Dios y una nueva ontología.
I La Imagen Divina
Nuestro estudio de los atributos de
Dios se centrará primero en los contenidos y después en su estructura. El
contenido se refiere a cada uno de los atributos, mientras que la estructura
trata de las relaciones recíprocas entre esos atributos. El contenido puede ser
posteriormente dividido en Imagen Divina y Carácter Divino. La Imagen
Divina se refiere a los aspectos de forma de los atributos de Dios,
mientras que el Carácter Divino se refiere a los aspectos de naturaleza y
facultad. En primer lugar me ocuparé de la Imagen Divina.
De la afirmación bíblica según la que “Dios creó al hombre a su
propia imagen” (Gen. 1:27) podemos entender que Dios, aún siendo invisible,
tiene un aspecto de forma. El aspecto de forma lo constituyen las características
duales de Sungsang y Hyungsang, las
características duales de Ying y Yang, y las Imágenes Individuales.
A. Los Atributos de Sungsang y Hyungsang
Como atributos de Dios, encontramos
las características de Sungsang y Hyungsang.
El Sungsang de Dios es la causa de los aspectos interiores e
invisibles de los seres creados, mientras que el Hyungsang de
Dios es la causa de los aspectos visibles, y externos de los seres creados. En
Dios, el Sungsang y el Hyungsang, forman un cuerpo
armonizado* en una relación de sujeto y objeto. Un cuerpo
armonizado quiere decir que el Sungsang y el Hyungsang no
están separados, sino que existen en unidad. A fin de distinguir el Sungsang y
el Hyungsang de Dios, del de los seres creados, a veces
será llamado también el Sungsang Original y el Hyungsang Original.
* La
palabra “cuerpo” tal como es usada en esta y en similares expresiones del
Pensamiento Unificado, se refiere no solo a las entidades visibles, sino
también a las entidades invisibles. El concepto de “cuerpo” es peculiar al
Pensamiento Unificado. Usado en expresiones como “cuerpo unido” “cuerpo
armonizado”, “nuevo cuerpo” y “cuerpo multiplicado”, la palabra “cuerpo” se
refiere a una entidad que surge como resultado de una acción de dar y recibir:
Por consiguiente, la palabra “cuerpo” se refiere tanto a entidades visibles
como a entidades invisibles
1. El Sungsang Original.
El Sungsang Original, o Sungsang de Dios,
es la parte de Dios que se corresponde con la mente y representa la causa
fundamental de los aspectos invisibles, o aspectos funcionales, de todos los
seres creados. Los aspectos invisibles en los seres creados son la mente en los
seres humanos, el instinto en los animales, la vida en las plantas, y las
características físico químicas en los minerales.
El Sungsang de Dios se manifiesta en el mundo creado en
dimensiones diversas, dando lugar a los diferentes niveles de los aspectos
invisibles. En los minerales, el Sung- sang de Dios está casi
dormido y se manifiesta de una forma simbólica. En las plantas, el Sungsang de
Dios se manifiesta en una dimensión más alta. En los animales, lo hace en una
dimensión aun más alta. Finalmente en los seres humanos, el Sungsang de
Dios se expresa en su más alto grado.
Un análisis posterior del Sungsang Original,
nos enseña que contiene aspectos de función y aspectos de forma, a los que
llamaremos Sungsang Interior y Hyungsang Interior
respectivamente. El Sungsang Interior posee las facultades de
intelecto, emoción y voluntad; y el Hyungsang Interior
contiene ideas, conceptos, ley original, principios matemáticos,
etc. El Sungsang Interior es la parte sujeto en el mismo Sungsang,
mientras que el Hyungsang Interior es la parte objeto.
Como intelecto se entiende la
facultad de la cognición; como emoción, la facultad del sentimiento- la
facultad de sentir alegría, enfado, tristeza, consuelo, etc.; y como voluntad
la facultad de la volición,- la facultad de desear, de proponer, de
determinarse. A su vez, el intelecto posee capacidad de percepción, de
comprensión y de razonamiento. La percepción es la capacidad que tenemos para
recibir las representaciones, o imágenes desencadenadas por un objeto. La
comprensión es la capacidad de hacer juicios, utilizando conceptos. El
razonamiento es la capacidad de deducir, a través de los conceptos, y de
comprender las verdades universales y la esencia de las cosas. Consideremos por
ejemplo, el famoso hecho que parece ser dio pie a que Isaac Newton (1642-1727)
descubriese la ley de la gravitación universal. A través de la función de su
percepción, Newton supo que una manzana había caído de un árbol. Por su
comprensión formó el juicio de que la manzana había caído atraída por alguna
fuerza. Finalmente, a través de su razonamiento, Newton dedujo que la
manzana había caído debido a la existencia de la gravitación universal.
No quiero decir con ello sin
embargo, que Dios inicie un pensamiento lógico por medio de Su
comprensión, gracias a Su cognición perceptiva, y que después, llegue a
entender a través de Su razonamiento. En la facultad intelectual de Dios, las
tres funciones de percepción, comprensión y razonamiento existen en unidad, sin
embargo al manifestarse en los seres humanos, se diferencia en la secuencia de
percepción, comprensión y razonamiento.
Estudiaré a continuación el Sungsang Interior.
El Principio Divino dice que “aunque el carácter interior no puede ser visto,
asume una cierta forma[1]”. Esto quiere decir que dentro del Sungsang, existe un
elemento de forma, esto es, “el Hyungsang Interior”. El
Principio Divino afirma además que “el Hyungsang también puede
ser llamado un segundo Sungsang[2]”. Esto significa que la forma dentro de la mente
(el Hyungsang Interior) también aparece como forma exterior
(el Hyungsang Original).
[1] En
el Principio Divino, los términos Sungsang y Hyungsang son traducidos como
“carácter interno” y “forma externa”, respectivamente
[2] En el Principio Divino, esta afirmación fue
traducida como “……a la forma exterior también se le puede llamar “segundo
carácter interno”
Cuando vemos una flor, un pájaro,
o unas montañas, retenemos las imágenes de lo que vemos en nuestra mente. De
esas imágenes derivamos ideas y conceptos. En el caso de los seres humanos, las
ideas o conceptos, solo aparecen en nuestras mentes después de haber sido
experimentadas. Dios, sin embargo, ya poseía ideas y conceptos, aún antes de
crear el universo. Está escrito en el Génesis que cuando Dios dijo, “Haya luz”,
la luz apareció, y cuando dijo “y aparezca lo seco”, la tierra seca apareció.
Después de cada etapa, Dios decía: “y así fue” (Gen. 1:3-9) Esto significa que
todas las cosas aparecieron exactamente tal y como Dios las había concebido o
pensado. Por lo tanto, cuando Dios creó el universo, El ya poseía ideas y
conceptos, y a partir de esas ideas y conceptos se produjo la creación del
universo.
En este caso, ideas y conceptos son las imágenes, o
representaciones, que existen en la mente. Las ideas son las
representaciones concretas de los seres creados, y los conceptos son
representaciones de los elementos comunes que se abstraen de las cosas. Platón
(427-347 A.C.) decía que las ideas inmateriales eran la verdadera realidad. Se
puede decir pues, que Platón captaba las ideas y conceptos que existen en la
Imagen Original.
Las leyes Originales son las leyes fundamentales. Las leyes
descubiertas por los hombres, presentan diversidad y algunos de sus aspectos
cambian con el tiempo. Las Leyes Originales sin embargo, son absolutas. Las
leyes que existen dentro de Dios son leyes originales. Cuando las leyes
originales se manifiestan en el mundo creado, lo hacen de dos formas, a
saber, con el aspecto Sungsang y con el aspecto Hyungsang.
El aspecto Sungsang es el relativo a las normas o leyes
existentes en la sociedad humana, como la ética y la moral;
y, el aspecto Hyung Sang es el relativo a las leyes del mundo natural.
Además, Dios es un ser matemático. El Hyungsang Interior
de Dios, tiene un contenido matemático, con un infinito número de valores y de
fórmulas matemáticas. Pitágoras (570-496 A.C.) creyó que los números eran la
raíz de todas las cosas, entendiendo así los principios matemáticos de la
Imagen Original. A lo largo de la historia, los científicos han descubierto un
gran número de fórmulas numéricas. Cada uno de ellos intuyó la manifestación,
de cierta parte de la naturaleza matemática que hay en Dios. Paul Dirac (1902)
un físico británico, que contribuyó a la formulación de la mecánica cuántica,
dijo que Dios es un ser matemático de alto nivel, e indiscutiblemente debió
utilizar matemáticas de alto nivel al formar el universo[1]. De esta manera, Dirac, dio testimonio del hecho, de que Dios es en verdad
un ser matemático.
[1] Paul A. Dirac,
et.al., Scientific American Resource Library: Readings in the Physical
Science. (En japonés) Tokio:
Kodansha 1972 pag. 79.
Edmond Husserl (1859-1938), filósofo fundador del movimiento
“fenomenológico”, habló de la estructura de la conciencia pura. Según él, la
conciencia pura es aquella, en la que suspendemos el juicio relativo a los
seres en el mundo exterior. La conciencia pura, decía, tiene una parte
funcional y una parte objetiva, es decir, una parte que piensa y otra acerca de
lo pensado. Llamó a esas dos partes “noesis” y “noema”. Ello se corresponde con
el Sungsang Interior y el Hyungsang Interior
en el Pensamiento Unificado. Husserl, estudió la conciencia humana, pero la
razón de que existan ambas partes, la funcional y la objetiva dentro de la
conciencia humana, se debe a que la estructura del Sungsang de
Dios es así, y a que los seres humanos fueron creados a Su imagen.
2. El Hyungsang Original.
El Hyungsang Original, o Hyungsang de
Dios, es el aspecto de Dios que se corresponde con el cuerpo, y es el atributo
que es causa fundamental de los aspectos visibles y materiales de todos los
seres creados. El Hyungsang se corresponde con lo que
generalmente entendemos como “materia “. Es el principio material, que da forma
a todos los seres creados, y que tiene al mismo tiempo, el potencial de
manifestarse en un ilimitado número de formas.
El Hyungsang de Dios es la causa fundamental de los
aspectos materiales de los seres humanos, animales, plantas y minerales. Por
tanto, el cuerpo humano, el cuerpo de los animales, y la materia de las plantas
y minerales, son manifestaciones del Hyungsang de Dios en sus
diferentes dimensiones. Los aspectos visibles de todos los seres creados
consisten de materia y forma, y provienen esencialmente de la materia
fundamental y del potencial de asumir un ilimitado número de formas en el Hyungsang de
Dios. Como mencionamos antes, el aspecto causativo de todas las formas se
encuentra en el Hyungsang Interior.
¿Cuál es la esencia de la materia? Para los antiguos filósofos griegos, la
raíz de todas las cosas, o la materia fundamental era “archi”. Tales
(624-546 a.c.), de la escuela de Mileto, dijo que archi era el
agua. Anaximandro (610-547 a.c.) lo llamó “apeiron” o lo “ilimitado”, y
Anaximenes (585-528 a.c.) dijo que era “el aire”. Para Anaximandro
apeiron era el caos o la materia sin limitaciones. Heráclito (490-430 a.c.)
dijo que archi era el fuego, y Empédocles dijo que la raíz de
todas las cosas estaba en los cuatro elementos: el fuego, el agua, el aire y el
suelo. Demócrito (460-370 a.c.) dijo que archi era la partícula fundamental que
no puede ser dividida, es decir, el átomo.
Por otro lado, los chinos, consideraron desde tiempos remotos a Chi como
el origen del universo. Chi puede ser descrito como la materia
que llena el universo. La teoría del yin y el yang, originada con Tsou Yen
(305-240 a.c.), explicaba que el Gran Ultimo (o Tai chi)
originó yin y yang, y éstos a su vez, a “las cuatro imágenes”, es decir,
al gran yin, pequeño yin, gran yang, y pequeño yang. Los cuatro produjeron “los
ocho trigramas” (o Pa-kua), y por la interacción y
multiplicación de éstos, se creó el universo. Más adelante, el Gran Ultimo fue
el ser fundamental único o monista, que engendró Yin y Yang.[1]
[1] El “Ultimo Supremo” (Tai Chi) del I-Ching se
interpretó, en la primitiva dinastía Tang, como el chi monista.
Por consiguiente, en la teoría del Yin y el
Yang también se consideraba que Chi, era el origen del
universo.
Según la física moderna, toda materia se compone de
átomos, los átomos están compuestos de partículas elementales, y las partículas
de energía. Por consiguiente, la energía es la esencia de la materia. Desde el
punto de vista del Pensamiento Unificado, la esencia del Hyungsang de
Dios es algún género de energía. Esta clase de energía sin embargo, no es la
misma energía física que existe en el mundo creado. Es una energía en un
estado anterior a la energía del mundo creado. La energía del Hyungsang de
Dios bien puede ser llamada “pre-energía” o “pre-materia”, en el sentido de que
puede llegar a ser materia[1]. De cualquier forma, ya que el estudio de la naturaleza última de la
materia es objeto de estudio de la ciencia, debemos confiar en futuros
progresos de la ciencia, para una mejor aclaración.
[1]Werner Heisenberg (1901-1976) el
fundador de la física cuántica, trató, hacia el año 1951, la teoría unificada
de las partículas elementales y propuso la idea de “primera-materia”. Esta
teoría afirma que las partículas elementales observadas-(aproximadamente 300),
se han originado a partir de una “primera-materia” -la última materia-
siguiendo una ecuación cósmica expresada en forma matemática. Heisenberg dijo
también que la “primera materia” era lo mismo que la “primera energía” y que
todas las diferentes clases de partículas elementales- y por tanto toda la
materia del universo- se fundamenta en la “primera energía”. La primera-materia
o primera-energía postulada por Heisenberg, está en la línea de la pre-materia
o pre-energía propuesta por el Pensamiento Unificado. Hoy es sabido que toda la
materia consiste de quarks y leptones. Recientemente, se ha estudiado el modelo
“sub-quarks”. Este modelo afirma que leptones y quarks, están hechos de
partículas aún más básicas, y en esa área se está investigando activamente.
Concretamente, el modelo sub -quark afirma que toda materia está hecha de
sub-quarks y que existen tres clases de sub-quarks, que pueden ser
considerados como estados diferentes de un único sub-quark individual. Si esta
teoría es correcta, se deduce que toda materia está hecha a partir de una
sustancia básica individual. (Hidezumi
Terasawa Sub quark Physics and Original Geometry (en japonés) [Tokio,
Kyoritsu-shuppan-sha, 1982]. Esto puede ser entendido como una
versión contemporánea del modelo unificado monista de Heisenberg.
Cuando, el Sungsang Original y el Hyungsang Original
(la pre-energía) tienen una acción de dar y recibir, centrada en el propósito,
se genera energía o fuerza. (Ver el estudio sobre la acción de dar y recibir en
la Sección III de este capítulo “La estructura de la Imagen Original”) Según el
propósito, se generan dos clases de energía: la energía de acción (o fuerza de
acción) y la energía de formación (o fuerza de formación) La energía de acción
es la fuerza de Dios, y se llama “La Primera Fuerza” La Primera Fuerza actúa en
todos los seres creados, y se manifiesta como la fuerza causativa de las
acciones de dar y recibir entre el sujeto y el objeto. Por sí misma, esta
fuerza es llamada “La Primera Fuerza Universal”. Por otro lado, la energía de
formación es la energía que da origen a las masas de las partículas en el mundo
creado.
La materia o “hyle”, a la que se refería Aristóteles, era originalmente lo
puramente material sin determinación alguna ¿Porqué entonces el Pensamiento
Unificado la llama “Hyungsang”, que en caracteres chinos, tiene
connotación de “forma”? Esto puede ser explicado, usando el agua como analogía.
El agua, sin forma de por sí, puede asumir numerosas formas, según cual sea su
contenedor o recipiente. Por consiguiente, se puede decir, que el agua, aún sin
forma de por sí, asume sin embargo un número ilimitado de formas. Por está
razón es apropiado, llamarle “Hyungsang”.
De acuerdo con la ciencia contemporánea, las partículas están hechas de
energía. Más concretamente, se sabe que en un estado de vacío sin masa, se
pueden crear partículas elementales de energía. Sin embargo, cuando la energía
vibra dando lugar a partículas en un estado de vacío, esa vibración no es
continua, sino que ocurre en diferentes niveles o estados. Como ocurre en las
escalas musicales, las vibraciones de energía tienen diferentes grados, y como
resultado, la variedad de partículas elementales creadas está condicionada por
esas variaciones. Esto implica que la energía en sí misma tiene un tipo de
escala de vibración, y por lo tanto, una cierta forma. Aunque invisible,
la energía ya posee una especie de forma, y de acuerdo a esa forma, surgen las
partículas elementales. En este sentido, también es apropiado usar el término “Hyungsang”
al referirse a la materia.
3. La diferencia entre Sungsang y Hyungsang
A continuación, debemos considerar la cuestión de si
en la Imagen Original el Sungsang y el Hyungsang,
son esencialmente heterogéneos o distintos. Si el Sungsang y
el Hyung Sang son esencialmente heterogéneos, entonces
tendríamos que considerar a Dios como un ser dualista. El Pensamiento de
Unificación, sin embargo, no contempla el SungsSang y el Hyungsang como
esencialmente heterogéneos. Explicaremos este punto, usando al agua como
analogía.
El agua y el vapor son bastante diferentes desde el punto de vista de su
naturaleza física, sin embargo ambos están compuestos de la misma molécula, es
decir de H2O. El agua y el vapor solo difieren en su estado, que es
causado por la diferente proporción, entre la energía cinética (fuerza de
repulsión), y la atracción molecular (la fuerza de atracción) de las moléculas
de agua. Por tanto, el agua y el vapor no son esencialmente distintos. Lo mismo
puede decirse del Sungsang y el Hyungsang. Aunque
el Sungsang fundamentalmente consta de elementos mentales,
posee también elementos energéticos, no obstante tiene más elementos mentales
que elementos energéticos. De forma similar, el Hyungsang consiste
fundamentalmente de elementos energéticos, pero en el Hyung sang hay
más elementos energéticos que elementos mentales. Por tanto vemos que, el Sungsang y
el Hyungsang no son esencialmente heterogéneos, en los dos
hay elementos energéticos y elementos mentales*.
* Esta es la argumentación del autor sobre la diferencia
entre el Hyung sang Interno y el Hyung sang Original. Todos los elementos
contenidos en el Hyung sang Interior (ideas, conceptos, leyes originales,
principios matemáticos, etc.) tienen alguna clase de forma o imagen. Estas
formas o imágenes, son invisibles, pero al manifestarse como todas las cosas,
aparecen utilizando necesariamente una “vestidura eterna”, por decirlo así. El
Hyung Sang Original se convierte en “la vestimenta eterna”. Por tanto la relación
entre el Sung Sang Interior y el Hyung Sang Original es de contenido y
vestidura eterna
En el mundo creado, El Sungsang y el Hyungsang,
se manifiestan como el espíritu (o mente) y la materia (o cuerpo). Son
heterogéneos entre sí, pero tienen algo en común. Por lo tanto, no es
equivocado decir que en la mente también existen ciertos elementos de energía.
Por ejemplo, cuando se aplica al nervio muscular del anca de una rana un
impulso eléctrico, es bien sabido que el músculo se contrae. Sin embargo, la
mente también puede mover los músculos, (de la misma forma que lo hace la
energía eléctrica). Esto evidencia que existe energía en la mente. Al mismo
tiempo, hay personas que a través del hipnotismo son capaces de mover el cuerpo
de otra persona, lo que nos enseña que hay energía en la mente. Además
como ya mencionamos antes, cuando la energía emerge en forma de
partículas elementales, solo aparecen aquellas partículas que tienen
específicos tipos de regularidad. Esto demuestra, que existen elementos Sungsang en
la misma energía.
Por consiguiente, existen elementos del Hyungsang en
el Sungsang, y elementos del Sungsang en
el Hyungsang. En La Imagen Original, Sungsang y Hyungsang,
están unidos. Son esencialmente uno y el mismo atributo absoluto, del que
derivan diferenciados, Sungsang y Hyungsang.
Cuando este atributo absoluto se manifiesta en el mundo creado a través de la
creación, se convierte en dos elementos heterogéneos. Esto es análogo al dibujo
de dos líneas rectas en dos direcciones diferentes, partiendo de un mismo
punto. Una de esas líneas en tal caso, se corresponde al Sungsang (o
espíritu), y la otra al Hyungsang (o materia) (Fig. 1-1)
Figura. 1-1 La diferencia entre Sung sang y Hyung Sang desde el punto de
vista de la Teoría de la Unicidad
En la Biblia está escrito que podemos entender la naturaleza invisible al
observar los seres creados (Rom. 1:20). Al observar los seres creados, nos
damos cuenta de que contienen los aspectos duales de mente (espíritu) y cuerpo
(materia), de instinto y cuerpo, de vida y cuerpo y así sucesivamente. De ello
podemos deducir que Dios, quien es el ser causal, ha de poseer igualmente
características duales. En Dios, sin embargo, las características duales están
en unidad. Con respecto a este punto, el Principio de Unificación, afirma que
“Dios es el sujeto que tiene las características duales de Sung sang y Hyungsang.”[1] Llamamos a este punto de vista “La Teoría de la unicidad” o “La
Teoría de Unificación”.[2]
[1] La edición inglesa
traduce Sungsang como “carácter esencial” y Hyungsang como “forma esencial” (el
Principio Divino ,p.25)
[2] El famoso teórico
físico británico David Bohm exploró la esfera de la conciencia y formuló su
cosmología propia. Bohm dijo “A medida que persigamos la inmanencia en la
materia cada vez más profundamente, creo que podremos finalmente alcanzar esa
corriente que también experimentamos como mente, de tal forma que mente y
materia se fusionen” (Ken Wilber ,ed. The Holographic
Paradigm and Other Paradoxe, [Boston: Shambhala,
1985], p. 93. Podemos darnos cuenta que Bohm, mientras exploraba la esfera o
nivel de la conciencia desde la perspectiva del científico naturalista, ha
llegado a la misma conclusión que propone la Teoría de la Unidad del
Pensamiento Unificado.
Examinaremos a continuación, los puntos de vista de Aristóteles sobre la
sustancia y los de Descartes acerca del dualismo. Para Aristóteles (384-322
a.c.), la sustancia se compone de eidos (forma) y de hyle (materia). Eidos es
la esencia, es decir lo que hace a una sustancia ser lo que es, e hyle es
la materia que conforma la sustancia. El eidos e hyle de
Aristóteles, que llegaron a ser dos conceptos básicos en la filosofía
Occidental, se corresponden con el Sungsang y el Hyungsang en
el Pensamiento Unificado. Existen, sin embargo, diferencias fundamentales entre
las dos, como mostramos a continuación.
Según Aristóteles, cuando buscamos el último origen del eidos y
del hyle, llegamos al “puro eidos” (o primer eidos) y
al “primer hyle”. El eidos puro, a saber, Dios, es
pura actividad, sin ningún hyle, es decir, el pensamiento en sí
mismo. Por tanto, Dios fue entendido como pensamiento puro, o pensamiento
del pensamiento. El primer hyle, sin embargo, fue entendido como
totalmente independiente de Dios. Por tanto la Ontología Aristotélica era una
especie de dualismo. Además, al concebir el primer hyle como
algo independiente de Dios, difería de la visión cristiana, según la cual Dios
es el Creador de todas las cosas.
Al incorporar el pensamiento de Aristóteles al Cristianismo, Tomás de
Aquino (1225-1274) consideró que Dios era el puro eidos, o pensamiento del
pensamiento, como había creído antes que él Agustín (354-430). Tomás de Aquino
opinaba que Dios creó el mundo de la nada. Dios creó todas las cosas, el hyle incluido,
y como no existía ningún elemento del hyle en Dios, Tomás de
Aquino no tuvo más remedio que aceptar la doctrina de la creación ex
nihilo, (creación de la nada). Sin embargo, la doctrina de que la materia
viene de la nada, es inaceptable para la ciencia moderna, que sostiene que el
universo está hecho de energía.
Rene Descartes (1596-1669), pensó que Dios, el espíritu, y la materia eran
tres tipos de sustancia. Para él, la sustancia en Dios era absolutamente una
sola, sin embargo en el mundo creado, la sustancia era dual, es decir, espíritu
y materia (o mente y cuerpo). Para Descartes, espíritu y materia eran
totalmente independientes entre sí, con la particularidad, sin embargo,
de que ambos estaban subordinados a Dios. Por lo tanto, Descartes propuso el
dualismo. En consecuencia, fue difícil para él, y para la filosofía Occidental
después, explicar la interacción mutua entre el espíritu y la materia.
El filósofo Flamenco, A. Geulinck (1596-1669), sucesor de Descartes en el
desarrollo de la doctrina dualista, buscó la solución al problema, explicando
que Dios es el mediador entre los dos. Es decir, la circunstancia de un estado
mental da a Dios la ocasión de originar el estado físico
correspondiente. Y la circunstancia de un estado físico da a Dios la ocasión de
causar el estado mental correspondiente. Esta era la esencia del Ocasionalismo[1]. Sin embargo, esta explicación, es un argumento inaceptable, que nadie
toma ya seriamente. La raíz del problema de Descartes era que concebía el
espíritu y la materia como entidades enteramente heterogéneas.
[1] Nicolás de
Malebranche (1638-1715) aplicó la idea ocasionalista de Geulink a las
cuestiones epistemológicas. Si espíritu y materia son dos clases de substancia totalmente
diferentes, ¿cómo puede el espíritu reconocer la materia? Malebranche explicó
que en Dios existen ideas eternas que son los prototipos de las cosas y que al
reconocer las cosas, no reconocemos las cosas directamente, sino que
reconocemos las ideas que hay dentro de Dios. Sobre esto, dijo: “Vemos todas
las cosas en Dios”. La consecuencia de este enfoque es que solo nosotros
estamos exclusivamente relacionados a Dios, disminuyéndose el significado de la
existencia de la materia.
De esta manera, los conceptos
de eidos (forma) y de hyle (materia), o
espíritu y materia, tal y como fueron entendidos por el pensamiento Occidental,
han presentado difíciles problemas. Se puede afirmar que los conceptos de Sungsang y Hyungsang que
el Pensamiento de Unificación plantea, solucionan tales problemas.
B. Yang y Yin
Puesto que en el Principio de Unificación se explica que Dios es el
armonioso “sujeto que tiene las características duales de Yang y Yin”[1], estas características (Yang y Yin) son características duales de Dios
también- además de las ya estudiadas de Sungsang y Hyungsang.
¿Qué relación tienen las características duales de Yang y Yin con las
características de Sungsang y Hyungsang?
[1] La edición inglesa traduce “Yang” como “masculinidad” y
“Yin” como “feminidad”, ( el Principio divino, p. 25)
El Pensamiento de Unificación explica, que “la
positividad esencial de Dios [el Yang Original] y la negatividad esencial [el
Yin Original] son los atributos de Su carácter esencial [el Sungsang Original]
y de Su forma esencial [el Hyungsang Original]”[1]. Esto quiere decir que el Sungsang y
el Hyungsang de Dios tienen cada uno atributos de Yang,
y de Yin. En otras palabras, ambos, el Sungsang y el Hyungsang de
Dios, tienen el potencial de presentar las dos características de Yang y Yin.
Por tanto las características de Yang y de Yin, tienen una dimensión diferente
con respecto a las de Sungsang y Hyungsang. Es decir, en la Imagen Original,
Sungsang y Hyungsang son atributos principales, mientras que Yang y Yin son
atributos secundarios.
[1] En este punto, el
texto inglés traduce “Yang” como “positividad” y “Yin” como “negatividad” (el
Principio Divino, p.25
En el Sungsang, Yang
y Yin tienen una relación de sujeto y objeto, y en el Hyungsang,
Yang y Yin igualmente tienen una relación de sujeto y objeto. (Ver lo
relativo a la relación entre sujeto y objeto en la Sección III, “La
estructura de la Imagen Original”). En la mente humana, el Yang del Sungsang se
manifiesta como brillante, emotivo, activo, etcétera; mientras que el Yin
del Sungsang es lo atenuado, calmado, pasivo, etcétera. El
Yang del Hyungsang en el cuerpo humano aparece en las partes
salientes, y el Yin del Hyungsang se manifiesta en las partes
huecas. Yang y Yin son universalmente expresados en el mundo natural como
luz y oscuridad, alto y bajo, dinámico y estático, fuerte y débil.
¿Por qué, además de los atributos de Sungsang y Hyungsang existen
los atributos de Yang y Yin? Yang y Yin existen a fin de manifestar el cambio,
la armonía y la belleza en la creación. Cuanto más elevado es un ser creado,
más compleja es su configuración, la cual tiende a asumir un contorno cóncavo y
convexo antes que una forma meramente globular. En el mundo natural se pueden
presenciar muchos tipos de cambios, como la variedad de las estaciones,
el cambio rítmico del día y la noche, o la alternancia de valles y montañas en
un paisaje. Cuando estos cambios son armoniosos, recibimos belleza de ellos. A
través del cambio podemos experimentar la armonía en esa diversidad, lo que no
sería posible si los seres hubiesen sido creados solo con Sungsang y Hyungsang.
En la Filosofía Oriental se dice que todas las cosas están compuestas de
Yang y de Yin, y la mayoría de las argumentaciones de la filosofía Oriental,
están relacionadas con el Yang y con el Yin. Sin embargo, la filosofía oriental
contiene puntos ambiguos y poco claros en su concepción del Yang y del Yin.
Unas veces el Yang y el Yin son tratados como sustancias, y otras como
atributos. Por ejemplo, sustancias como el sol, lo masculino, y las montañas, y
también cualidades como el brillo, el calor, y lo alto son consideradas Yang, y
sustancias como la luna, lo femenino, y los valles así como cualidades como la
oscuridad, el frío, y lo bajo, son consideradas Yin.
La caracterización como sustancia de Yang y Yin, no está sin embargo en
concordancia con el Pensamiento Unificado, que contempla el Yang y el Yin como
meros atributos. Un hombre por ejemplo, no es visto como una entidad Yang en sí
mismo, ni una mujer como una entidad Yin, sino que hombre y mujer son
cada uno entidades con Sungsang y Hyungsang,
asumiendo el hombre características Yang y la mujer características Yin. En
otras palabras, el ser masculino es una entidad con Sungsang Yang
y Hyungsang Yang, mientras que el ser femenino es una entidad
con Sungsang Yin y Hyungsang Yin.
Consideremos en primer lugar el Hyungsang. En su aspecto Hyungsang,
tanto el hombre como la mujer, tienen elementos Yang y Yin, pero los seres
masculinos tienen más elementos Yang que Yin, y los femeninos más elementos Yin
que Yang. Esta diferencia en el Hyungsang la podemos llamar
diferencia cuantitativa. También en su aspecto Sungsang, tanto
hombres como mujeres tienen elementos Yang y Yin, aunque existe una
diferencia cualitativa entre el tipo de elementos Yang y Yin que posee el
hombre, y el tipo de elementos Yang y Yin que posee una mujer. Este punto será
posteriormente estudiado en “Ontología”.
La filosofía Occidental, hasta el presente, ha estudiado los conceptos
de eidos y de hyle (o espíritu y materia),
pero carece sin embargo de conceptos comparables a los de Yang y Yin. Por
el contrario, la filosofía Oriental se centra principalmente en el Yang y el
Yin. La filosofía Oriental posee también los conceptos de Li y de Ch’i,
que se corresponden con el espíritu y la materia, pero éstos no alcanzaron el
desarrollo que tuvieron en la filosofía Occidental. Hablando de una manera
general, se puede afirmar que eidos e hyle en
la filosofía Occidental se corresponden con Sungsang y Hyungsang en
el Pensamiento Unificado, y que Yang y Yin en la filosofía Oriental se
corresponden con el Yang y el Yin del Pensamiento Unificado.
Las filosofías Occidental y Oriental tienen detrás
de sí una historia de casi 2.000 años, sin embargo estas dos filosofías, hasta
la fecha, nunca han podido unirse satisfactoriamente. No obstante en la
Ontología del Pensamiento Unificado, la teoría Occidental del eidos y del hyle
y la teoría Oriental del Yang y del Yin se unen completamente como Sungsang-Hyungsang y
Yang y Yin respectivamente. Esto significa que las ontologías fundamentadas en
las filosofías Oriental y Occidental, pueden llegar a unirse a través de la
Ontología del Pensamiento Unificado, lo que significa que las culturas
Occidental y Oriental pueden ser unidas sobre la base del Pensamiento
Unificado. La cultura establecida a través de la unidad de las culturas
Occidental y Oriental se denomina la cultura unificada. La unidad de las características
duales de Sungsang y Hyungsang y las
características duales de Yang y Yin puede ser expresada en el diagrama de la
Figura 1-2.
Figura 1-2 Las Características Duales de Sungsang y Hyungsang y
Yin y Yang en la Imagen Original.
Como he explicado antes, Sungsang-Hyungsang y
Yang-Yin están contenidos en la “Imagen Divina”. Ya que estos atributos de Dios
aparecen universalmente en todos los seres creados, Sungsang-Hyungsang y
Yang-Yin, también pueden ser llamados la “Imagen Universal”. Sin embargo, cada
ser creado posee, además de la imagen universal, un atributo peculiar. Esta
imagen peculiar viene de la Imagen Individual de Dios. Me ocuparé del estudio
de la Imagen Individual de Dios a continuación.
C. La Imagen Individual
El atributo de Dios que causa los atributos peculiares, o características
especiales de cada uno de los seres creados, se llama “La Imagen Individual”.
Los seres creados tienen cada uno rasgos propios o características
especiales; los seres humanos en especial, tienen rasgos faciales
claramente distinguibles, diferente constitución física y diferente
personalidad.
Desde una perspectiva biológica, los seres humanos tienen en sus cromosomas
genes diferentes (ó ADN) ¿Por qué es diferente el ADN de cada persona? El ADN
de cada persona es diferente debido a que la Imagen Individual, que existe
dentro de Dios, mora en los cromosomas bajo la forma del ADN. Al crear a los
seres humanos y a las demás criaturas, Dios pensó en una forma y naturaleza
peculiares para cada ser creado. Esta forma y naturaleza peculiar existen como
una idea dentro del Hyungsang Interior. Esta idea no es otra
que la Imagen Individual. Por consiguiente, la Imagen Individual está
localizada en el Hyungsang Interior del Sungsang Original.
Que cada ser creado tiene sus propios rasgos o características únicas
quiere decir que en cada ser, el Sungsang y el Hyungsang están
individualizados, y que el Yang y el Yin están individualizados. Por
consiguiente, la Imagen Individual no existe independientemente de la Imagen
Universal; en realidad la Imagen Individual no es sino una Imagen Universal
individualizada.
¿Cuál es el propósito de tantas diferencias en las personalidades y
en los rasgos de las personas? Estas diferencias existen a fin de llevar la
mayor alegría a Dios. La intención de Dios era conseguir una alegría especial y
única a través de cada persona en particular. Es evidente que cada uno de los
seres creados tiene un carácter único y propio, no obstante en los otros seres
creados, el carácter no está tan claramente diferenciado como lo está en
el caso de los seres humanos. Ello es debido a que los seres humanos fueron creados
como una imagen directa de Dios, mientras que el resto de la creación fue
creada como imagen indirecta, como símbolo de Dios.
La Imagen Individual de Dios manifestada en un ser humano, es la propia
individualidad de ese ser humano. Por ello la imagen individual es preciosa, y
debe ser absolutamente respetada. En el caso de todas las cosas, la
individualidad tiene su origen en Dios e igualmente debe ser respetada, sin
embargo no puede ser comparada con lo precioso de la individualidad del hombre.
Por esta razón el ser humano es el Señor de Dominio sobre todas las
cosas.
Una vez aquí nos podríamos hacer la siguiente pregunta: ¿No viene la
individualidad de una persona de su padre y de su madre, antes que de
Dios? Si bien es cierto que hay aspectos de los padres que son transmitidos a
los hijos, también es verdad que éstos no heredan todas las características
únicas de sus progenitores. Además, las personas nacemos con características
nuevas y únicas que nuestros padres no poseen. Por lo tanto debemos concluir,
que Dios crea a los seres humanos usando las características únicas de los
padres como material, pero siguiendo a la vez una idea única que se halla en
el Hyungsang Interior de Dios.
Según Tomás de Aquino, el hyle es el “Principio de
Individuación” (principium individuationis). Todas las cosas
consisten de eidos e hyle, pero eidos es
universal y no se puede individualizar. Por lo tanto, según él, todas las cosas
se individualizan a través de hyle. El problema es que, según este
punto de vista la individualidad aparece por casualidad. La filosofía de Tomás
de Aquino no proporciona una base filosófica capaz de garantizar el carácter
absoluto de la individualidad humana. Por otro lado, los humanistas empezaron
por propugnar el respeto por la individualidad humana, pero lo hicieron de
forma ambigua, al no ofrecer una base filosófica que garantizase lo
absoluto de la individualidad humana. Para el Comunismo, el ser humano es un
animal que ha evolucionado hasta un alto grado, y al mismo tiempo un producto
del entorno social. Mantiene además que como el entorno cambia, también los
seres humanos cambian. Por lo tanto, para los comunistas, la
individualidad humana no es algo importante, lo importante son las
instituciones sociales y el ambiente. El genocidio ocurrido durante las
revoluciones comunistas, y las purgas masivas y las luchas de poder
post-revolucionarias, ponen en evidencia el hecho de que en el comunismo no
existió una base teórica de respeto por la individualidad humana.
En cambio, el Pensamiento Unificado asevera que la individualidad humana
viene de la Imagen Individual de Dios, y que por tanto no está determinada por
el entorno. Es innegable que ciertos aspectos de la individualidad son
influenciados por el ambiente, sin embargo, los aspectos que vienen de la
Imagen Individual de Dios son los más fundamentales, mientras que los
producidos por el ambiente son meramente secundarios. Por consiguiente, el
Pensamiento Unificado, sostiene que la individualidad humana es absoluta.
II. EL Carácter Divino
Aunque al aspecto de forma en Dios lo denominamos “La Imagen Divina”, a
otros aspectos, como las facultades, funciones y naturaleza de Dios, los
llamamos “el Carácter Divino” Para la teología tradicional, Dios es un ser
omnisciente, omnipotente, omnipresente, de naturaleza eterna, incambiable,
dotado de bondad suprema, de belleza suprema, y de amor supremo, entre
otras más cualidades. Sin embargo el Pensamiento Unificado, hace énfasis en el
Corazón, el Logos, y la Creatividad, al considerarlas como las facultades más
importantes en la naturaleza divina. El amor es también parte importante de la
naturaleza divina, pero el amor viene del Corazón, siendo éste último su
fuente. A continuación estudiaremos el Corazón, el Logos y la Creatividad de Dios*.
* Las facultades del
Sungsang Interior se refieren a las facultades individuales, a saber, la
facultad intelectual, la facultad emocional, y la facultad volitiva. En cambio,
las funciones del Carácter Divino se refieren a las funciones combinadas, y sintéticas
de Sungsang Interior, Hyungsang Interior, Hyungsang Original, en conjunto. El
Corazón es el núcleo y la esencia de la Imagen Original (Sungsang
Original y Hyungsang Original). Por tanto ningún estudio del Corazón debe
asumir como premisa el Sungsang Original y el Hyungsang Original. El Logos solo
puede surgir a través de la mutua relación de Sungsang Interior y Hyungsang
Interior. Sin embargo, en la manifestación de la creatividad, no solo están
involucrados el Sungsang Interior y el Hyungsang Interior, sino que también lo
está la Imagen Original
A. Corazón
Corazón, o Shimjung, es el núcleo de los
atributos de Dios. El Corazón se manifiesta como un impulso emocional por
obtener alegría, y la verdadera alegría se obtiene a través del amor. Por lo
tanto, el impulso emocional por conseguir alegría es una sola cosa con el
impulso emocional de buscar el amor. Podemos decir por tanto que Corazón es “el
impulso emocional que desea obtener alegría a través del amor”
El Corazón de Dios es un impulso irreprimible. Es una
fuerza emocional irreprimible y un deseo que brota de lo más profundo de Dios.
Por esta razón, Dios necesitaba absolutamente tener un objeto al que poder
amar. Con esta intención, Dios creó a los seres humanos y todas las cosas. Dios
creó a los seres humanos como los objetos de Su amor, y creó todas las cosas
como los objetos del ser humano con el objeto de llevar felicidad al ser
humano.
Una persona siente alegría cuando él o ella
sienten amor por un objeto. Si el objeto se asemeja al sujeto, la alegría que
éste siente se acrecienta. Por ello, Dios creó al ser humano a Su propia
semejanza como el objeto de Su amor. Y Dios creó todas las cosas a semejanza de
la humanidad, como los objetos del ser humano, con el propósito de llevar
felicidad al ser humano.
Ninguna religión ni filosofía ha sido capaz
hasta ahora de explicar claramente porqué Dios creó el universo. Los estudios
filosóficos y religiosos acerca de Dios y del universo, tuvieron que limitarse
a asumir la creación de Dios como una realidad establecida. Por ejemplo en la
filosofía China, según se expone en el I Ching, se explica que del Gran Ultimo
(o Tai Chi) surgieron yin y yang, y de éstos las “cuatro imágenes”: el Yin
grande, el Yin pequeño, el Yang grande y el Yang pequeño. Estas cuatro imágenes
produjeron los “ocho trigramas” (pa-kua) y de ellos vienen todas las cosas. No
obstante, la filosofía china no ha sido capaz de explicar porque Tai-Chi
engendró el Yin y el Yang, ni porque engendraron luego las cuatro
imágenes, los ocho trigramas, y todas las cosas.
Similares comentarios se pueden hacer de la teología
Cristiana, donde se dice que Dios es un Ser omnisciente y omnipotente. Que Dios
sea omnisciente y omnipotente no significa que por ello tuviese que crear
todas las cosas. Dios podía haber permanecido silencioso y auto satisfecho sin
hacer nada, y continuar siendo sin embargo omnisciente y omnipotente. Por lo
tanto la omnisciencia y omnipotencia no pudieron ser las motivaciones que
llevaran a Dios a crear el universo. En lo que concierne al Cristianismo, el
amor es considerado como la esencia de Dios. La más alta forma del amor
Cristiano es “el ágape” o representación del amor de auto sacrificio,
manifestado en la crucifixión de Jesús. El propósito de ese amor fue salvar a
la humanidad pecaminosa. En último término entonces, tampoco el ágape pudo
haber sido la razón por la que Dios creó a los seres humanos y al universo.
Sin embargo, de no clarificarse la razón por la que
Dios creó la humanidad y el universo, va a ser bastante difícil que nos
convenzamos de Su existencia. Esta clase de ambigüedad ha sido el caldo
de cultivo del ateísmo. De hecho se ha llegado a decir que en lugar de
ser Dios el creador del ser humano, fue éste el que creó a Dios –como proponía
Ludwig Feuerbach (1804 – 1872). Según Feuerbach, las características esenciales
del ser humano son la razón, la voluntad, y el amor. Aunque el ser
humano, como individuo es finito, hombre y mujer persiguen la perfección en el
pensar, en el desear y en el amar. Feuerbach, llegó a la conclusión de
que la perfecta razón, la perfecta voluntad, y el perfecto amor, no son otra
cosa que la naturaleza esencial de la humanidad. Señaló estas
características esenciales como la “esencia-especie” (Gattungswesen)[1] de la humanidad. Dijo luego que Dios es la
objetivación de la esencia-especie del hombre, o esencia de la humanidad.
Un pintor crea un cuadro al objetivar los conceptos imaginados en su
mente. De la misma forma, decía Feuerbach, los seres humanos dan culto al
ideal de la especie humana que está dentro de ellos mismos, objetivándolo[2]. En otras palabras, Dios no creó al ser humano,
sino que fue éste el que creó a Dios según Feuerbach.
[1] Feurbach dijo en La Esencia del
Cristianismo : “Es imposible amar, querer o pensar, sin percibir que
estas actividades son perfecciones…Esta complacencia se convierte en
vanidad, solo cuando el hombres se jacta de su propia forma, como propia y
exclusiva forma, no cuando la admira como un espécimen de la belleza humana en
general ” (Tr. George Elliot, New York Harper & Row Publishhers)
[2] Feuerbach dijo, El ser divino es …la naturaleza humana
purificada, liberada de los límites del hombre individual, hecha objetiva-
contemplada y reverenciada como otro, como un ser distinto.
Ante argumentos como éste, el cristianismo ha sido
incapaz de responder satisfactoriamente. Si el cristianismo hubiese
conocido claramente la razón por la que Dios creó la humanidad y el universo,
habría podido refutar con confianza el ataque de Feuerbach. Sin embargo
los cristianos no tenían tal conocimiento y por lo tanto afirmaciones
como las de Feuerbach no encontraron respuesta, y el marxismo echó raíces en el
suelo del ateísmo de Feuerbach, No obstante, a través del Pensamiento
Unificado estos asuntos son clarificados. Ya que Dios es un ser de
corazón no tuvo más remedio que crear a la humanidad como Su objeto y al
universo como el objeto de la humanidad, llevado de su irreprimible impulso de
obtener alegría a través del amor.
Puesto que los seres humanos fueron creados a imagen
de Dios, también ellos poseen el impulso emocional de querer obtener
alegría a través del amor. Este es el impulso del Corazón, que a su vez
consiste en dos clases de impulsos, a saber, uno que desea obtener alegría
y otro que desea obtener amor. Por tanto antes que nada, el ser humano
está dotado del impulso de querer obtener alegría. Quienes buscan
riquezas, ganar poder, o adquirir conocimientos – lo hacen porque a través de
esas cosas, quieren obtener alegría. Es el impulso de buscar
alegría el que hace que los niños deseen jugar con sus juguetes y fue también
el impulso de querer alcanzar la alegría espiritual, lo que llevó a los
mártires a sacrificar su propia existencia en el cuerpo físico.
En consecuencia, todo el mundo tiene el impulso de
querer obtener alegría. Sin embargo está claro que si una persona gana
dinero, obtiene poder, o adquiere conocimiento, la alegría obtenida a través de
estas cosas no es duradera. ¿Cómo podemos entonces obtener la verdadera
alegría? La única forma de obtener alegría es a través del amor. Más
concretamente, cuando una persona se dedica a una actividad económica, política
o universitaria y al mismo tiempo ama y se siente amado por los demás, la
alegría que obtiene es una alegría que viene desde el corazón.
El amor es la fuerza emocional que el sujeto da al
objeto[1]. Por lo tanto, para el sujeto, el impulso es amar; y para el objeto, el
impulso es ser amado. Por ejemplo, el impulso que un niño tiene de querer ser
amado es irreprimible. Si no se satisface ese impulso, el niño puede ser
propenso a ser rebelde o a enfermar. El impulso que tienen los padres por amar
es también irreprimible. Hay muchos ejemplos de padres que al ver a sus hijos
en situación de peligro están dispuestos a hacer lo que sea por
protegerlos, sin mirar por su seguridad personal. Esto es así porque solo
a través del amor es posible obtener alegría.
[1] El Principio divino dice “el amor es la fuerza emocional
que el sujeto da al objeto; la belleza es la fuerza emocional que el objeto
devuelve al sujeto” Sin embargo, amor y belleza son como las dos caras de una
misma moneda. Desde la posición del que da, la fuerza emocional es amor; pero
la misma fuerza emocional desde la posición del que recibe es belleza. Por
tanto, cuando el sujeto y el objeto son dos seres humanos, el amor no es solo
la fuerza emocional que el sujeto da al objeto. La fuerza emocional dada por el
objeto al sujeto también es amor.
Por lo tanto, el impulso por la alegría está conectado
al impulso de amar. Este amor no es al amor secular o al amor centrado en
uno mismo. Es el amor verdadero, el amor altruista que está
centrado en Dios. La alegría que se obtiene a través del amor secular es
relativa y temporal, pero la alegría obtenida a través del amor verdadero es
absoluta y eterna. El amor verdadero busca dar antes que recibir.
El escritor japonés Takeo Arishima dijo una vez, “El amor saquea sin freno” sin
embargo el amor al que él hacía referencia no es el amor verdadero. El
amor verdadero da sin limitación. El amor verdadero intenta primero
complacer al objeto, y después de hacer esto, obtiene alegría también para sí
mismo. Dios creó a los seres humanos, derramando un amor ilimitado sobre
ellos. Dios buscaba la alegría de ver a los mismos seres humanos
disfrutar llenos de alegría.
El Corazón es el núcleo de la esencia de Dios.
Para describir esto figurativamente, podríamos usar una imagen de círculos
concéntricos, donde el círculo más interior correspondería al Corazón, el Sungsang estaría
a su alrededor y el Hyungsang sería el círculo más
exterior (Fig. 1-3). Ya que el Corazón existe dentro del Sungsang como
núcleo del mismo, los atributos de Dios siguen siendo las características
duales de Sungsang y Hyungsang. ¿Cuál es
entonces la relación entre la emoción y el Corazón? La emoción y el Corazón son
ambos elementos de la misma función emocional, pero el Corazón es un impulso
causal, mientras que la emoción resultante. Obtenemos alegría cuando
satisfacemos el impulso del Corazón, si no lo hacemos nos deprimimos.
Esta alegría y depresión son emociones resultantes, o sentimientos a los
que nos solemos referir cuando hablamos de las emociones. El Corazón es
la emoción interior y causal mientras que la emoción del Sungsang Interior
(intelecto, emoción, voluntad) es la emoción exterior y resultante.
Figura. 1-3 Sungsang y Hyungsang centrados en el Corazón.
¿Y cual es la relación entre el Corazón y el amor? Los dos, el corazón y el amor son la raíz de intelecto, emoción y voluntad, pero el Corazón es la fuerza o impulso emocional de buscar alegría, y el amor la fuerza emocional que conecta el sujeto con el objeto. Con el impulso del Corazón como motivación, una fuerza emocional fluye del sujeto hacia el objeto- o del objeto hacia el sujeto. Esta fuerza emocional es el amor. Por lo tanto, el Corazón es la fuente del amor, o el punto de inicio del amor.
En el intelecto, emoción y voluntad de los seres
humanos, la facultad del intelecto busca el saber, la facultad emocional el
arte, y la facultad de la voluntad la ética y la moralidad. Pero ya que el
Corazón es el núcleo del Sungsang, las facultades de intelecto, emoción y
voluntad, deben estar centradas en el Corazón. El propósito del Corazón es
realizar el propósito de la creación, el cual es la construcción del Reino de
los Cielos en la tierra. En otras palabras, las actividades de todos los
hombres deben estar asentadas sobre la base del Corazón para la construcción del
Reino de los Cielos en la tierra.
El Corazón fue la motivación que Dios tuvo para
comenzar a crear. Por consiguiente, la acción de dar-y-recibir en la Imagen
Original entre el Sungsang Original y el Hyungsang Original,
tuvo por centro el Corazón. En esta acción de dar-y-recibir, la fuerza
impulsiva del Corazón se unió con los elementos energéticos del Hyungsang Original,
y de esta unidad surgió la Primera Fuerza. Esta Primera Fuerza actúa en todas
las cosas y se manifiesta como la fuerza que causa la acción de dar-y-recibir,
por lo que la llamaremos Primera Fuerza Universal. En los seres humanos
es la fuerza que actúa para formar relaciones recíprocas entre la gente, esto
es, la fuerza del amor.
Dado que hasta ahora la religión y la filosofía,
no han explicado con claridad que Dios es un ser de Corazón, no han tenido
claro porqué Dios creó el mundo. Por el contrario, el Pensamiento de
Unificación ofrece la “Teoría de la Motivación centrada en el Corazón” que
explica la razón que subyace como fondo en la creación de Dios.
La Teoría de la Motivación centrada en el Corazón
afirma con fuerza la Teoría de la Creación y nos da confianza en la existencia
de Dios como el Creador. La Teoría de la Motivación centrada en el Corazón pone
fin a la controversia entre la Teoría de la Creación y la Teoría de la
Emanación. La Teoría de la Creación dice que Dios fue el creador del mundo,
pero no deja clara la motivación de Dios para crear, además de presentar un
problema adicional cuando afirma que la materia fue creada de la nada. Por otra
parte, la Teoría de la Emanación dice que todas las cosas existen dentro de
Dios y fluyen de Dios; con lo que enturbia la distinción entre Dios y el
mundo, y conduce al panteísmo. En cambio, La Teoría de la Motivación centrada en
el Corazón, explica que todas las causas del mundo existen en Dios, aunque el
mundo en sí mismo no fluye de Dios. Dios creó al mundo motivado por el Corazón,
a través de una acción de dar-y-recibir recíproca entre Su propio Sungsang y Hyungsang.
Estudiaremos ahora la diferencia entre el amor de Dios
y el concepto Cristiano del ágape, desde el punto de vista del Pensamiento
Unificado. Lo que el Pensamiento Unificado entiende como “amor de Dios” es Su
amor en el momento de la creación, un amor lleno de esperanza, que fue la
fuente de la vida. Ese amor encarna además, el ideal de la creación, un ideal
que con seguridad se hubiera realizado si Adán y Eva no hubiesen caído, y en su
lugar hubiesen establecido una familia centrada en Dios.
En cambio, el ágape es el amor tenaz y sacrificado de
Dios, en busca de la salvación de la humanidad caída. El propósito original de
la venida de Jesús era llevar a su cumplimiento en la tierra, el amor original
de Dios. Sin embargo, fue crucificado como consecuencia de la incredulidad de
la gente de su tiempo. Por consiguiente, Jesús no pudo cumplir ese ideal.
En su lugar, solo mostró el amor de Dios como ágape, con el fin de
llevar a la humanidad de esta manera, de vuelta a Dios.
B. Logos
En el evangelio de Juan, capítulo primero, está
escrito que en “en el principio era la Palabra, y la Palabra estaba en Dios y
la Palabra era Dios. Ella estaba al principio en Dios y todas las cosas fueron
hechas por ella, y sin ella no se hizo nada de cuanto ha sido hecho”. (Juan 1:
1-3) El significado de este pasaje bíblico es que todas las cosas fueron
creadas por la Palabra de Dios. El Principio de Unificación está de acuerdo
con esta visión y entiende que Dios creó el universo por Su Palabra. La
Palabra, aquí, es lo mismo que Logos. La identificación de la Palabra con Dios
parece ser la expresión del mismo Juan, al parecer influenciado por Filo de
Alejandría (25 AC.-40 DC), el cual consideraba al Logos como el segundo Dios.
Sin embargo, si se identifica La Palabra con Dios, no despejaremos los
problemas. Por ejemplo, Hegel, consideró que la Idea, o Logos, era Dios.
Hegel describió la creación del universo como la auto-expansión de la Idea (o
Logos). Como resultado, el aspecto personal de Dios quedó excluido de su
filosofía.
Desde la perspectiva del Pensamiento Unificado, Logos
es el pensamiento de Dios y al mismo tiempo la Palabra que Dios
pronuncia. Logos, la Palabra pronunciada por Dios es la concepción, o el
proyecto para cada ser creado en el momento de su creación. Por lo tanto, el
Logos es una entidad multiplicada, (p.ej. una identidad creada) que surge de la
mente de Dios.
Cuando el Sungsang Interior y
el Hyungsang Interior inician una acción de dar-y-recibir, que
está centrada en el propósito de la creación, el resultado es una concepción o
proyecto, lo que entendemos por Logos. A modo de ejemplo, vamos a suponer que
Dios, centrado en el Corazón, establece el propósito de crear un pájaro, para
el beneficio de los seres humanos. Al querer llevar a cabo este propósito, Dios
inicia Su proceso de pensamiento poniendo en ejercicio Sus facultades volitivas
e intelectuales, y en especial la de Su razón. A continuación se preguntaría:
“¿Qué forma le daré a este pájaro? ¿De que color será? ¿De que forma y
estructura debo hacer sus alas? ¿Cómo formaré su esqueleto y su carne? Al
actuar de este modo, Dios elaboraría la imagen de un pájaro, por medio de la
asociación de las diferentes ideas presentes en Su Hyungsang Interior. Este
proceso le llevó a la concepción provisional de un pájaro. A partir de entonces
entró en juego la emoción de Dios, que le hizo sentir si este o aquel aspecto
de la concepción estaba bien o mal. Si Dios sintiese que algo no estaba bien en
la concepción del pájaro, El reconstruiría la concepción ejerciendo otra vez las
facultades de la voluntad y el intelecto. Finalmente, por medio de este
proceso, Dios completaría Su concepción.
El Sungsang Interior consiste de
intelecto, emoción, y voluntad, y por otro lado el Hyungsang Interior
se fundamenta en ideas, conceptos, leyes originales y principios matemáticos.
Cuando el Sungsang Interior y el Hyungsang Interior
inician una acción de dar-y-recibir y forman el Logos, los elementos que
adquieren un papel más destacado son la razón en el Sungsang Interior
y la ley en el Hyungsang Interior. Visto así, y
centrándonos en los papeles especiales que la razón y la ley desempeñan en la
formación del Logos, podemos también decir que este último es la unidad de
razón y ley, o “razón-ley”.
Ya que el universo fue creado a través de Logos, y
como Logos es razón-ley, siempre encontraremos un elemento de razón y un
elemento de ley (o principio matemático) unidos, funcionando en todo ser
creado. La razón posee por naturaleza libertad, pues ello es parte del
aspecto funcional de la mente, sin embargo la ley aparece como necesidad. Por
tanto, libertad y necesidad van siempre unidas en la función razón-ley. En el
ser humano, la función de la razón opera de una forma relativamente fuerte,
cosa que no ocurre con los demás seres de la naturaleza, donde la función de la
razón es débil en comparación con la ley, o necesidad.
Logos es razón-ley, pero también puede ser llamado la
“Ley del Universo”, o el “Camino del Cielo”. En realidad, el binomio razón-ley
que funciona en el mundo natural lo podríamos simplemente llamar “ley”. Ello,
sin embargo no quiere decir que no haya libertad en el mundo natural.
Aunque se ha dicho que el universo está en expansión
desde hace 15 o 20 mil millones de años, también se puede afirmar con certeza
que existe dirección en esa expansión del universo. Primeramente apareció un
determinado sistema de planetas (p.ej. el sistema solar) a través de la
condensación producida por una galaxia primitiva en estado gaseoso, y entre
esos planetas estaba la tierra. Sobre la tierra, aparecieron las plantas, los
animales, y finalmente los seres humanos. ¿Cuáles son las características de
esa expansión del universo?
Respecto a esta cuestión, se han formulado los siguientes puntos de vista.
El primero es que el universo llegó a ser lo que es accidentalmente, entre
otras muchas posibilidades. El segundo punto de vista es que el universo se ha
ido desenvolviendo en una dirección definida, y lo ha hecho necesariamente, de
acuerdo a leyes naturales. El tercero, es que el universo se ha ido desenvolviendo
autónomamente en una dirección definida, y lo ha hecho excluyendo otras muchas
posibilidades.
El materialismo optaría naturalmente por el primer o
por el segundo punto de vista. Por el contrario, el Pensamiento Unificado,
escoge definitivamente el tercer punto de vista, que afirma que el universo fue
creado por el binomio razón-ley. El Pensamiento Unificado dice que la dirección
de la expansión del universo vino determinada por la función de la razón
asentada sobre la base de las leyes en acción. De acuerdo con el Pensamiento
Unificado, tras el universo hay algo que se llama la con- ciencia cósmica, que
es la vida del universo. Entre muchas diferentes posibilidades, el universo se
ha expandido en una dirección definida.
Para esclarecer más este punto, consideremos el
crecimiento de una planta. Un brote sale de la semilla, crece el tallo, salen
las ramas y las hojas y finalmente aparecen las flores, y la planta da fruto.
La vida mora en la semilla, y a través de la operación de la vida, la planta
crece en una dirección definida mientras que se ajusta al ambiente haciendo
varias elecciones. Por lo tanto en el crecimiento de una planta, no solo opera
la ley, sino que también lo hace la razón, que es un elemento mental. En los
animales, el elemento racional actúa de forma más fuerte que en las plantas.
En la vida humana, el binomio razón-ley opera como la
unidad de la libertad y la ética moral. Los seres humanos deben conducirse de
acuerdo a su libre voluntad, siguiendo a su vez ciertas leyes. Si no se
observan estas leyes, se produce el colapso familiar y la confusión social. Una
forma de vida adecuada en los seres humanos debe estar basada en la libre
voluntad, y en la observación de las leyes éticas. En Dios, el Logos se
forma sobre la base del Corazón, y el propósito del Corazón se cumple a través
del amor. En consecuencia, las leyes éticas existen con el propósito de
realizar el amor.
El Reverendo Sun Myung Moon dice que el universo está
gobernado por la ley del amor. Esto significa que el universo opera centrado en
el propósito de llevar a su cumplimiento el amor de Dios. Por ejemplo, la
tierra da vueltas alrededor del sol gracias a la función de la gravedad
universal. Al hacer esto, la tierra mantiene su existencia, y crea también el
ambiente donde los seres humanos pueden vivir. Los científicos, hasta ahora,
por lo general, se han concentrado solamente en las leyes, pero ha llegado el
tiempo en que los científicos deben considerar el elemento de razón, el aspecto
de propósito, y la ley del amor que operan en el mundo natural.
C. Creatividad
La creatividad tiene que ver con la capacidad de
crear. Los seres humanos siempre se han esforzado en enriquecer sus vidas,
desarrollando nuevas ideas y produciendo nuevas cosas. En esto consiste la
expresión de la función de la creatividad. La Creatividad de Dios, manifestada
cuando El creó el universo, ha sido legada a los seres humanos.
El Logos se forma en el Sungsang Original
al iniciarse una acción de dar y recibir entre el Sungsang Interior
y el Hyungsang Interior, con centro en el propósito. El ser
creado se forma a través de una acción de dar y recibir entre el Logos y
el Hyungsang Original. Aquí la capacidad para formar un cuerpo
multiplicado por medio de una acción de dar y recibir, no es otra que la
creatividad. La acción de dar y recibir entre el Sungsang Interior
y el Hyungsang Interior en el Sungsang Original
se llama Acción Interna de Dar y Recibir, mientras que la acción de dar y
recibir entre el Logos y el Hyungsang se llama Acción Externa
de Dar y Recibir. “Interna” y “Externa”, son en este caso conceptos centrados
en el Sungsang Original. La creatividad puede ser descrita
como la capacidad para formar Fundamentos de Cuatro Posiciones Internos y
Externos, a través de acciones de dar y recibir internas y externas. (Una
explicación más completa cerca de la acción de dar y recibir y de la base de
cuatro posiciones será dada en la siguiente sección: “La estructura de la
Imagen Original”). En el momento de la creación, la acción de dar y recibir se
centró en el propósito. Pero el Corazón está detrás del propósito, ya que el
propósito viene del Corazón. Por lo tanto, La Creatividad de Dios está basada
en el Corazón.
Cuando Dios creó a los seres humanos, los dotó de
creatividad. Con ello, Dios deseaba que los seres humanos ejercieran dominio
sobre todas las cosas por medio de su creatividad. La creatividad de Dios se
basa en el corazón. Por consiguiente, solo cuando los seres humanos se
perfeccionen y hereden el Corazón de Dios, estarán calificados para heredar
completamente la creatividad de Dios. En otras palabras, una persona está
calificada para tener dominio sobre todas las cosas, solo cuando crece hasta la
madurez, perfecciona su personalidad, formando una pareja a través de un matrimonio
centrado en el amor de Dios, y perfecciona su familia. Los seres humanos sin
embargo, cayeron, y por tanto fracasaron en heredar el Corazón de Dios, por lo
que la creatividad que heredaron de Dios fue incompleta, y además
su capacidad creativa estuvo basada en motivaciones egoístas. Es
por esto que, hasta ahora, apenas ninguna actividad creativa ha tenido nada que
ver con el amor de Dios.
En su sentido original, la creatividad debe estar
basada en el amor. Esto quiere decir, que, a fin de controlar el mundo natural,
la ciencia debe asentarse sobre la base de los valores. Hasta la fecha, los
valores han sido ignorados en el desarrollo de la ciencia. En consecuencia, y a
medida que la vida humana ha llegado a ser más cómoda, los logros de la ciencia
han sido usados con frecuencia en la opresión, las guerras y la
destrucción de la naturaleza, con los consiguientes daños perpetrados a los
seres humanos y a la misma naturaleza.
La Biblia dice: “Porque la expectación ansiosa de la
creación está esperando la manifestación de los hijos de Dios, pues las
criaturas están sujetas a la vanidad, no de grado, sino por razón de quien las
sujeta, con la esperanza de que también ellas serán liberadas de la servidumbre
de la corrupción para participar en la libertad de la gloria de los hijos de
Dios. Pues sabemos que la creación entera hasta ahora gime y siente dolores de
parto”. (Rom. 8: 19-22). Esto quiere decir que, debido a la caída humana, los
seres humanos fracasaron en manifestar la verdadera creatividad centrada en el
amor, y en su lugar fueron crueles y destructivos con la naturaleza, por lo que
las cosas están en ansias de parto. Sin embargo, cuando los seres humanos
lleguen a recibir el amor de Dios y manifiesten la verdadera creatividad, no
habrá por más tiempo crueldad ni destrucción con la naturaleza, y la
creación dejará de sufrir. En un mundo así, los resultados de la ciencia solo
contribuirán a la realización de la felicidad.
Hoy en día está en auge los movimientos por la
conservación, y los temas que tratan sobre la unidad entre las ciencias y
los valores son foco de atención general. Esta línea de desarrollo puede ser
contemplada como la manifestación del esfuerzo de la gente por restaurar su
creatividad original perdida.
III. La Estructura de la Imagen
Original
La estructura de la Imagen Original se refiere a las
interrelaciones entre los diferentes atributos de Dios. En un sentido estricto,
la idea de estructura solo es aplicable al mundo creado y por tanto no es
apropiada para describir a Dios, quien trasciende el tiempo y el espacio. Sin
embargo, para entender a Dios con nuestros conceptos, no tenemos más remedio
que usar un método analítico. O dicho de otra forma, solo podemos entender a
Dios, relativizándole. Solo en este sentido podremos explicar a Dios en los
términos de “estructura” como concepto en la Imagen Original.
Existen otros casos donde entendemos cosas invisibles
a través de la idea de estructura. Por ejemplo cuando hablamos de la mentalidad
de alguien, a veces utilizamos los términos de estrecha o de amplia. También es
posible que al referirnos a la mente de un individuo hablemos de su diferente
forma de “estructura”. Estos ejemplos muestran que podemos entender la mente
invisible, hablando de ella como si tuviese una cierta estructura. Del mismo
modo, es posible llegar a tener cierta comprensión de Dios, quien trasciende el
tiempo y el espacio, describiéndolo como si El fuese un ser espacio-temporal
con una cierta estructura.
A. La Acción de Dar-y-Recibir y El
Fundamento de Cuatro Posiciones
Cuando el Sungsang y el Hyungsang de
Dios forman una relación recíproca, se produce entre ellos una acción de dar y
recibir de ciertos elementos o fuerzas. Esto se llama la “acción de
dar-y-recibir”. En una acción de dar-y-recibir, siempre hay un propósito, y una
vez que se realiza esta acción, se produce un resultado definido. En Dios el
centro de la acción de dar-y-recibir es el Corazón o bien el
propósito, que a su vez es establecido por el Corazón. El Corazón es la fuente
del amor, y el amor es armonioso. Por lo tanto, la acción de dar y recibir en
la Imagen Original, nunca es antagónica ni conflictiva. Es más bien una acción
de armonía. Dicho de otro modo, la principal característica de la acción de
dar-y-recibir en Dios, es armonía y paz.
Cuando el Sungsang y el Hyungsang de
Dios inician una acción de dar-y-recibir centrada en el Corazón, forman un
“cuerpo armonizado” o “unión”. A través de este proceso, se establecen cuatro
posiciones, a saber, el centro (Corazón), Sungsang, Hyungsang,
y el cuerpo armonizado (o unión). La estructura creada por estas cuatro
posiciones se llama el “fundamento de cuatro posiciones”. El fundamento de
cuatro posiciones es una concepción espacial de la acción de dar-y-recibir
originada por las características duales de Dios, es decir, por el Sungsang y
el Hyungsang. En la creación del universo, el propósito de Dios se
establece en Su Corazón, y centrados en ese propósito, el Sungsang y
el Hyungsang de Dios, entablan una acción de dar-y-recibir
dando lugar a un “cuerpo nuevo” o “cuerpo multiplicado”. En este proceso
hay cuatro posiciones: propósito, Sungsang, Hyungsang,
y cuerpo multiplicado (Fig 1-4), o base de cuatro posiciones.
La relación entre el Sungsang y
el Hyungsang es de sujeto y objeto. El sujeto y el
objeto son diferentes en posición. El sujeto con respecto al objeto es central,
dinámico, activo, creativo, extrovertido, etc., mientras que el objeto es
dependiente, estático, pasivo, conservador, e introvertido en relación con el
sujeto. En otras palabras, el sujeto está en la posición de ejercer dominio, y
el objeto en la posición de recibirlo. Que el Sunsang ejerce
domino significa que a medida que en el Sungsang se forma un
cierto concepto, se transmiten ciertas formas y cualidades al Hyungsang
(pre-materia). Que el Hyungsang recibe dominio quiere decir
que el Hyungsang, que tiene una potencialidad ilimitada, asume
ciertas formas y cualidades en concordancia con la actividad del Sungsang.
Figura.1-4 La Accion de Dar y Recibir y el Fundamneto de Cuatro
Posiciones
En Dios el Yang y el Yin también
efectúan una acción de dar-y recibir. Cuando el Sungsang y
el Hyungsang de Dios realizan una acción de dar-y-recibir
centrada en el Corazón, y forman un cuerpo armonizado, el Yang y el Yin,
también inician una acción de dar y recibir para formar un cuerpo armonizado
(una unión). Cuando el Sungsang y el Hyungsang entablan
una acción de dar-y-recibir centrada en el propósito, para producir una nueva
entidad, El Yang y el Yin influyen en ese proceso, proporcionando variedad y
armonía en el curso de la creación. La relación entre Yang y Yin es de sujeto y
objeto, a semejanza de la que hay entre Sungsang y Hyungsang.
B. Clases de Fundamentos de
Cuatro Posiciones
En Dios no solamente Su Sungsang Original
y Su Hyungsang Original tienen una acción de dar-y-recibir
para formar un fundamento de cuatro posiciones. El Sungsang Interior
y el Hyungsang Interior también llevan a cabo una acción de
dar-y-recibir que da origen a un fundamento de cuatro posiciones. La acción de
dar-y-recibir entre el Sungsang Interior y el Hyungsang Interior
de Dios se llama “Acción Interna de Dar-y-Recibir”, y el fundamento de cuatro
posiciones que se forma a través de esta acción de dar-y-recibir es el
“Fundamento Interno de Cuatro Posiciones”. La acción de dar-y-recibir entre
el Sungsang Original y el Hyungsang Original
se llama “Acción Externa de Dar-y-Recibir”, y el fundamento de cuatro
posiciones que se forma a través de esta acción de dar-y-recibir es el “Fundamento
Externo de Cuatro Posiciones”.
Cuando la acción de dar-y-recibir entre el Sungsang
Interior y el Hyungsang Interior, o entre el Sungsang Original
y el Hyungsang Original, tiene por centro el Corazón, la
acción de dar-y-recibir consiguiente es estática, y el resultado es una unión,
o cuerpo armonizado. De todo esto podemos inferir que los atributos de Dios son
absolutos, armoniosos y eternamente incambiables. La acción de dar-y-recibir
puede también producirse centrada en un propósito, establecido por el
Corazón. La acción de dar-y-recibir centrada en el propósito es dinámica, y da
origen a una entidad nueva, o cuerpo multiplicado. Es precisamente esta acción
la que hace posible la creación de todas las cosas.
La acción de dar-y-recibir centrada en el Corazón se
llama “acción de dar-y-recibir preservadora de la Identidad”,
y el fundamento de cuatro posiciones resultante de esta acción se denomina
“Fundamento de Cuatro Posiciones Preservador de la Identidad”. La acción de
dar-y-recibir centrada en el propósito es la “acción de dar y recibir generadora
de desarrollo”, y el fundamento de cuatro posiciones que se forma como
resultado se llama el “Fundamento de Cuatro Posiciones Generador de
Desarrollo”. En resumen, en Dios hay cuatro clases de fundamentos de cuatro
posiciones: (Fig. 1-5)
- El Fundamento
Interno de Cuatro Posiciones Preservador de la Identidad: Este fundamento
produce una unión o cuerpo armonizado, a través de una acción de
dar-y-recibir, con centro en el Corazón, entre el Sungsang Interior
y el Hyungsang Interior. Constituye la estructura
interior del Sungsang Original, e indica lo absoluto e
incambiable del Sungsang de Dios.
- .El
Fundamento Externo Cuatro Posiciones Preservador de la Identidad: Este
fundamento forma una unión o cuerpo armonizado, a través de una acción de
dar-y-recibir centrada en el Corazón, entre el Sungsang Original
y el Hyungsang Original de Dios. Constituye la estructura
interna de la Imagen Original, e indica lo absoluto, la armonía, y lo
ete
- El Fundamento
Interno de Cuatro Posiciones Generador de Desarrollo: Esta fundamento
produce el Logos como cuerpo nuevo, a través de la acción de dar-y-recibir
entre el Sungsang Interior y el Hyungsang Interior,
que está centrada el propósito de la creación. El propósito de la creación
es establecido por el Corazón. Por lo tanto, el Logos también está basado
en el Corazón. Este proceso indica la formación de un concepto.
- El Fundamento Externo de Cuatro Posiciones Generador de Desarrollo: Este fundamento produce un cuerpo nuevo a través de la acción de dar-y-recibir entre el Sungsang Original y el Hyungsang Original, con el Propósito de la Creación como centro. En este caso, el Sungsang es lo mismo que el Logos, o el nuevo cuerpo producido por la acción de dar y recibir interior. La generación de desarrollo, aquí hace referencia al nuevo cuerpo que surge a través de la acción de dar-y-recibir interior
- Fig. Las Cuatro clases de Fundamentos de Cuatro
Posiciones formados en la Imagen Original (o plan) en la mente de Dios en el
momento de la creación
-
Los fundamentos de cuatro posiciones que permiten existir eternamente
a Dios son el Fundamento Interno de Cuatro Posiciones Preservador de la
Identidad y el Fundamento Externo de Cuatro Posiciones Preservador de la
Identidad. Estos dos fundamentos combinados se llaman “La Estructura en
Dos-Etapas de la Imagen Original” (Fig.1-5)En el momento del acto creativo, la
Imagen Original llegará a ser generadora de desarrollo, dando lugar al
Fundamento Interno de Cuatro Posiciones Generador de Desarrollo, y al
Fundamento Externo de Cuatro Posiciones Generador de Desarrollo. Por lo tanto,
la combinación de estos dos fundamentos de cuatro- posiciones generadores de
desarrollo, se llama, “La Estructura en Dos-Etapas de la Creación”
(Fig1-6).
Figura 1-5 La
Estructura en dos Etapas de la Imagen Original
Figura. 1-6 La Estructura en dos
Etapas de la Creacion
Estudiemos más acerca de la estructura en dos-etapas de la creación. El
“nuevo cuerpo” formado por la acción de dar-y-recibir centrada en el propósito,
entre el Sungsang Interior y el Hyungsang Interior,
es el Logos. El Logos es la Palabra de Dios, o lo que es lo mismo el plan o el
pensamiento de Dios. Por decirlo de una forma más precisa, el Logos es
simplemente el Sungsang de Dios en el momento de la creación.
En otras palabras, el Sungsang (Sungsang Original)
de Dios en el momento de la creación se convierte en el Logos.[1]
[1] Estudiaremos aquí en más detalle la formación del Logos a
través de la acción de dar y recibir interior. El Sungsang Interior se refiere
a las facultades de intelecto, emoción y voluntad. Estas facultades trabajan al
unísono en la formación del Logos. (Accidentalmente en el caso de los seres
humanos, estas facultades que trabajan al unísono se llaman “apercepción
espiritual”). El Hyungsang Interior contiene ideas, conceptos,
leyes (o principios), principios matemáticos, etc. Estos elementos están todos
unidos centrados en la idea; esto significa que más conceptos, leyes,
principios matemáticos, están unidos dentro de la idea. La formación del Logos
puede ser también explicada en términos de “etapa de comienzo” y “etapa
avanzada”. En la etapa de comienzo, se exploran diferentes ideas, a través de
la acción de dar y recibir. Este proceso resulta en la formación de un “molde
mental”, que es la idea que se va a usar como molde del ser que va a ser
creado. Este molde mental es sin embargo una imagen estática o proyecto
estático- todavía no es el Logos perfeccionado. Se le puede llamar concepción
inicial o “Pre Logos”.
Luego, en la etapa avanzada de la acción de dar y
recibir, las facultades de intelecto, emoción y voluntad, centradas en el
Corazón, se inyectan en el Hyungsang Interior. En este caso,
el Hyungsang Interior, es el molde mental, o concepción inicial, formado
mediante la etapa de comienzo de la acción de dar y recibir interna. A través
de la etapa avanzada de la acción de dar y recibir, se forma el Logos como una
concepción viva, o concepción perfeccionada..
A continuación de las dos etapas de las acciones de dar y
recibir internas antes mencionadas, empiezan a producirse acciones de dar y
recibir externas, entre el Sungsang Original y el Hyungsang Original.
En esta etapa, el Sungsang es el ser unido de intelecto, emoción y voluntad, y
contiene el Logos; el Hyungsang es pre-energía: A través de la
acción de dar y recibir entre el Sunsang Original, y el Hyungsang Original,
la pre energía penetra en el molde de la concepción perfeccionada, ( el Logos),
y a través de este proceso se producen los seres creados.
A continuación, el Sungsang Original
(que es el Logos en esta etapa) inicia una acción de dar-y-recibir con el Hyungsang Original,
la pre-energía. A través de la actividad del Sungsang Original
sobre el Hyungsang Original, Dios empezó a generar energía y
partículas elementales. A continuación formó los átomos combinando las
partículas elementales, y las moléculas combinando átomos. Con los átomos y las
moléculas formó las células, y al multiplicarse las células fueron creados los
organismos vivientes. Todos estos procesos tuvieron como base el Logos. La
Biblia dice que Dios creó al hombre del polvo de la tierra. El polvo aquí debe
ser entendido como energía. De este modo, Dios creó cada cosa, al
combinar la energía de acuerdo a Su plan, a través del Logos.
Existen también cuatro clases de fundamentos de cuatro
posiciones en el mundo creado, similares a los cuatro que existen en Dios. Hay
que hacer notar sin embargo, que en el mundo creado, tanto los fundamentos de
cuatro posiciones preservadores de identidad como los fundamentos de cuatro
posiciones generadores de desarrollo, están centrados en el propósito (en Dios,
el fundamento de cuatro posiciones preservador de identidad, está centrado en
el Corazón). Ya que todos los seres creados fueron creados con propósito, la
misma existencia de un ser creado contiene propósito. Por ejemplo, cuando el
marido y la mujer, centrados en el propósito, se aman mutuamente, llegan a
unirse y mantienen una familia armoniosa, forman un fundamento de cuatro
posiciones preservador de identidad. Además, cuando el marido y la mujer, centrados
en el propósito de la creación, inician una acción de dar y recibir, como puede
ser dar nacimiento a los hijos, forman un fundamento de cuatro posiciones
generador de desarrollo. Este mismo patrón es seguido en todo el mundo creado-
lo que enseña que el propósito es el que actúa como centro en los
fundamentos de cuatro posiciones del mundo creado. Este propósito está desde
luego basado en el Corazón (Amor).
El propósito por el que Dios hizo el universo, fue
crear a los seres humanos a Su imagen, y construir, por medio de ellos, el
eterno Reino de los Cielos - un mundo de amor, paz, verdad, bondad y belleza.
Este era el propósito supremo de Dios. Y el propósito por el que cada cosa en
la naturaleza fue creada, está subordinado al propósito supremo. No importa
cuan complejos sean los movimientos y fenómenos del universo, los principios
fundamentales que los hacen existir son bastantes simples: la acción de
dar-y-recibir y el fundamento de cuatro posiciones. La paralización de
estos principios, es lo que dio origen al mundo caído y a la historia caída.
Por lo tanto, a través de una adecuada aplicación de estos principios,
encontraremos soluciones a los problemas de la sociedad, del mundo y de la
historia.
C. La Acción de
Origen-División-Unión.
Mientras que el fundamento de cuatro posiciones
representa una concepción de la estructura de la Imagen Original desde el punto
de vista del espacio, la “acción origen-división-unión”, o acción Chung-Boon-Hap,
es una concepción de la Imagen Original desde el punto de vista del tiempo.
En la Imagen Original, el Sungsang Original
y el Hyungsang Original, inician una acción de dar-y-recibir,
centrada en el Corazón o centrada en el propósito, para formar una unión
o nuevo cuerpo. Cuando esto ocurre, la acción de dar-y- recibir puede ser
contemplada en tres etapas, a saber, la etapa de Corazón (o Propósito ) como
Origen (Chun), la etapa de Sungsang Original y Hyungsang Original
como División (Boon), y la etapa de un ser unido o cuerpo nuevo, como
Unión (Hap). Esta acción se llama la acción Chung-Boon-Hap.
El Principio de Unificación dice que “Dios es la realidad absoluta, el centro
neutral existente de las dos esencialidades, por lo tanto El es la realidad del
número tres”[1]. Esta afirmación hace referencia a la acción Chung-Boon-Hap.
[1] el principio divino p.53
El mundo de Dios
en realidad trasciende el tiempo y el espacio, pero como hicimos
anteriormente con el fundamento de cuatro posiciones, donde relativizábamos a
Dios en términos de espacio, lo haremos ahora en términos de tiempo. La
acción Chung-Boon-Hap, que pasa por un proceso temporal de tres
etapas en términos de tiempo, es un fenómeno del mundo creado, no obstante el
prototipo para esta acción debe existir en Dios.
De la misma que
forma que en el fundamento de cuatro posiciones, consideramos los tipos interno
externo, preservador de la identidad y generador de desarrollo, lo mismo se
puede decir de la acción Chung-Boon-Hap, donde también se dan los tipos,
interno, externo, preservador de identidad y generador de desarrollo. En
Dios, el Origen (Chung) de la acción preservadora de identidad - Chung-
Boon-Hap es el Corazón, y el Origen de la acción generadora de desarrollo
Chung-Boon-Hap es el Propósito (no hay que olvidar sin embargo que el Corazón
está detrás del Propósito) Es lo mismo que sucede en el fundamento de cuatro
posiciones. Además, la acción preservadora de identidad Chung-Boon-Hap es
también conocida como la “Acción de cumplimiento Chung-Boon-Hap” en el
sentido de que es una acción completa en sí misma, en el presente
D. La Unidad Estructural de la Imagen Original.
Hemos estudiado
hasta aquí la estructura de la Imagen Original en un sentido figurado, a saber,
desde la perspectiva del tiempo y el espacio. Ello no quiere decir que dentro
de Dios exista una expansión espacial o un orden temporal. (i.e., estructura)
En verdad, la Imagen Original existe en absoluta unidad, tanto desde la
perspectiva del tiempo como desde la del espacio (Estructura). Esto es lo que
queremos significar como la “unidad estructural de la Imagen Original”.
Que en la Imagen
Original no hay espacio quiere decir que en Dios no existe delante o detrás, ni
derecha e izquierda, ni arriba y abajo, ni lejos o cerca. Lo que existe en Dios
es un infinito “aquí”- es decir todo en Dios es “aquí”. Igualmente que no hay
tiempo en la Imagen Original quiere decir que en Dios no hay pasado o presente,
o futuro, ni antes ni después. En el mundo de Dios, todas las cosas existen en
un eterno “ahora”, esto es, es siempre “ahora”. Por lo tanto, la estructura de
la Imagen Original existe en absoluta unidad, tanto en el tiempo como en el
espacio.
La estructura de
la Imagen Original existe en unicidad en el mundo, trascendiendo el tiempo y el
espacio. Esto puede ser comparado al rollo de la cinta de una película en
movimiento. Se puede decir que el rollo de la película contiene los detalles de
una historia trascendiendo en cierto modo el tiempo y el espacio. Cuando se
proyecta en el espacio de una pantalla, las imágenes se van desarrollando de acuerdo
a una secuencia de tiempo, y la historia va desarrollándose como si fuese
realidad. Podemos pensar a cerca de la creación de Dios de forma similar. A
medida que el plan de Dios se fue desarrollando en la pantalla del tiempo y el
espacio, apareció el universo. Finalmente, aparecieron las plantas sobre la
tierra, luego los animales, y finalmente los seres humanos.
Hasta ahora he
hecho uso de los términos de espacio y tiempo, para comprender a Dios, por
motivos prácticos. Aunque en realidad en Dios no existen unas estructuras
diferenciadas, la acción de dar y recibir dentro de Dios sin embargo se
manifiesta temporal y espacialmente en el mundo del fenómeno, en la forma del
fundamento de cuatro posiciones y en la acción Chung-Boon-Hap. Por ello, se
debe entender que esta clase de estructura existe en unidad como el prototipo
en la Imagen Original.
IV. La Ontología Tradicional y el Pensamiento de Unificación
La manera de
percibir el origen del universo constituye la base de cualquier sistema de
pensamiento. En esto consiste el significado de “ontología”. Por consiguiente,
la forma de abordar los problemas del mundo real es lo que generalmente
determina cada ontología. Explicaré estos puntos dando unos cuantos ejemplos.
A. La visión de Dios de Agustín y de Tomás de Aquino
Alegando que Dios
es un espíritu, Agustín sustentó que Dios produjo la materia de la nada y así
creó el mundo. Tomás de Aquino, heredando el principio de materia y forma de
Aristóteles, vislumbró a Dios como la “Forma Pura”, que no tiene
materia. Como Agustín, Tomás de Aquino, sostenía que Dios creó el mundo de la
nada.
¿Como relacionar
esta comprensión de Dios con los problemas reales? Puesto que tales enfoques
recalcaban que el espíritu era lo principal y la materia algo secundario se
acentuó la tendencia a desestimar el mundo físico y prestar importancia solo al
mundo espiritual. El resultado fue que la única cosa importante era la
salvación en el mundo después de la muerte. No obstante, la materia es
necesaria en la vida de realidad, por tanto, la vida Cristiana ha permanecido
en la contradicción de perseguir los bienes materiales en su vida
diaria, y a la vez tenerlos en poca consideración en su vida de fe. En
consecuencia, la teología Cristiana ha fracasado en proveer soluciones a los
problemas reales.
B. La Teoría Li-Chi
Durante la
dinastía Sung, el Neo-Confucionista Chou Tun-i (Chou Lien-Hsi, 1017-1073) dijo
que el origen del universo es el Ultimo Supremo (o Tai-Chi). Chang
Tsai (Chang I-Ming 1020-1077) lo llamó la Gran Vacuidad (o Tai-hsu).
Ambos entendieron Chi como la unidad de Yin y Yang. Puesto
que Chi podía ser equiparado generalmente con la
materia, estas teorías se acercaban al materialismo.
En cambio, la
teoría Li-Chi de la que era partidario Cheng I (Cheng Ichtran, 1033-1107)
exponía que todas las cosas se componían de Li y Chi.
Esta teoría fue perfeccionada por Chu Hsi (1130-1200). Li era
la sustancia intangible que subyace detrás de los fenómenos, y Chi, la
materia. Chu Hsi decía que entre ambos, Li era más esencial
que Chi, y Li no solo era la ley del cielo y
de la tierra, sino también la ley que hay dentro de los seres humanos.
Por consiguiente, entendió que la ley que el cielo y la tierra seguían así como
las leyes éticas de la sociedad humana, eran manifestaciones de la única y
misma cosa.
La vida diaria
basada en este sistema de pensamiento, tenía por objetivo mantener la armonía y
vivir en concordancia con la ley del cielo y de la tierra. Finalmente, la gente
se concentró en mantener el orden y en observar las normas éticas. Por otra
parte, ya que todo era atribuido a la ley, la gente se inclinó por tomar una
actitud de espectador ante los cambios y conflictos de la naturaleza y
sociedad. Por ello, se imposibilitaba que la gente optase por un modo de vida
creativo y subjetivo, que condujese al dominio sobre la naturaleza y al
desenvolvimiento de la sociedad. Por tanto, aquellos que han encarnado la
Teoría Li Chi fueron incapaces de tratar con efectividad los problemas reales.
C. El Espíritu Absoluto de Hegel
Según G.F. Hegel
(1770-1831), el origen del universo es Dios, quien es el Espíritu Absoluto.
Según la visión de Hegel, el Logos o Noción, que es el pensamiento de Dios, se
desarrolla a través de la contradicción. Una vez que la Noción alcanza el nivel
de la Idea, se aliena a sí mismo (o se niega a sí mismo), para devenir en
Naturaleza. Por medio del ser humano, la Idea se recobra a sí misma, y así
finalmente se realiza el Espíritu Absoluto. Hegel concibió la historia humana
como el proceso en el que el Logos se auto realiza, y mantuvo que la sociedad
humana, a través de la realización de un estado racional, finalmente adoptaría
una forma racional donde la libertad alcanzaría su más alto grado.
Por tanto, en la
filosofía de Hegel, la auto realización del Logos daría de un modo natural, una
forma racional al mundo. Hegel decía que el estado racional se originaría en
Prusia. Esto le condujo a creer que Prusia (el estado existente) se convertiría
en el estado racional. La visión de Hegel de que la naturaleza era otra clase
de forma de la Idea, (Anderssein, o exterioridad) podía ser entendida
como un tipo de panteísmo[1], que tenía el potencial de transformarse en el humanismo ateo y en el
materialismo. Además, la perspectiva de Hegel finalmente puso un fundamento
para el surgimiento de las teorías de las luchas, como en el caso del marxismo,
al entender la contradicción como impulso del progreso. En otras palabras, la
filosofía de Hegel fracasó en dar solución a los problemas de la sociedad de
Prusia. En lugar de ello, proporcionó la base para la aparición de filosofías
ateístas, como el marxismo.
[1] Hirschberger afirma , “ A la gente
le gusta llamar a esto pan-logismo, y en relación a este pan-logismo, han
considerado a Hegel como el abogado de la teoría, mística, panteísta de que
todo es uno,…filósofos de inclinación escolástica han uniformemente considerado
a Hegel por lo general como un filósofo de identidad panteísta
(Hirschberger, Geschichte der Philosophie. [Freiburg: Verlag
Herder, 1984] II, p.419; traducción del autor.
D. La Voluntad Ciega de
Schopenhauer.
Arthur Schopenhauer (1788-1860), en oposición al
racionalismo de Hegel, afirmó que la esencia del mundo es irracional. Desde su
punto de vista, la esencia del mundo no es otra que el trabajo ciego de la
voluntad, sin ningún propósito, que él llamó “la voluntad ciega por vivir” (blinder
Wille von Leben) El ser humano se mueve por la voluntad ciega por
vivir”, y se ve forzado a vivir meramente por vivir. Los seres humanos viven
sin ninguna clase de satisfacción, siempre en busca de algo. La felicidad y la
satisfacción son experiencias meramente temporales, lo que en realidad existe
es la insatisfacción y el dolor. Su visión del mundo era la de un “mundo de
dolor”. Lo que destaca en el pensamiento de Schopenhauer es el pesimismo. Su
filosofía predicaba la salvación del mundo del dolor a través de la
contemplación artística y del ascetismo religioso, pero en realidad lo que
ofrecía no era más que una teoría para escapar de la realidad. Apenas ofreció
una solución a los problemas de la existencia.
E. La Voluntad por el Poder de
Nietzsche
A diferencia de Schopenhauer, quien asumió una actitud
pesimista hacia la vida, y quien dijo que la esencia del mundo es la voluntad
ciega por vivir, Friedric Nietzsche, alegaba que la esencia del mundo es la
“voluntad por el poder” (Wille zum Macht), lo que suponía una actitud de
reafirmar concienzudamente la vida. Según Nietzsche la voluntad de querer ser
fuerte, tener control, es la esencia de la actividad de vivir. Estableció pues,
el concepto del “Superhombre” (Obermensch) como la imagen ideal que
encarnaba la voluntad por el poder, y aseguró que el ser humano debe soportar
cualquier sino, y superar cualquier fatalidad en la vida, hasta conseguir
el estatus de un superhombre. Además, Nietzsche negó radicalmente el Cristianismo,
y proclamó que Dios había muerto. Dijo que la moralidad del Cristianismo,
mostrando compasión por los débiles se opone a la esencia de la vida, y era por
eso, una moralidad esclava.
En consecuencia, la visión de Nietzsche representa una
negación de todos los sistemas tradicionales de valores. Además, su concepción
de la voluntad ciega por el poder, condujo a la adopción de la fuerza como vía
de solución para los problemas de la existencia. Hitler y Mussolini sacarían
más tarde provecho del pensamiento de Nietzsche, con el objetivo de mantenerse
en el poder. En resumen, Nietzsche fracasó también en dar solución a los
problemas de la realidad.
F. El Materialismo de Marx.
Karl Marx afirmó que la esencia del mundo es material,
y que éste progresa a través de la lucha entre elementos opuestos o
contradictorios. Según Marx, la transformación social, no se puede conseguir
mediante la política o la religión, sino solamente a través de lucha de clases
cambiando violentamente las relaciones de producción (i.e. el sistema
económico).
El ser humano es un ser de clase, que tiene dos
opciones: pertenecer a la clase dirigente o bien a la clase dirigida.(i.e., el
proletariado). Una persona solo posee un valor reconocido, cuando él o ella
participan en la actividad revolucionaria uniéndose a la lucha, desde el lado
de la clase gobernada (el proletariado) Las ideas de Marx no admitían una
visión de valor que respetase la individualidad de la personalidad, como algo
absoluto. Es por esto que los marxistas pudieron perpetrar masivas masacres,
sin ninguna clase de conciencia culpable, sobre aquellas personas que no eran
de valor útil a la revolución, o que se oponían a ella.
G. La Ontología del Pensamiento
Unificado
Como ya hemos visto en el estudio previo, la manera en
que uno comprende el origen del universo y los atributos de Dios, determina el
modo en que entiende la esencia del ser humano y la naturaleza de la sociedad,
así como los métodos que después serán usados para resolver los problemas
reales de la vida humana y de la sociedad. Lógicamente, pues, adquirir una
visión correcta de Dios, o lo que es lo mismo una correcta ontología,
puede guiarnos hacia una solución fundamental de los problemas reales de la
vida humana y de la sociedad.
Según la ontología del Pensamiento Unificado, a
saber, la Teoría de la Imagen Original, el núcleo de los atributos de Dios se
halla en el Corazón. En el Sungsang Original, y centrados en
el Corazón, el Sungsang Interior (i.e. intelecto, emoción y
voluntad) y el Hyungsang Interior (i.e., ideas, conceptos,
etc.) inician una acción de dar-y-recibir. De manera similar el Sungsang Original
y el Hyungsang Original (pre- materia) también inician una
acción de dar-y-recibir. Así es como Dios existe. Cuando el Propósito lo
establece el Corazón, la acción de dar y recibir resultante es la generadora de
desarrollo, la cual da lugar a la creación.
Las ontologías tradicionales están centradas en
la razón, la voluntad, la idea o en la materia misma. Además, algunas
ontologías tradicionales son monistas (solo el espíritu es sustancial o solo la
materia es sustancial), mientras que otras son dualistas (el espíritu y la
materia son sustancias independientes entre sí), y así sucesivamente. Desde la
perspectiva del Pensamiento Unificado, se puede decir que las ontologías
tradicionales no han tenido éxito en comprender adecuadamente la realidad de
los atributos de Dios y la relación entre ellos.
Por el contrario, la Teoría de
la Imagen Original del Pensamiento Unificado, explica que el propósito de Dios
al crear el mundo fue construir el Reino de los Cielos, un mundo de amor,
verdad, bondad, y belleza, y las facultades de intelecto, emoción y voluntad, y
las ideas y la materia, deben contribuir a la consecución de tal proposito.
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