CAPITULO 2 Ontología


ONTOLOGÍA


La ontología es la teoría que se ocupa de los seres creados por Dios. Tiene que ver principalmente con los atributos comunes y básicos de los seres creados, y su objetivo es analizar como los mismos actúan y existen. Por tanto el ámbito del campo de la ontología incluye a todos los seres creados. Ya que el ser humano es el señor de dominio, y tiene una posición diferente respecto a las demás cosas, será estudiado en un capítulo aparte, a saber, “La Teoría de la Naturaleza Humana Original”. Debemos señalar por tanto, que mientras que la Teoría de la Imagen Original trata de Dios, la ontología en el Pensamientos Unificado, tiene que ver, en primer lugar con las cosas. En otras palabras, la ontología de  Unificación es una teoría que da apoyo a la teoría de la Imagen Original. Por otro lado la teoría de la Imagen Original es una teoría deductiva que está basada en el Principio de Unificación. No obstante, en la ontología averiguaremos si los atributos de Dios explicados en la teoría de la Imagen Original realmente se manifiestan en todas las cosas, y si es así, en que forma lo hacen. Si demostramos que los atributos de Dios se manifiestan universalmente en todas las cosas, probaremos también la autenticidad de la Imagen Original. Por tanto, la ontología, al estar relacionada con los atributos de todas las cosas, puede ser descrita como la teoría que confirma, en términos visibles, los atributos del Dios invisible.


 Las ciencias naturales, que se ocupan de las cosas, han progresado aceleradamente. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los científicos, han observado el mundo natural desde un punto de vista puramente objetivo, sin tener en cuenta a Dios. Sin embargo, en el presente estudio de ontología, trataré de mostrar que los logros de las ciencias naturales constituyen precisamente la base sobre la que se pueden validar las teorías relativas a Dios

Según el Principio de Unificación, los seres humanos fueron creados a imagen de Dios, y las cosas a semejanza del ser humano. Con anterioridad a la creación del hombre, Dios concibió primeramente la imagen del ser humano, el cual es un reflejo de la propia imagen de Dios. Luego, utilizando como prototipo la imagen humana, y a  semejanza de ella, Dios fue formando las ideas acerca de las diferentes cosas de la creación. A esto lo llamamos la “creación por semejanza”.

Sin embargo, debido a la caída, los seres humanos y las sociedades perdieron su naturaleza original, cayendo en el caos, a pesar de que las cosas siguieran tal y como fueron creadas. Es por ello que no importa cuanto observemos a los seres humanos y las sociedades reales, nunca encontraremos en ellos el camino para resolver los problemas. Muchos santos y sabios del pasado buscaron comprender el camino de la vida, por medio de la observación del  mundo natural, y después de haber obtenido una comprensión intuitiva del camino de la vida, se dedicaron a extender sus enseñanzas. Sin embargo, fueron incapaces de aclarar como a partir del mundo natural, es posible obtener una verdad aplicable a la gente y la sociedad. La suya fue una comprensión meramente intuitiva de la verdad.

El Pensamiento de Unificación, sostiene que, debido a que todas las cosas fueron creadas a semejanza de los seres humanos, podemos conocer las características originales de los seres humanos y de la sociedad, observando el mundo natural. En la teoría de la Imagen Original, expliqué que una correcta comprensión de Dios es crucial para resolver los problemas individuales y de la sociedad. Si decimos que la comprensión correcta de los atributos de Dios constituye el primer estándar para solucionar los problemas, el segundo lo será la comprensión de los atributos de todas las cosas. La ontología, es necesaria por otra parte para la solución de los problemas del mundo de la realidad y para construir la sociedad ideal original.

En este estudio de la ontología, me ocuparé de los seres que existen, desde dos aspectos separados, a saber, desde el aspecto de imagen de existencia y desde el aspecto del modo de existencia. La imagen de existencia se refiere a la imagen de los seres que existen, a saber, los atributos que tienen los seres existentes. El modo de existencia se refiere al movimiento de aquéllos.

Primeramente estudiaré, la imagen de existencia. Este estudio incluye el cuerpo individual de verdad y el cuerpo conectado. El “cuerpo individual de verdad” describe la imagen de existencia de un ser, de manera independiente, es decir, sin considerar su relación con los demás seres. Sin embargo, todos los seres (i.e., los seres existentes) tienen relaciones mutuas entre sí. Desde la perspectiva de su relación con los demás seres, la imagen de existencia se llama el “cuerpo conectado”.

Puesto que todos los seres existentes fueron creados a imagen de Dios, la imagen de existencia de todo ser, reflejará la Imagen Divina. La Imagen Divina contiene la imagen universal y la imagen individual. Por consiguiente todo aquél ser que posee una imagen universal y una imagen individual, reflejando la Imagen Original, se llama un cuerpo individual de verdad. A continuación estudiaré la imagen universal de un cuerpo individual de verdad, a saber, su Sungsang-Hyungsang y su Yang-yin


I. La Imagen Universal del Cuerpo Individual de Verdad

A. Sungsang y Hyungsang

Cada ser creado tiene los mismos atributos que la Imagen Original, a saber, los aspectos duales de Sungsang y Hyungsang. El Sungsang contiene los aspectos inmateriales e invisibles de los seres creados, esto es los aspectos de facultad y naturaleza. El Hyungsang contiene los aspectos visibles de los seres creados, como  la masa, la estructura y la configuración. En los minerales, el sungsang es su función físico-química, y el hyungsang  la  masa, estructura, configuración, etcétera, compuesta de átomos y moléculas.

Las plantas tienen su propio sungsang y hyungsang peculiar. El sungsang peculiar a las plantas es la vida, y el hyungsang peculiar a las plantas lo forman las células y tejidos, que componen su estructura y configuración- o lo que es lo mismo, el cuerpo de la planta. La vida es la conciencia latente existente en el cuerpo, que está dotada de intencionalidad y dirección. La vida  es la capacidad que tiene un ser para crecer, y para mantener a la vez su propio control. Por tanto, se puede decir que la vida posee autonomía. Las plantas a la vez que tienen el sungsang y el hyungsang que les son característicos, también poseen los elementos de sungsang y hyungsang del nivel de los minerales. En otras palabras, las plantas contienen materia mineral.

En los animales hay aspectos de sungsang y hyungsang peculiares a los animales que existen en un nivel más alto que las plantas. El sungsang peculiar a los animales es el instinto, y su hyungsang peculiar lo constituyen los órganos sensoriales y los nervios. Los animales además tienen materia mineral, la cual contiene el sungsang y el hyungsang del nivel mineral. De otra parte, los animales poseen el nivel sungsang y hyungsang de las plantas. Todas las células y tejidos de los animales viven en ese nivel.

El ser humano tiene por un lado el aspecto de persona espiritual y por otro el de persona física. Por tanto, el sungsang y el hyungsang de los seres humanos son únicos, y de  un nivel más alto que el de los animales. El sungsang  único a los seres humanos es su “mente espiritual”, que es la mente de la persona espiritual, y su hyungsang único es su mente física, es decir la mente de la persona física. Como sabemos, el cuerpo físico contiene materia mineral. Por tanto, el ser humano incluye también  el nivel mineral sungsang y hyungsang. El cuerpo del ser humano está hecho de células y tejidos, luego también contiene el  sungsang y hyungsang  del nivel de las plantas. Como los animales, el cuerpo del ser humano está compuesto de órganos sensoriales y nervios, es decir contiene también el hyungsang correspondiente a los animales. El sungsang del nivel- animal en los seres humanos, a saber, la mente instintiva, se llama la “mente física”. La mente espiritual persigue los valores de verdad, bondad, y belleza, mientras que la mente física busca el alimento, la vestimenta, el cobijo y el sexo. Lo que llamamos “mente humana” es una combinación de la mente espiritual y la mente física.

Estudiaré a continuación la persona física y la persona espiritual de un ser humano. La persona física está compuesta de los mismos elementos que hay en el mundo natural, y su vida está limitada por un cierto periodo de tiempo. Por otro lado, la persona espiritual está hecha de elementos espirituales, que no pueden ser percibidos por nuestros sentidos físicos; no obstante, la apariencia de la persona espiritual no es diferente de la persona física. Cuando la persona física muere, la persona espiritual se despoja de ella- como pasa con un artículo de vestir cuando ya no es necesario. Una vez despojada de la persona física, la persona espiritual va al mundo espiritual,  donde continúa viviendo para siempre.

La persona espiritual está formada por las características duales de sungsang y hyungsang. El sungsang de la persona espiritual es su mente espiritual, y el hyungsang es su cuerpo espiritual. La sensibilidad de la persona espiritual se nutre de su relación mutua con la persona física. Por consiguiente, si un individuo muere después de haber practicado el amor de Dios durante su vida, en un grado suficiente en la tierra, la persona espiritual de ese individuo disfrutará de una vida de alegría llena de amor en el mundo espiritual. Por el contrario, aquellos que cometen malas acciones en la tierra, no podrán evitar después de la muerte llevar una vida de sufrimiento. En la persona física, el sungsang es la mente física, y el hyungsang  el cuerpo físico.

En suma, los seres humanos poseen los sungsang y hyungsang de minerales, plantas y animales, pero tienen además un sungsang y un hyungsang de un nivel más alto. Por consiguiente, los seres humanos pueden ser considerados como el resumen de todas las cosas o el microcosmos del universo. Por lo hasta aquí explicado, se puede observar que a medida que el nivel de los seres va elevándose, -desde los minerales, a las plantas, los animales, y los seres humanos—el sungsang y el hyungsang van haciéndose cada vez más sustanciales por capas. Llamamos a esto “la estructura estratificada de Sungsang y Hyungsang en los seres existentes”, ilustrado en la Fig. 2-1.

Hay que puntualizar, que los seres humanos no fueron creados por una simple acumulación de los respectivos sunsang y hyungsang propios a los minerales, plantas y animales, con el colofón final del sungsang y hyungsang únicos a los seres humanos. En el proceso de la creación, Dios primero concibió la idea del ser humano, como un ser de sungsang y hyungsang unidos. Su idea de los animales, plantas y minerales la creó rebajando las  dimensiones, y substrayendo elementos específicos del sungsang y hyungsang de los seres humanos. Sin embargo, en el acto creativo, Dios siguió un orden inverso—es decir, en primer lugar creó a los minerales, después a las plantas, a los animales y finalmente los seres humanos. Por ello, observando solamente el resultado, puede dar la impresión de  que el sungsang y el hyungsang fueron creados mediante una acumulación escalonada de los sungsang y hyungsang únicos a los minerales, plantas y animales. Sin embargo, en realidad esto es solo cuestión de apariencia.





 Figura 2-1 Estructura estratificada del Sungsang y el hyungsang en todos los seres 


El hecho de que el sungsang y hyungsang humanos posean una estructura escalonada o por estratos (Ver Fig. 2-1) tiene dos importantes consecuencias: En primer lugar, la estructura escalonada implica que se da una continuidad entre los diferentes estratos en el sungsang. Más específicamente, en la mente humana, compuesta de mente espiritual y de mente física, se da una continuidad entre las dos mentes. Por ello un ser humano puede controlar la mente física a través de la mente espiritual. Además, la mente humana está conectada a la vida, o autonomía. Aunque por lo general no es posible controlar los nervios autónomos a través de la mente consciente, si se  puede hacer con entrenamiento. Los practicantes del Yoga, por ejemplo, a través de la meditación pueden llegar a alterar el ritmo de los latidos de su corazón, e incluso sus pulsaciones[1]. Además, la mente humana está conectada con el sungsang y hyungsang de los minerales dentro del cuerpo. Igualmente se sabe que los seres humanos pueden tener influencia sobre los minerales (i.e.: materia) sin usar medios físicos[2]. La mente humana también está conectada externamente con el sungsang y hyungsang de las plantas y de los animales
[1] Hiroshi Motoyama, Yoga y Parasicología (en Japonés) (Tokio: Shunkyo-shinri-shupan, 1972), p.109
[2] El fenómeno de la influencia directa de la voluntad sobre la materia se llama “psicoquinesis” o “telequinesia”. “A través de la psicoquinesis la voluntad puede mover un objeto distante, puede doblar, estirar, o endurecer un metal, e incluso puede hacer que un generador de números aleatorios pierda la aleatoriedad” (M. Cazenave ed., Ciencia y Conciencia [Science and Conscioussness, trans. A. Hall y E. Callander . Oxford :Pergamon Press ,1984, p. 49] )


Se dice también que los animales, las plantas y los minerales pueden responder a la mente humana. Que los animales responden a la mente humana es bien sabido, pero ahora se ha llegado a conocer, que las plantas también son  capaces  de responder a la mente humana[1]. Además existen hoy en día estudios que indican la posibilidad de capacidad de percepción incluso en los reinos de los minerales y en las partículas elementales.[2]
[1] En 1966 Clive Baxter, un técnico americano del detector de mentiras, examinó las reacciones de una planta, acoplando los electrodos de un detector de mentiras a sus hojas. Para su sorpresa, Baxter encontró que la planta era capaz de leer su mente. Por ejemplo, cuando venía a su mente la idea de quemar las hojas, en el instante que se imaginaba la llama en su mente, incluso antes de que fuese a por las cerillas, la planta reaccionaba intensamente. Seguidamente dirigió varios experimentos y concluyó que las plantas parecen tener conciencia y sentido. Este descubrimiento de Baxter se llama “el Efecto Baxter” (Meter Tompkins & Christopher Bird, “The Secret Life of Plants” [New York : Harper and Row, Publishers, 1973], pp. 3-5)Intentos  de reproducir los tipos de comunicación entre los seres humanos y las plantas de los que Baxter informaba, también se han llevado a cabo en la antigua Unión Soviética. V.N. Pushkin y otros investigadores han confirmado que las plantas reaccionan a las emociones de una persona que se halla en un estado de hipnosis (A.P. Dubrov & V.N. Pushkin, Parapsychology and Contemporary Natural Science [Moscú, 1983] ).
 [2] Sobre este asunto, David Bohm de la Universidad de Londres dijo lo siguiente. “Puede que exista alguna clase de energía viviente en toda materia que se manifiesta en nosotros de forma diferente y que no lo hace de la misma forma en una roca. Si este fuese el caso, si hubiese alguna clase de inteligencia generalizada por toda la naturaleza, entonces la propuesta especulativa de que la materia inanimada pudiese responder a nuestro pensamiento no es tan ilógica. (Ken Wilbered, The Holographic Paradigm and other Paradoxes, [Boston : Shambhala, 1985], p. 211)También, Jean Charon, un teórico físico en la Universidad de París, dijo que los electrones y protones constituyen por sí mismos un microcosmos, y que están equipados con mecanismos de memoria y pensamiento (Mitsuo Ishikawa, The World View of New Science [en Japonés] [Tokio : Tama-shuppan 1985] pp 178-79)

En segundo lugar, la estructura estratificada del sunsang y hyungsang humanos brinda interesantes aportaciones al problema de la vida. Teístas y ateístas, se han  pronunciado una y otra vez sobre la existencia o no-existencia de Dios. No obstante debido al progreso de las ciencias naturales en estos tiempos, los que niegan la existencia de Dios (los ateístas) han partido con ventaja. Los ateístas, basándose en la ciencia natural, incapaz de probar la existencia de Dios, han afirmado que Dios no existe. No obstante, a la hora de tratar el problema de la vida no han podido negar con completa seguridad la existencia de Dios. Ello es debido a que no han sido capaces de explicar científicamente el origen de la vida. Por consiguiente, la cuestión de la vida ha llegado a ser la única asidera a la que el teísmo podía agarrase. Sin embargo, hoy en día, tal punto de apoyo está siendo amenazado por los ateístas, ya que los científicos afirman haber llegado a la etapa en la que es posible crear vida.

¿Pueden realmente los científicos crear vida? Según la biología contemporánea, el ADN (ácido desoxirribonucleico) que se halla en los cromosomas contiene cuatro clases de bases nitrogenadas, a saber, la adenina, la guanina, la citosina y la timina. La disposición de estas cuatro clases de bases constituye la información genética de una célula, que viene a ser el proyecto de un organismo vivo. La estructura y funciones de un organismo vivo están determinadas por su información genética. Por tanto se puede decir finalmente que los seres vivos, han sido formados a través del ADN. Pero, los científicos de hoy han sido capaces de sintetizar el ADN. Por consiguiente, los materialistas han llegado a la conclusión de que Dios, no es necesario para explicar el fenómeno de la vida. 

Sin embargo ¿puede decirse que el proceso de síntesis del ADN que han hecho los  científicos es lo mismo que crear vida? Desde el punto de vista del Pensamiento Unificado, la respuesta es no. Aunque los científicos han sintetizado el  ADN, ello solo quiere decir que han tenido éxito, en reproducir el aspecto hyungsang del fenómeno de la vida. La vida, hablando en propiedad, es el aspecto sungsang del fenómeno de lo vivo. Por tanto lo que los científicos han llegado a  crear, no es la vida en sí misma, sino simplemente el vehículo portador de  la vida. 

Podemos explicar este punto, utilizando el símil de la radio. Un receptor de radio es un aparato que convierte las ondas electromagnéticas en ondas de sonido. Su función es captar las ondas electromagnéticas que provienen de una estación de emisión y convertirlas en ondas de sonido. Está claro pues, que el hecho de que los científicos hayan creado la radio no implica que hayan creado el sonido. Del mismo modo, el hecho de que los científicos hayan producido el ADN, no implica que hayan creado la   vida. Simplemente han producido un vehículo que es capaz de portar o llevar la vida.

El universo es un espacio lleno de vida. La vida tiene su origen en el Sungsang de Dios.  Si aparece el vehículo capaz de llevar o acompañar la vida, entonces, y solo entonces, aparece la misma. Las moléculas especiales del ADN son las que se corresponden precisamente con ese vehículo. Tal conclusión se deduce de la estructura estratificada de sungsang y hyungsang.

B. Yang y Yin

Estudiaremos ahora las características yang y yin del cuerpo individual de verdad. Como se afirmó en la teoría de la Imagen Original, el yang y el yin son los atributos del sungsang y hyungsang. Esto significa que hay características yang-yin  en el sungsang así como características yang-yin en el hyungsang.

Tratemos primeramente las características yang-yin del sungsang y hyungsang humanos. El sungsang humano es la mente, que posee las facultades de emoción intelecto y voluntad. Hay aspectos yang y yin en cada una de  las facultades de la mente (i.e. emoción, intelecto y voluntad). Son aspectos yang del intelecto,  la claridad, la buena memoria, la capacidad de recordar,  el ingenio, etc. Son aspectos yin del intelecto la vaguedad o imprecisión, la distracción, el ensimismamiento, la falta de claridad, la gravedad, etc. Los aspectos yang de la emoción son la simpatía, la fuerza, la alegría, la fogosidad. Y los aspectos yin  de la emoción son, el desagrado, la tranquilidad, la tristeza, la serenidad, etc. Son aspectos yang de la voluntad la actividad, el empuje, la creatividad, la despreocupación, etc. Los aspectos Yin de la voluntad son la pasividad, la naturaleza comprehensiva, el conservadurismo, el cuidado, etc.

En cuanto al hyungsang, o cuerpo físico, las partes que son protuberantes, salientes, convexas, o el lado frontal, etc., constituyen los aspectos Yang, en tanto que las partes hundidas, los orificios, las partes cóncavas, y el lado de la espalda, etc. vienen a ser los aspectos Yin. Los detalles de todos estos puntos quedan ilustrados como sigue:










Figura 2-2 : Yang y Ying como atributos del Sungsang y Hyungsang del ser humano


De manera similar, los animales, plantas y minerales, contienen aspectos de yang y de yin en el Sungsang, así como aspectos de yang y de yin en el Hyungsang. Los animales unas veces se comportan activamente y otras no. Las plantas a veces crecen y a veces no lo hacen. Algunas plantas abren sus flores, y a veces las cierran. En los minerales, las funciones físico-químicas a veces actúan con intensidad, y otras veces no. Estas últimas son características yang y yin del Sungsang. Las características yang y yin del Hyungsang, son las protuberancias y los orificios, lo curvado y lo hueco, frente y espalda, luz y oscuridad, fuerte y débil, puro e impuro, caliente y frío, día y noche, verano e invierno, cielo y tierra, montaña y valle, etc.

Podemos considerar como explicado el yang y el yin en el sungsang y  hyungsang de los cuerpos individuales de verdad, sin embargo el sungsang y el hyungsang de los cuerpos individuales de verdad, no son los únicos atributos exclusivos en los que se puede encontrar yang y yin. En cada uno de los niveles de seres humanos, animales, plantas, y minerales, existe un ser sustancial yang y un ser sustancial yin. Estos son el hombre y la mujer en los seres humanos, el macho y la hembra en los animales, el estambre y el pistilo en las plantas, el anión y el catión en los minerales, y los protones y electrones en los átomos. Incluso se ha dicho que existe masculino y femenino en una bacteria unicelular.[1]
[1] Tradicionalmente, se ha considerado que los organismos unicelulares (bacteria) eran asexuados. Sin embargo en 1947, J. Lederberg y E.L. Tatum demostraron que incluso la bacteria se implica en la reproducción sexual.

Como se mencionó anteriormente, el sungsang y el hyungsang de los seres humanos poseen cada uno, los atributos de yang y yin. Esto se aplica tanto al hombre como a la mujer. ¿Qué clase de diferencia existe entonces,  entre el hombre y la mujer?

En el aspecto hyungsang, hombre y mujer son claramente diferentes el uno del otro, como lo evidencia la diferencia que hay en los cromosomas de sus células. El cuerpo del hombre tiene más elementos yang que el de la mujer, y el cuerpo de la mujer tiene  más elementos yin que el del hombre. En lo que se refiere al hyungsang, la diferencia entre hombre y mujer es una diferencia cuantitativa.

En cambio, en lo que respecta al sungsang (i.e., intelecto, emoción y voluntad) la diferencia entre hombre y mujer es una diferencia cualitativa. Como ya se explicó, ambos, el hombre y la mujer, tienen elementos yang y yin en el intelecto, elementos yang y yin en la emoción, y elementos yang y yin en la voluntad. Sin embargo con respecto  al yang y al yin, encontramos diferencias cualitativas entre el hombre y la mujer. Por ejemplo, hombres y mujeres son diferentes a la  hora de expresar la alegría, que es un aspecto yang de la emoción, y también son diferentes en la expresión de la tristeza, que es un aspecto yin de la emoción. Haré una comparación con la música vocal para entender esta diferencia. En los registros vocales altos, el tenor (masculino) y la soprano (femenino) se corresponden al yang, y en los registros bajos, el bajo (masculino) y el contralto (femenino) se corresponden al yin. En cada uno de estos, la diferencia es cualitativa. Como muestra esta comparación, la diferencia que hay entre yang y yin en el sungsang es una diferencia cualitativa, y así es como se distingue la masculinidad en el hombre y la feminidad en la mujer. 

Examinemos ahora como actuaron las funciones de Yang y de Yin en el proceso de la creación. La creación del universo se puede comparar a la interpretación de una sinfonía. Digamos que Dios ha estado interpretando una gran sinfonía que lleva por título, “La Creación del Cielo y de la Tierra”. Dios empezó con el “Big Bang” creando luego las galaxias, el sistema solar, y la tierra. En la tierra, Dios creó las plantas, los animales y finalmente a los seres humanos. En  una sinfonía, funcionan diferentes yang y yin, como tonos altos y bajos, sonidos fuertes y débiles, sonidos cortos y largos, y también instrumentos yang e instrumentos yin. De forma similar, en el proceso de la creación del universo, se puede apreciar el  funcionamiento de diferentes yang y yin.

En nuestra galaxia, existen cerca de 200 mil millones de estrellas, dispuestas en espiral. Las áreas de la galaxia donde las estrellas están más densamente concentradas son yang, y las áreas donde las estrellas escasean son yin. En la tierra, se separaron las  partes  secas de los océanos, las partes secas son yang y el océano es yin. Montañas y valles, día y noche, mañana y tarde, verano e invierno, y así sucesivamente, son todos expresiones del yang y del yin. A través de los diferentes yang -yin, se creó el universo, se formó la tierra, surgieron los seres orgánicos con vida, y finalmente apareció la humanidad

Las actividades humanas también se llevan a cabo a través de las funciones de yang y yin. La familia se forma a través de la armonía entre el marido y la esposa. En la creación artística, se precisa armonía entre los trazos fuertes y los débiles, los colores claros y oscuros, y entre los volúmenes grandes y pequeños.

Así es como funcionan el yang y el yin en el sungsang y hyungsang, tanto en la creación del universo como en las actividades de la sociedad humana. La acción armoniosa del Yang-Yin, es un factor indispensable para la variedad, el desarrollo, y la expresión de la belleza.

II. Sujeto y Objeto

He explicado que un cuerpo o encarnación individual de verdad posee la imagen universal, la cual consiste de sungsang - hyungsang, y de yang - yin. Sungsang y hyungsang y también Yang y Yin, existen en relaciones de sujeto y objeto. Un cuerpo individual de verdad, que es un ser creado, posee otro tipo de pares sujeto-objeto además de los ya citados de sunsang-hyungsang y  yang-yin. Es el que forman el elemento principal y el elemento subordinado (o  ser principal y  ser subordinado). Esto es debido a que el mundo creado es espacial y temporal por naturaleza.

Por ejemplo, las relaciones entre padres e hijos en la familia, entre profesores  y alumnos en la escuela, entre el sol y la tierra en el sistema solar, y entre el núcleo y el citoplasma en las células, no son relaciones de sungsang-hyungsang ni de yang-yin. Son, relaciones de elemento principal y elemento subordinado, o de ser principal y ser subordinado. Esto nos enseña  que hay tres clases de relaciones de sujeto y objeto en los cuerpos individuales de verdad, a saber, Sungsang y Hyungsang, Yang y Yin, y elemento (ser) principal  y elemento (ser) subordinado. Todas ellas reflejan las relaciones de sujeto y objeto en las características duales de Dios.

Sujeto y objeto son entre sí: central y dependiente, activo y pasivo, dinámico y estático, creativo y conservador, iniciador y respondiente, extrovertido e introvertido, etcétera. Esto no significa que los elementos principales y subordinado, deban tener todas esas relaciones a la vez. A veces pueden estar en la relación de central y dependiente, otras en la de activo y pasivo y así sucesivamente. Hablando de una forma general, en la relación entre sujeto y objeto, el sujeto es el que ejerce dominio sobre el objeto, y el objeto el que recibe el dominio del sujeto.

A. El Sistema de Cuerpos Individuales de Verdad en el Mundo Creado

En cada existencia hay una relación correlativa entre sungsang y hyungsang, entre Yang y Yin, y entre Elemento (ser) Principal y Elemento (ser) Subordinado. Esto lo explicaremos a través de unos cuantos ejemplos de cuerpos individuales de verdad en sus diferentes niveles, desde el mundo más amplio (macrocosmos) al más pequeño de las partículas elementales (microcosmos).

El cosmos es por sí mismo un cuerpo individual de verdad. El cosmos se compone de mundo espiritual y de mundo físico (el mundo físico es llamado también “el universo”). El mundo espiritual es el mundo invisible, y el mundo físico es el mundo visible. Estos dos mundos existen en una relación de sujeto y objeto. En este caso concreto, la relación de sujeto y objeto es de Sungsang y Hyungsang.

El universo (i.e., el mundo físico) es a su vez un cuerpo individual de verdad. El universo tiene un centro, y alrededor de él giran cerca de 200 mil millones de galaxias (o nebulosas). En este caso, el centro del universo es el elemento principal, y cada galaxia el elemento subordinado. Una galaxia es también un cuerpo individual de verdad. La galaxia en  que vivimos, por ejemplo, se compone de un núcleo y de unas 200 mil millones de estrellas. El núcleo galáctico es el elemento principal, y las estrellas son los elementos subordinados. Estas dos clases de elementos existen en la relación de sujeto y objeto.

Nuestro sol es una de las estrellas de la galaxia. El sistema solar es asimismo un cuerpo individual de verdad. El sistema solar está formado por el sol y los planetas. El sol y los planetas se hallan en las posiciones respectivas de elemento principal y elemento subordinado, formando una relación de sujeto y objeto. La tierra, como uno de los planetas del sistema solar, es también un cuerpo individual de verdad. La tierra tiene un núcleo, y una superficie y su corteza. Así hay un elemento principal (núcleo) y un elemento subordinado (superficie y corteza), formando una relación de sujeto y objeto.

La superficie de la tierra puede ser considerada también como un cuerpo individual de verdad. La superficie de la tierra está formada por las cosas de la naturaleza, y en ella viven los seres humanos. Los seres humanos son el elemento principal (el sujeto) y las cosas de la naturaleza son los elementos subordinados (el objeto). Los seres humanos forman naciones, las cuales son cuerpos individuales de verdad, que a su vez consisten de gobierno y pueblo, siendo el gobierno el elemento principal (el sujeto) y  el pueblo el elemento subordinado (el objeto).

La familia, también, es un cuerpo individual de verdad, formado por padres e hijos, o por marido y esposa. Los padres y los hijos están individualmente en la relación de principal y subordinado, mientras que el marido y la esposa se encuentran en la relación de yang y yin como individuos. Padres e hijos están en la relación de sujeto y objeto. Marido y esposa también están en la relación de sujeto y objeto. Una persona como individuo, es también un cuerpo individual de verdad, compuesto de persona espiritual y de persona física. En este caso, la persona espiritual y la persona física están en la relación de sujeto y objeto, formando una relación de sungsang y hyungsang.

Volviendo a la persona física, ésta consiste de mente física y de cuerpo físico,  en la relación de sujeto y objeto respectivamente. En el cuerpo humano, cada célula es un cuerpo individual de verdad, con el núcleo como  elemento principal y su citoplasma como elemento subordinado. El núcleo de la célula a su vez, es un cuerpo individual de verdad, que está compuesto por los cromosomas, como elemento principal y el jugo nuclear, como elemento subordinado. Profundizando más, cada cromosoma es un cuerpo individual de verdad, formado por el ácido desoxirribonucleico (ADN), el elemento principal, y por las proteínas que son el elemento subordinado. El ácido nucleico es una molécula, que también es un cuerpo individual de verdad, compuesto por las bases nitrogenadas (púricas y pirimidínicas)   como el elemento principal y azúcares (ribosa y desoxiribosa) y fosfatos como el elemento subordinado. Las bases, los azúcares y los fosfatos están formados por átomos. Un átomo es un cuerpo individual de verdad, formado por los protones que son el elemento principal y los  electrones que son el elemento subordinado. Los átomos están formados por partículas elementales. Una partícula elemental es también un cuerpo individual de verdad, con un elemento principal y un elemento subordinado.

Existen por consiguiente, muchos niveles de cuerpos individuales en el universo, desde las partículas elementales en el microcosmos, hasta los cuerpos celestiales del macrocosmos, incluyendo el cosmos. Cada uno de ellos está compuesto de elementos correlativos de sujeto y objeto. Si se observa un cuerpo individual de verdad, desde el punto de vista del cuerpo individual de nivel más alto, el del nivel inferior no es sino un componente del que está en el nivel más alto. Por ejemplo, el sistema solar es un cuerpo individual de verdad, que consiste del sol y los planetas: Sin embargo visto desde el punto de vista de la galaxia (un cuerpo individual de verdad de un nivel más alto) es un componente de la galaxia. Esto significa que “cuerpo individual de verdad” es un concepto relativo. Además sujeto y objeto, son también conceptos relativos. Por ejemplo, el sol es sujeto en relación con los planetas, sin embargo en la galaxia su posición es la de objeto con respecto al núcleo de la galaxia. El sistema progresivo de cuerpos individuales de verdad y de elementos correlativos de sujeto y objeto, queda expuesto en la Fig 2-3.

B. Tipos de Sujetos y Objetos

Los conceptos de sujeto y objeto en el Pensamiento Unificado, no se corresponden con los conceptos de sujeto y objeto utilizados en la filosofía tradicional. Esta diferencia la estudiaremos a continuación.

Desde una perspectiva epistemológica, “sujeto” en la filosofía tradicional se refiere a aquél que conoce, es decir, la conciencia o el yo, mientras que el objeto se refiere a lo que es conocido. Por tanto, se entiende como sujeto lo que existe dentro de la conciencia, y por objeto lo que existe fuera de ella (la materia). Desde una perspectiva ontológica, o por practicidad, el sujeto en la filosofía tradicional, es el ser existente con conciencia (i.e., un ser humano), mientras que el objeto es el ser que está frente al sujeto. En resumen, en la filosofía tradicional, se entiende por sujeto y objeto la relación entre la conciencia (o ser humano) y la cosa que tiene ante sí.




 Figura 2-3. El sistema de los cuerpos individuales de verdad y los elementos correlativos dentro del cuerpo individual de verdad en cada nivel.


En el Pensamiento Unificado, los conceptos de sujeto y objeto tienen un significado diferente. No se refieren tan solo a la relación entre un ser humano y una cosa, sino  también a la relación entre dos seres humanos, y a la relación entre una cosa y otra. Estas relaciones pueden ser de cuatro tipos:

1. Tipo Original.
La relación de tipo original es la relación que es eterna y universal desde la perspectiva de la creación de Dios. Son ejemplos del tipo original, las relaciones entre padres e hijos, marido y esposa, profesores y alumnos, estrellas y planetas, núcleo y citoplasma, y protones y electrones.

2. Tipo Temporal:
Las relaciones que duran un tiempo limitado, son de tipo temporal. Esta clase de relaciones se suceden con frecuencia en el día a día. Un ejemplo puede ser la relación entre el conferenciante y su audiencia, en una conferencia. Incluso en las relaciones de tipo original, las posiciones pueden a veces ser invertidas, creándose una relación de tipo temporal. Por ejemplo, en la familia, la esposa puede a veces tomar la responsabilidad del marido, y los hijos la de los padres. Estas relaciones pueden ser consideradas como de tipo temporal. Sin embargo incluso en estos casos, el tipo original no desaparece totalmente, son simplemente relaciones de tipo temporal basadas en el tipo original.

3. Tipo Alternativo:
Se dice que la relación es de tipo alternativo cuando el sujeto alterna su posición con la del objeto. Un ejemplo de ello son dos personas hablando entre sí, la que habla es el sujeto, y la que escucha el objeto. Sin embargo, en un diálogo la persona que habla y la persona que escucha pueden alternar sus posiciones- por consiguiente esta es una relación de tipo alternativo.

4. Tipo Arbitrario:
En ciertas relaciones, el ser humano es el que decide arbitrariamente que elemento es sujeto y cual objeto. Son las relaciones de tipo arbitrario. Por ejemplo, en la relación entre los animales y las plantas, los animales desprenden dióxido de carbono, el cual es absorbido por las plantas, y las plantas a su vez, desprenden oxígeno, que es absorbido por los animales. Desde la perspectiva del flujo de oxígeno, las plantas pueden ser consideradas como sujeto, pero desde la perspectiva del flujo de dióxido de carbono, los animales, pueden ser consideradas como sujeto. Estos y casos similares entran dentro del tipo arbitrario.

C. La Acción de Dar-y-Recibir

Cuando se forma una relación correlativa, ya sea entre dos elementos dentro de un ser, o bien entre un ser y otro, que tiene por centro un propósito común se produce una relación de dar y recibir, de un determinado elemento o fuerza. A través de esta acción las entidades implicadas mantienen su existencia, y son capaces de moverse, cambiar y desarrollarse. Esta clase de acción entre sujeto y objeto es llamada la “Acción de Dar-y-Recibir”.

Por ejemplo, cuando los estudiantes se matriculan en una escuela, se establece una relación correlativa entre estudiantes y profesores. Los profesores proporcionan la instrucción, y los estudiantes adquieren los conocimientos. Esto se llama la acción de dar-y-recibir. A través de esta acción se trasmiten técnicas y conocimiento, y además se forma la personalidad del estudiante.

El ejemplo que sigue puede explicar el significado de relación correlativa. Cuando un hombre y una mujer se conocen mutuamente, por cualquier circunstancia o  acuerdo, forman lo que se llama una “relación correlativa”. Si con posterioridad se casan, forman una familia, y viven una vida de amor, en una “acción de dar-y-recibir”. El sistema solar es otro ejemplo: el sol y los planetas han estado en una relación correlativa desde hace 460 mil millones de años, manteniendo el sistema solar, y atrayéndose mutuamente por medio de la gravitación universal. Este es otro ejemplo de la acción de dar-y-recibir.

En Dios hay dos aspectos: el aspecto que preserva la identidad, y el aspecto que genera el desarrollo. En el aspecto preservador de la identidad, el Sungsang Original y el Hyungsang Original tienen una acción de dar-y-recibir centrada en el Corazón, formando una unión y existiendo para siempre. En el aspecto generador de desarrollo, el Sunsang Original y el Hyungsang Original inician una acción de dar-y-recibir centrada en el propósito (i.e., el propósito de la creación), formando un cuerpo multiplicado, o ser creado. A la primera relación la llamamos “acción de dar-y-recibir preservadora de la identidad”, y a la segunda “acción de dar y recibir generadora de desarrollo”.

De forma semejante, en el mundo creado existen acciones de dar-y-recibir preservadoras de identidad, y acciones de dar-y-recibir generadoras de desarrollo. Por ejemplo, en el caso de nuestra galaxia, existe una acción de dar y recibir entre el núcleo y las cerca de 200 mil millones de estrellas, que están centradas en el núcleo. La forma de la galaxia se asemeja a  la de una lente convexa y es constante, y las estrellas realizan movimientos giratorios y mantienen sus propias órbitas particulares. Desde esta perspectiva, la galaxia tiene un aspecto incambiable. Por otro lado, se sabe que en un comienzo la galaxia giraba lentamente, pero a medida que pasó el tiempo, lo hizo cada vez más deprisa. Es sobradamente conocido también que las estrellas antiguas mueren y que nacen otras nuevas. Por tanto, en la galaxia se producen los dos aspectos: el de la acción de dar-y-recibir que preserva la identidad, y el de la acción de dar-y-recibir generadora de desarrollo.

Además, dentro del Sungsang de Dios (i.e., el Sungsang Original), el Sungsang Interno y el Hyungsang Interno pueden tener una acción de dar-y-recibir, centrada en el Corazón  o tenerla centrada en el propósito, lo que resulta en la “unión” en el primer caso , o bien en el “nuevo cuerpo” (i.e., un cuerpo multiplicado) en el segundo. Estas constituyen cada una, una “acción interna de dar-y-recibir”. Por otro lado, entre el Sungsang Original y el Hyungsang Original, también es posible una acción de dar-y-recibir centrada en el Corazón, y una acción de dar-y-recibir centrada en el propósito, para formar según el caso una “unión” o un “nuevo cuerpo”, respectivamente. Entonces se tratará de una “acción externa de dar-y-recibir”.

Este patrón de acción en dos-etapas, a saber, la acción interna de dar-y-recibir, y la acción externa de dar y recibir, está basado en la estructura en dos-etapas de Dios, y se aplica directamente al mundo creado. Por ejemplo, en la relación entre un ser humano y las cosas, el ser humano, por medio de una acción interna de dar-y-recibir, comienza a pensar, y luego a través de la acción externa de dar-y-recibir, conoce las cosas y ejerce dominio sobre ellas. En la sociedad humana, la acción de dar-y-recibir entre la mente espiritual y la mente física de un ser humano, es una acción interna de dar-y recibir, mientras que la acción de dar y recibir entre un ser humano y otro es una acción externa de dar y recibir.

Hay cinco tipos de acción de dar-y-recibir, que explicaremos a continuación. Lo que distingue un tipo de otro reside en si el sujeto y el objeto son, o no son, conscientes de su relación.

1. Tipo de Conciencia Bilateral.
En un aula, el profesor es el sujeto y los estudiantes son los objetos, y en la acción de dar y recibir resultante las dos partes son conscientes. Esta es la acción de dar y recibir del tipo de conciencia bilateral. El sujeto y el objeto pueden ser conscientes los dos, no solo en las relaciones entre un hombre y otro, sino también en la relación entre un hombre y un animal o incluso entre un animal y otro

2. Tipo de Conciencia Unilateral
Cuando un profesor escribe en la pizarra, la acción de dar y recibir tiene lugar, entre el profesor y la pizarra. En este caso, el profesor actúa conscientemente, pero la pizarra no. Solo un lado (el sujeto) tiene conciencia, mientras que el otro (el objeto) no la tiene. Esta es la acción de dar y recibir del tipo de Conciencia Unilateral.

3. Tipo Inconsciente.
Los animales cuando respiran inhalan oxígeno y desprenden dióxido de carbono. Por otro lado, las plantas absorben dióxido durante el día y liberan oxígeno. En este ejemplo, los animales no desprenden conscientemente el dióxido de carbono en beneficio de las plantas, ni las plantas desprenden conscientemente el oxígeno para servir a los animales. Ambas partes actúan inconscientemente mientras intercambian el dióxido y el oxígeno. Los casos en que las dos partes inician una acción de dar-y-recibir de forma inconsciente, aún cuando una  de las dos tenga conciencia, se llama acción de dar-y-recibir del tipo Inconsciente

4. Tipo Heterónomo
Cuando ni el sujeto ni el objeto poseen conciencia, y ambos son inducidos por la voluntad de un tercero a participar en una acción de dar-y-recibir, la relación se llama acción de dar-y-recibir del tipo heterónomo. Por ejemplo, el sol y la tierra comienzan una acción de dar-y-recibir de acuerdo con el propósito de la creación de Dios, sin ser conscientes de ello. Esta es la acción de dar-y-recibir de tipo heterónomo. En otro ejemplo, las diversas partes de un reloj entran mutuamente en una acción de dar-y-recibir  de acuerdo con la voluntad de la persona que las hizo. Tales clases de acciones de dar-y-recibir son  del tipo heterónomo.

5 Tipo de contraste (Tipo colación)
Cuando comparamos dos o más cosas y descubrimos entre ellas armonía,  podemos considerar que intervienen en alguna clase de acción de dar-y-recibir. Esta es la  llamada acción de tipo de contraste, o de tipo de comparación. En esta relación, el observador humano es el que determina, (consciente o inconscientemente) que un elemento sea  sujeto y el otro objeto, al compararlos, haciendo que participen en una acción de dar-y-recibir.
La apreciación de arte es un caso típico de acción de dar y recibir del tipo de contraste. Al crear una obra de arte, el artista ajusta y contrasta los colores, los tonos de las luces, los sonidos y demás, con el fin de armonizar estos elementos. En la apreciación del arte, el espectador, ante la obra de arte (un cuadro, una pieza musical) contrastará también los diversos elementos de la obra de arte a fin de hallar armonía entre ellos.
La acción de dar-y-recibir del tipo de contraste se aprecia también en el proceso del pensamiento. Por ejemplo, el juicio “esta flor es una rosa” se hace considerando a “esta flor” como el sujeto y “una rosa” como el objeto, estableciendo después un contraste o comparación entre ambos. En el proceso de la cognición, el contraste tiene lugar entre los estímulos sensoriales que vienen del mundo de fuera (tales como formas, colores fragancias) y los prototipos que existen dentro del ser humano. En la epistemología de Unificación, este proceso es conocido como “colación”, y es un ejemplo de acción de dar-y-recibir del tipo de contraste.

D. Correlativos y Opuestos

Como afirmé anteriormente, en cada cuerpo individual de verdad, siempre existen elementos pares de sujeto y objeto. Llamamos a estos pares de elementos “correlativos”.  El sujeto y el objeto mantienen una relación correlativa centrada en el propósito, formando una unión o bien  un cuerpo multiplicado. En el Pensamiento Unificado llamamos a esto la “ley de la acción de dar-y-recibir”, o simplemente “ley de dar-y-recibir” Esta posición contrasta con la del materialismo dialéctico, que afirma que dentro de cada ser existen  “opuestos”, o “elementos contradictorios”, y que las cosas solo se desarrollan a través de la lucha entre estos opuestos.

¿Existen y se desarrollan las cosas por medio de una acción armoniosa de dar-y-recibir entre correlativos, (como afirma el Pensamiento Unificado), o lo hacen a través de la lucha entre opuestos (como afirma el materialismo dialéctico)? Habría que decir primeramente que el Pensamiento Unificado y el materialismo dialéctico coinciden en un punto, a saber, en todos los seres siempre hay dos elementos. Para determinar si lo que existe entre ellos es una armoniosa acción de dar y recibir o por el al contrario  una lucha, es necesario averiguar si hay entre ambos un propósito común. Si hay un propósito común, diremos que tendrán una armoniosa acción de dar-y-recibir, y que los dos elementos son correlativos. Si no hay un propósito común, deberemos concluir que los dos elementos son opuestos. Otra forma sería examinar si la relación que resulta entre los dos elementos es armoniosa o conflictiva. Si encontramos que la relación es armoniosa, entonces podemos decir que es una acción de dar-y-recibir. Si es conflictiva, será una acción dialéctica.

Marx aseguraba que las cosas se desarrollan a través de la dialéctica. Pero él solo se preocupó de los problemas sociales, y no dio un solo ejemplo que probase que los fenómenos naturales se desarrollaran a través de la lucha de opuestos. De esta manera, para compensar esta debilidad en el pensamiento de Marx, Engels estudió las ciencias naturales y compiló sus conclusiones en los libros La Dialéctica de la Naturaleza y El Anti-Dühring. En el último, Engels, anunció que había llegado a la conclusión de que la naturaleza es la “prueba de la dialéctica.”[1]
[1] Frederick Engels, Anti-Dühring  (Moscow: Progress Publishers 1969). P.33

Sin embargo, al examinar detalladamente los fenómenos naturales que menciona  Engels, lo que se encuentra en ellos no es lucha, sino en su lugar, acciones armoniosas centradas en un propósito común. (Una explicación más detallada sobre este punto ha sido dada por el autor en su libro El Fin del Comunismo, por lo que es omitida aquí). Según esto, no se puede decir que la naturaleza sea la “prueba de la dialéctica”, sino que más bien la naturaleza es la “prueba de la acción de dar-y-recibir”. Tales luchas existen, pero solo entre los seres humanos en la sociedad humana. Sin embargo esto es el resultado de la caída humana.

III. La Imagen Individual del Cuerpo Individual de Verdad

Cada cuerpo individual de verdad, tiene además de la imagen universal, unos atributos únicos que le son propios. Estos atributos únicos constituyen la imagen individual del cuerpo individual de verdad, y ni que decir tiene que esta imagen individual se produce en la Imagen Individual de la Imagen Original.

A. Individualización de la Imagen Universal

La imagen individual no es una imagen que está separada de la imagen universal. En realidad es la imagen universal concretada, o individualizada. Ya que la imagen universal se compone de sungsang-hyungsang, y de yang-yin, la manifestación diferente de estos atributos en cada uno de los seres creados, no es otra cosa que la imagen individual de ese ser individual en particular. En el caso de los seres humanos, la personalidad (sungsang) y la apariencia física (hyungsang) de cada individuo, son siempre diferentes. Además, el yang-yin del sungsang y el yang- yin del hyungsang, varían también entre un individuo y otro. Por ejemplo, la emoción de la alegría (una emoción yang) se expresa de forma diferente en individuos diferentes, así como la emoción de la tristeza (una emoción yin). La nariz (una parte yang del cuerpo) difiere en forma y tamaño de una persona a otra. La overtura de un oído (una parte yin del cuerpo), también es diferente.

      B. La Diferencia Específica y la Imagen Individual.

Las características que una clase de cosas tienen en común se llaman las “características taxonómicas”, y entre las diferentes especies que pertenecen al mismo género, las características taxonómicas propias a una  cierta especie, son la “diferencia específica” de esa especie. Por consiguiente, las características taxonómicas de un ser vivo en particular, son una combinación de las diferencias específicas de los diferentes niveles.

Consideremos por ejemplo, el caso de un ser humano. Como un organismo vivo, el ser humano posee la diferencia específica (i.e., las características taxonómicas) de un animal antes que la de una planta. Además, como un animal, el ser humano posee la diferencia específica de un vertebrado antes que la de un invertebrado. Como vertebrado, el ser humano posee la diferencia específica de un  mamífero antes que la de un pez o la de un reptil. Como mamífero, el ser humano posee la diferencia específica de un primate antes que la de un carnívoro o roedor. Como un primate, el ser humano  posee la diferencia específica de un homínido antes que la de un simio. Como un homínido, el ser humano posee la diferencia específica de Homo antes que la de un hombre-mono. Finalmente, como Homo, el ser humano posee la diferencia específica de un Homo Sapiens antes que la de un hombre primitivo.

Así pues, las características taxonómicas de un ser humano incluyen las diferencias específicas de los siete niveles, a saber, el reino, el tipo o Phylum, la clase, el orden, la familia, el género y la especie. Las cualidades especiales de un individuo, a saber, la imagen individual, se establecen sobre el fundamento de  esas diferencias específicas en los siete niveles. Considerándolo desde el punto de vista de la teoría de la evolución, se podría decir que la imagen individual se añade a las características taxonómicas de un ser humano, el cual abarca las diferencias específicas de los  siete niveles.

Las diferencias específicas de esos siete niveles en los seres humanos, son una clasificación que los biólogos han hecho, por motivos prácticos. Dios, sin embargo, no creó a los seres humanos, añadiendo capa por capa diferencias específicas. Según el Principio de Unificación, Dios creó todas las cosas a imagen y reflejo del carácter y forma de los seres humanos, que fueron creados con posterioridad[1]. Cuando creó el universo, Dios primero pensó en el hombre. Sin embargo, el ser humano fue el último en ser creado.  Esto significa que Dios creó el concepto de todas las cosas, tomando la imagen del ser humano como estándar o modelo. Tomando el concepto del ser humano como prototipo, Dios concibió los animales. Después, basándose en el concepto de los animales, concibió las plantas, y basándose en el concepto de las plantas, desarrolló el concepto de los cuerpos celestiales y de los minerales. Por consiguiente en el proceso de los conceptos o ideas, Dios desarrolló la noción de los seres humanos, luego la de los animales, después la de las plantas y finalmente la de los minerales, procediendo de arriba a abajo. Sin embargo, en cuanto a la creación real, el orden del universo fue justo el opuesto. Más concretamente, Dios creó primero los minerales y los cuerpos celestiales, luego las plantas, los animales, y finalmente los seres humanos, procediendo de abajo a arriba.
[1] En el Principio Divino se dice: “antes de crear al hombre, Dios hizo todas las cosas a imagen y semejanza del carácter y la forma del hombre”.

Cuando Dios creó, no concibió al ser humano, como acumulación de las diferencias específicas, sino que primero concibió al ser humano con todos los atributos de Dios (sungsang y hyungsang, y yang y yin). Por otro lado, la idea o concepto que vino a la mente de Dios no fue la de un hombre o una mujer en abstracto, sino la de un hombre específico (Adán) y la de una mujer específica (Eva), con sus imágenes individuales específicas. A continuación Dios sustrajo ciertas cualidades y elementos de Su concepción del ser humano y las transformó, creando así las concepciones de los diferentes animales. De igual forma, Dios sustrajo ciertas cualidades y elementos de Su concepto de los animales y transformándolos creó las concepciones de las diversas plantas. Asimismo, Dios sustrajo ciertas cualidades y elementos de la idea o concepto de las plantas y transformándolos desarrolló las concepciones de los diferentes cuerpos celestiales y minerales.

Con respecto a los animales, Dios empezó a partir de los más grandes y sustrayéndoles cualidades y elementos y transformándolos, fue desarrollando gradualmente las concepciones de los animales más bajos y simples. (Lo mismo se puede decir de las plantas). Según todo esto, cuando alguien observa solo los resultados de la creación, puede tener la impresión de que las diferencias específicas en el  orden de los animales, se han ido acumulado progresivamente, capa sobre capa, en los seres humanos, sin embargo esto no es más que la apariencia.

En lo que respecta al mundo microscópico (e.g.; moléculas, átomos y partículas elementales) es necesario puntualizar  que las imágenes individuales no se aplican en el caso de las características específicas de cada molécula individual, átomo, o partícula elemental. En su lugar la imagen individual se aplica a las características específicas de cada categoría de moléculas, átomos y partículas elementales. En este caso, pues, la imagen individual es idéntica a la diferencia específica. En el caso del reino mineral, cada una de las cosas hechas de minerales (e.g., una montaña, un río, un cuerpo celestial) posee su propia imagen individual. Sin embargo en lo que respecta a los elementos minerales, la imagen individual de cada elemento no es otra que su diferencia específica.

C. La Imagen Individual y el Ambiente 

La imagen individual es aquella cualidad especial que cada ser posee por naturaleza, sin embargo cada ser, además, es susceptible de experimentar cambios en su interacción con el ambiente. Esto es así porque en cada ser, como ocurre en la Imagen Original, existen dos aspectos, uno que preserva la identidad y otro que genera el desarrollo, y ambos aspectos están unidos. El aspecto preservador de la identidad es el aspecto incambiable, y el aspecto generador del desarrollo es el aspecto cambiable. De los dos, el aspecto incambiable es el esencial, y el aspecto cambiable el secundario. Desde el punto de vista de la genética, la imagen individual se corresponde con el carácter hereditario. En el curso de crecimiento de un ser, la imagen individual del mismo experimenta cambios parciales a causa de su continua acción de dar y recibir con el ambiente. La parte de la imagen individual que cambia es lo que en genética se llama el carácter adquirido.

T.D. Lysenko (1898-1976) realizó experimentos, a través de un proceso llamado vernalización, con el objeto de cambiar el trigo de la variedad de otoño en el de la variedad primavera y afirmó que las cualidades especiales de los seres vivos podían alterarse con el ambiente. Al mismo tiempo, descartó como mera metafísica, las teorías genéticas de Mendel y Morgan, las cuales apreciaban en los seres vivos un carácter incambiable, heredado a través de los genes. Lysenko negó los aspectos incambiables de los seres vivos y enfatizó solo los cambiables en la interacción con el ambiente. La teoría de Lysenko fue recibida con el beneplácito de J.V.Stalin (1879-1953) hasta el punto de que en la Unión Soviética los seguidores de Morgan y Mendel fueron proscritos. Sin embargo, a través de experimentos posteriores, se demostró que la teoría de Lysenko, estaba equivocada, con lo que se reafirmó la certeza de la teoría de Morgan y Mendel. Al final, llegó a ser evidente que la de Lysenko había sido una teoría al dictado del gobierno Soviético, cuyo objetivo era simplemente justificar el materialismo dialéctico.

En lo que se refiere a la imagen individual, queda aún por aclarar  si el ambiente determina o no la naturaleza humana. El comunismo asegura que el ser humano es producto del ambiente, insistiendo en que un líder por ejemplo como V.I. Lenin (1870-1924) solo pudo nacer en las circunstancias de la Rusia de su tiempo. Sin embargo desde la perspectiva del Pensamiento Unificado, el ser humano es el sujeto y gobernador del ambiente. Desde esta perspectiva, una persona dotada desde su nacimiento con un destacado carácter individual, llega a ser un líder con el último fin de dominar el entorno o ambiente. Por lo tanto, en el caso de la revolución Rusa, se debe de entender que Lenin, al liderar la revolución Comunista en Rusia, estaba en esa situación.





       IV. El Cuerpo Conectado

El cuerpo individual de verdad contiene dentro de sí, los dos elementos correlativos de sujeto y objeto centrados en un propósito, y estos dos elementos se unen a través de la acción de dar-y-recibir. Además de esto, un cuerpo individual de verdad puede dar lugar a una relación de sujeto y objeto con otro cuerpo individual de verdad, e iniciar con él una acción de dar y recibir. Cuando ésa es la relación, el cuerpo individual de verdad se llama  un “cuerpo conectado”.

A. El Cuerpo Conectado y el Propósito Dual

Desde la perspectiva del propósito, el cuerpo conectado es un ser individual con un propósito dual, a saber, el “propósito para el individuo” y el “propósito para el conjunto”. El propósito para el individuo es  mantener y desarrollar su propia existencia como ser individual. El propósito para el conjunto es contribuir a la existencia y desarrollo del conjunto.

Como ejemplos de propósito dual, consideremos el sistema existente en el mundo creado, desde el nivel de las partículas elementales hasta el universo.

Las partículas elementales existen con el propósito de formar moléculas, y al mismo tiempo   para mantener su propia existencia como partículas elementales. Los átomos existen con el propósito de formar moléculas, y al mismo tiempo para mantener su propia existencia como átomos. Las moléculas existen con el propósito de formar las células, y al mismo tiempo para mantener su propia existencia como moléculas. Las células existen con el propósito de formar los tejidos y órganos, así como para mantener su existencia como células. Los átomos y las moléculas existen además con el propósito de formar minerales, los cuales constituyen la forma de todos los cuerpos materiales, entre ellos la tierra. La tierra existe con el propósito de formar el sistema Solar, y también para mantener su existencia como la tierra. El sistema Solar existe para el propósito de formar el universo, y al mismo tiempo para mantener su existencia como sistema solar. La galaxia existe con el propósito de formar el universo, y al mismo tiempo para mantener su existencia como galaxia. Además, el universo existe por el beneficio de la humanidad,  manteniendo al mismo tiempo su propia existencia como  universo.

De esta manera, todos los seres creados tienen un propósito dual, a saber, el propósito por el conjunto y el propósito por el individuo. Entre los diversos propósitos para el conjunto ¿cuál es el propósito más alto? En el mundo creado, el propósito más alto es existir en beneficio de los seres humanos. Para los seres humanos, el propósito más grande es  servir a Dios. Por consiguiente, todos los seres creados, desde las partículas elementales hasta el universo y el hombre, existen como cuerpos conectados con propósitos duales. Dentro del propósito para el conjunto, hay dos tipos de propósito, a saber, el “propósito sungsang para el conjunto” y el “propósito hyungsang para el conjunto”. Por ejemplo, la tierra aunque tiene por un lado el propósito de formar el sistema solar, tiene también el propósito de servir de lugar de morada a los seres humanos. En el caso de los electrones, éstos giran alrededor del núcleo para formar un átomo, pero además tienen el propósito de servir a los seres humanos, al formar  todas las cosas, que existen para servir a los seres humanos, como los objetos de dominio del hombre.

De este modo, cada nivel de los seres creados, desde las partículas elementales hasta llegar al universo- existe con el propósito de formar parte de un ser de un nivel más alto, y también con el propósito de servir a la humanidad. El primer propósito se llama el “propósito Hyungsang para el conjunto” y el segundo el “propósito Sungsang para el conjunto”.

Esto queda ilustrado en el esquema de la figura 2-4




Figura 2-4 El sistema de propósitos por el conjunto en los seres creados


B. El Cuerpo Conectado y la Imagen Original.

Ya vimos previamente que la Imagen Original existe como una estructura en dos-etapas,  a saber, el Fundamento Interno de Cuatro Posiciones y el Fundamento Externo de Cuatro Posiciones. En el mundo creado, todos los seres existen de forma similar, como la estructura en dos-etapas, manteniendo fundamentos internos de cuatro posiciones como cuerpos individuales de verdad y formando a la vez, fundamentos externos de cuatro posiciones con otros cuerpos individuales de verdad.

En los seres humanos, se forma un fundamento interno de cuatro posiciones a través de la acción de dar-y-recibir entre la mente espiritual y la mente física, y  un fundamento externo de cuatro posiciones mediante la acción de dar y recibir con las demás personas. Los seres humanos deben de mantener de forma armoniosa los dos fundamentos de cuatro posiciones: el interno y el externo. Dicho de otro modo, la forma más adecuada de vivir, es llevar una vida de valores (formando fundamentos internos de cuatro posiciones) y llevar una vida de amor hacia los demás (formando fundamentos de cuatro posiciones externos). Al formar fundamentos externos  de cuatro posiciones, el ser humano inicia acciones de dar y recibir con su prójimo en seis direcciones, a saber, arriba y abajo, frente y espalda, e izquierda y derecha. Si tomamos a un individuo como el centro, por encima tendrá sus padres, a sus superiores y a sus mayores. Debajo estarán sus hijos, sus subordinados, y   sus menores. De frente tendrá a sus líderes, a sus colegas más experimentados, y a sus profesores. A la espalda, tendrá a sus seguidores, a sus colegas menos experimentados, y a sus discípulos. A la derecha estarán sus hermanos y hermanas, sus amigos, y  sus compañeros de trabajo. A la izquierda tendrá a sus oponentes, a los competidores, y a las personas incompatibles. La forma de vida original para los seres humanos es tener relaciones armoniosas y completas en las seis





 Figura 2-5 las seis direcciones de las relaciones humanas como como cuerpo conectado.

Los seres humanos están además en relación con el ambiente natural. Incluso son susceptibles a la influencia de la estrellas. Se sabe por ejemplo que los rayos cósmicos ejercen  influencia en las funciones fisiológicas humanas. Los seres humanos mantienen una conexión cercana con los minerales, las plantas y los animales. También en este sentido, el ser humano es un cuerpo conectado.

C. El Materialismo Dialéctico y la Interconexión.

En concordancia con el Pensamiento Unificado, el materialismo dialéctico, afirma que todas las cosas en el universo están interconectadas entre sí. Stalin, por ejemplo, enfatizó la interconexión de todas las cosas y tildó de metafísicas las posiciones de aquellos que ven las cosas como seres separados. Stalin dijo: “Contrariamente a la metafísica, la dialéctica no contempla la naturaleza como una aglomeración accidental de cosas, de fenómenos inconexos, aislados e independientes el uno del otro, sino como un todo integral, conectado, dependiente y mutuamente determinado”.[1][1] Joseph Stalin, Dialectic and Historical Materialism, (New York; International Publishers, 1940), p. 7

Desde la perspectiva del Pensamiento Unificado, todos los seres fueron creados a semejanza de las características duales de Dios, y por lo tanto no existen solo como cuerpos individuales de verdad, sino también como cuerpos conectados, de modo que se hallan directa o indirectamente conectados, con otros cuerpos individuales de verdad.  Desde esta perspectiva, podemos entender el mundo como un enorme cuerpo orgánico. El materialismo dialéctico explica todo esto en términos de interconexión. No  obstante, el materialismo dialéctico, solo reconoce la interconexión de las cosas; sin ofrecer una explicación adecuada al porque de tal interconexión.

En cambio el Pensamiento Unificado mantiene que cada cosa se halla interconectada con otros seres centrada en su propósito. La interconexión es algo inevitable, pues cada ser tiene un propósito por el conjunto y entabla acciones de dar y recibir con otros seres, que comparten el mismo propósito por el conjunto. Para las cosas, el propósito más alto por el conjunto (en términos sungsang) es esencialmente existir para servir a los seres humanos. Desde esta perspectiva, el universo entero puede ser considerado como un enorme cuerpo orgánico, que consiste de innumerables seres individuales, que están interconectados mutuamente.

Estudiamos hasta ahora la “imagen de existencia” de los seres que existen, a saber, el cuerpo individual de verdad y el cuerpo conectado. A continuación trataremos sobre el “modo de existencia” de los seres existentes.


V. El Modo de Existencia

El modo de existencia de los seres, se refiere a la manera en que todos los seres creados existen. En pocas palabras, ningún ser creado puede existir salvo que esté involucrado en algún movimiento. Por lo tanto, el movimiento es el modo de existencia de todos los seres creados. Dios, quien es el Ser Absoluto, no entra en movimiento, por tanto es imposible pensar en un modo de existencia en la Imagen Original. Sin embargo, los seres creados existen en el tiempo y en el espacio, y por ello tienen un modo de existencia, que es el movimiento.

A. El Movimiento Circular.

Cuando en el mundo creado, los elementos de sujeto y objeto, tienen una acción de dar-y-recibir, centrada en el propósito, el resultado es la aparición simultánea de la unión y el movimiento. El propósito en sí mismo no es un ser existente, y la unión no es más que el estado resultante de la acción de dar-y-recibir. Por consiguiente, los participantes en el movimiento de la acción de dar-y-recibir son los seres en las posiciones de sujeto y objeto. Para ser más exactos, el centro de la acción de dar-y-recibir no se encuentra en alguna posición intermedia entre el sujeto y el objeto, sino dentro del propio sujeto. Por consiguiente, el movimiento de tal acción de dar-y-recibir no es otro  que un movimiento circular centrado en el sujeto. Por ejemplo, en un átomo, los electrones giran alrededor del núcleo, y de la misma forma en el sistema solar, los planetas giran alrededor del sol.


¿Cuál es entonces la razón por la que los seres creados intervienen necesariamente en  un movimiento circular? La razón se encuentra en la misma Imagen Original. En el mundo de Dios, no existen el tiempo y el espacio, y por tanto tampoco el movimiento. Sin embargo, aunque en Dios no hay modo de existencia, o movimiento circular, en la Imagen Original debe haber, algún prototipo del movimiento circular que podemos ver en el mundo creado. Este prototipo no es otra cosa que la naturaleza esférica y armoniosa de la acción de dar-y-recibir entre el Sungsang Original y el Hyungsang Original. En la Imagen Original, el Sungsang Original y el Hyungsang Original realizan una acción de dar-y-recibir centrada en el Propósito o centrada en el Corazón. Si la naturaleza redonda y armoniosa de la acción de dar-y-recibir en Dios se tuviese que expresar en términos de tiempo y espacio, sería como el movimiento circular.





Figura 2-6 el movimiento circular a traves de la accion de dar y recibir.



El mundo de los seres creados es la expresión simbólica de Dios. Por ejemplo la inmensidad del océano, es un símbolo de la inmensidad de la mente de Dios, el calor del sol simboliza el calor del amor de Dios, y la luz del sol simboliza la brillantez de la verdad de Dios. De igual forma, el movimiento circular en el mundo creado debe simbolizar algún aspecto de Dios, a saber, la naturaleza esférica y armoniosa de la acción de dar-y-recibir dentro de Dios. La acción armoniosa de dar-y-recibir centrada en el Corazón no es otra cosa que la expresión del amor. El amor no tiene esquinas ni ángulos, y es expresado en una forma circular. De este modo, si debiésemos expresar la Imagen Original en un diagrama, éste sería de una forma circular o esférica.

Dios no tiene forma ni apariencia definida. No obstante, Dios puede adoptar cualquier forma. Dicho de otra manera, Dios, aunque sin forma de por sí, tiene un ilimitado número de formas. Esto lo podríamos comparar a la forma del agua. Colocada en un recipiente rectangular, el agua se hace rectangular, si el recipiente es triangular,  se hace triangular, y si es redondo, se hace redonda. En otras palabras, el agua puede tomar cualquier forma, todo depende de donde se halle contenida. Por ello, posee un ilimitado número de formas.  Sin embargo ¿cuál, podemos decir que es la forma más representativa del agua? La respuesta es la forma esférica. Conocemos esto por el hecho de que una gota al caer, adopta una forma esférica.

Similarmente, Dios puede manifestarse en forma de ondas, en forma de viento, y así sucesivamente, sin embargo si tuviésemos que escoger una forma característica, ésa sería la forma esférica. Tales formas deben ser vistas como expresiones simbólicas de la naturaleza esférica y armoniosa de la acción de dar-y-recibir en Dios. Por esta razón todas las cosas, a semejanza de la Imagen Original, tienen básicamente una forma esférica. Los átomos, la tierra, la luna, el sol, las estrellas, todos tienen forma esférica. Incluso se puede decir que animales y plantas tienen forma esférica. El punto de comienzo del crecimiento de una planta está en su semilla, y el punto de comienzo del crecimiento de un animal en un huevo, u óvulo. Ambos poseen básicamente la forma esférica. Cuando las cosas inician el movimiento de la acción de dar-y-recibir, sus trayectorias son circulares o esféricas, reflejando la naturaleza redonda y armoniosa de la acción de dar y recibir dentro de la Imagen Original.

Aún hay otra razón por la que el movimiento que tienen el sujeto y objeto en una acción de dar-y-recibir, es circular.  Si el objeto no girase alrededor del sujeto, y se desplazase en su lugar en una línea recta, el objeto acabaría finalmente apartándose del sujeto. Si fuese así, el sujeto y el objeto serían incapaces de realizar la acción de dar-y-recibir. Si no pudiesen llevar a cabo la acción de dar-y-recibir, los seres creados no podrían existir, porque las fuerzas para la existencia, multiplicación y acción se originan  a través de la acción de dar-y-recibir. Por consiguiente, para que el sujeto y el objeto tengan una acción de dar-y-recibir, el objeto debe mantener una relación continua con el sujeto, y para ello, el objeto debe girar alrededor del sujeto.

B. Rotación y Revolución

Cualquier ser individual que interviene en un movimiento circular, está realizando de hecho dos clases simultáneas de movimiento, a saber, la rotación y la revolución. Esto es así porque cada ser individual es un cuerpo individual de verdad y al mismo tiempo un cuerpo  conectado. La razón está en que cada ser tiene una acción interna de dar-y-recibir y también una acción externa de dar-y-recibir. A causa de estas dos clases de acciones de dar-y-recibir, se producen dos clases de movimiento circular. El movimiento circular producido por la acción interna de dar y recibir es el de rotación, y el movimiento circular producido por la acción externa de dar-y-recibir es el de revolución. Por ejemplo la tierra gira alrededor del sol (revolución) a la vez que gira alrededor de sí misma (rotación), y un electrón gira alrededor del núcleo del átomo y al mismo tiempo gira alrededor de sí mismo. La rotación y la revolución, son pues, el resultado de los movimientos internos y externos de las cosas, y la razón de la existencia de los dos tipos de movimiento está en que reflejan la naturaleza redonda y armoniosa de las acciones de dar –y-recibir interna y externa que se dan en la Imagen Original.

C. Formas de Movimiento Circular

Todos los seres creados mantienen un movimiento circular. No obstante, en  la realidad no todos los seres tienen un movimiento circular en el sentido literal. La forma básica del modo de existencia de todos los seres creados es el movimiento circular, pero hay  otras formas de movimiento, que son modificaciones del mismo.

1. El Movimiento Circular Básico

El movimiento circular básico es la forma característica del movimiento circular. Este puede ser de dos tipos, a saber, el “movimiento circular en el espacio” y el “movimiento circular en el tiempo”.

a. El Movimiento Circular en el espacio.

La tierra gira alrededor del sol al mismo tiempo que lo hace sobre su propio eje. Los electrones dan vueltas alrededor del núcleo atómico a la vez que giran alrededor de sí mismos. Los dos son tipos de movimiento circular en un sentido literal, y como mantienen prácticamente siempre la misma órbita, su movimiento puede ser también llamado “movimiento repetitivo”

b. El Movimiento Circular en el Tiempo (Movimiento Espiral)

El crecimiento y multiplicación de las cosas vivas y la sucesión de generaciones pueden ser entendidos también como una clase de movimiento circular, o movimiento espiral. Consideremos el crecimiento de las plantas. Una semilla produce un brote nuevo, y crece como una planta. La planta florece, da fruto y produce numerosas nuevas semillas. Las semillas nuevas, en mayor número que las iniciales, de nuevo germinan, crecen y producen un nuevo fruto. En el desarrollo de los animales ocurre un proceso similar. Un huevo fertilizado crece, nace como un ser joven, los jóvenes crecen hacia la madurez, se reproducen y otra vez se crean nuevos huevos. Los nuevos huevos una vez fertilizados son más numerosos que al inicio, y otra vez crecen, vuelven a nacer como pequeños y se vuelven a reproducir. Así es como se preserva la especie en los animales y en las plantas, mediante la repetición de los ciclos de la vida. La sucesión de generaciones, cuyo objetivo está en la preservación de las especies, es una especie o clase de movimiento circular, cuyos rasgos principales son, el  propósito, el crecimiento con el tiempo y las etapas diferenciadas. A esto lo llamamos el “movimiento espiral” (Fig 2-7). Por ejemplo, en la semilla de una manzana se encuentra el propósito de llevar el fruto de la manzana, y éste se realiza a través de un proceso que lleva cierto período de tiempo. Una etapa completa (ciclo) llega a su fin cuando se producen las nuevas semillas en el fruto.


Consideremos ahora, la repercusión del movimiento espiral en los seres vivos. La persona física de un ser humano no es un ser eterno. Cuando la persona espiritual de un ser humano se ha perfeccionado, su persona física muere, y entonces la persona espiritual madura va al mundo espiritual donde vive por la eternidad. (No obstante debido a la Caída Humana las personas mueren físicamente y permanecen imperfectas como personas espirituales). La realización del propósito de la creación es que todos los seres humanos crezcan, perfeccionen su individualidad, se casen, den nacimiento a hijos, y tengan dominio sobre todas las cosas. En otras palabras, que cumplan las tres bendiciones (Gen. 1:28) En consecuencia, los seres humanos han sido creados para vivir un cierto período de tiempo en la tierra, y para multiplicarse por medio de una sucesión de generaciones. Por tanto, todas las cosas vivientes, que existen como los objetos de los seres humanos, preservan sus especies a través de la sucesión de generaciones, y se multiplican a fin de convertirse en los objetos de dominio de los seres humanos en la tierra.



  2. El Movimiento Circular Transformado


Fundamentalmente, un cuerpo individual de verdad existe en un movimiento circular. Sin embargo, debido a los requerimientos particulares del propósito para el conjunto, y debido a que los cuerpos individuales existentes son cuerpos conectados, el movimiento circular tiene que ser necesariamente transformado. En tales casos, el movimiento circular se convierte en un movimiento circular transformado. Hay dos clases de movimiento circular transformado, a saber, el movimiento con naturaleza fija, y el movimiento con naturaleza de alternancia.





figura 2-7 El movimiento espiral.



a) El Movimiento con Naturaleza Fija

Los átomos que dan forma a un ser están firmemente conectados el uno con el otro, y cada átomo mantiene además una posición fija. En el caso de la tierra, por ejemplo, si los diferentes átomos que la forman, se moviesen alrededor de manera aleatoria, la tierra volvería al estado gaseoso, y los seres humanos no podrían vivir en ella. Si la  tierra tiene que ser el lugar de morada para los seres humanos, los átomos que la componen deben estar fijamente unidos con el propósito de formar una sólida base. Por tanto, los átomos que forman la tierra realizan un movimiento circular transformado, manteniendo fijas sus posiciones para que puedan ser el lugar de morada para los seres humanos.

Similar mente, las células que forman los tejidos de los seres vivos, están unidas unas con otras. Por ejemplo, las células que forman el corazón de un animal están fijamente unidas unas con otras, por lo que el corazón puede contraerse y expandirse para realizar su función.

Las plantas se mantienen estacionarias o fijas, con sus raíces firmemente asidas bajo la tierra. Lo hacen para que los seres humanos puedan contemplar sus flores y cosechar sus frutos. Estos son ejemplos de movimientos con una naturaleza fija.

b) El Movimiento de Naturaleza Alternativa.

En los animales, en lugar de ser las células las que hacen el movimiento circular, la sangre y la linfa circulan por el cuerpo, en lugar de aquellas, produciendo así el mismo efecto como si estas últimas fuesen las que circulasen. También en las plantas, el agua y los minerales absorbidos por las raíces circulan por todo el cuerpo de la planta a través de los vasos del xilema, traqueidas y tubos del floema (red de tubos) conectando así las células. En la tierra también, existen las corrientes convectivas en el manto, y el movimiento de las placas (llamadas  tectónicas), y así sucesivamente, lo que manifiesta los efectos del movimiento circular.

La acción de dar-y-recibir en las actividades económicas humanas, queda reflejada en las acciones de dar-y-recibir entre empresarios y empresas, entre empresas y empresas, y entre empresas y consumidores, siendo la circulación del dinero la que asume el papel del movimiento circular.

Estos son algunos ejemplos de “movimiento con una naturaleza alternativa”

3. El Movimiento Circular Espiritual (Movimiento Circular Sungsang)

La acción de dar-y-recibir entre la mente espiritual y la mente física en los seres humanos no es un movimiento circular estrictamente físico, sino un movimiento circular espiritual, donde la mente física responde a los deseos de la mente espiritual. Por tanto, se trata de un movimiento circular espiritual, o movimiento circular en el nivel Sungsang. Asimismo, ya que el objeto se comporta como el sujeto desea, la acción de dar-y-recibir armoniosa entre una persona y otra en la familia o en la sociedad es un movimiento circular en el nivel Sungsang, o un movimiento circular espiritual. Por ejemplo, si los padres aman a sus hijos y los educan bien, los hijos llegarán a obedecer a sus padres correctamente. Esto también entra en el campo o categoría del movimiento circular espiritual.

D. Una Crítica al Materialismo Dialéctico

1. Sobre el Desarrollo

Los seres vivos están dotados de vida. La vida se refiere a la autonomía y dominio del Principio, o a la energía consciente que late en los seres vivos. El crecimiento de los seres vivos  se basa en la autonomía y dominio del Principio, y en ello consiste el propio movimiento de la vida, que se realiza por la unidad de la conciencia y energía, que se hallan latentes en las cosas vivas. La autonomía es la capacidad que hay en un ser para auto- dirigir su movimiento sin verse forzado por otros seres. La tierra da vueltas alrededor del sol, siguiendo una ley de una forma meramente mecánica. Sin embargo, las cosas vivas no siguen únicamente leyes mecánicas. Las cosas vivas son capaces de auto controlarse mientras crecen y se enfrentan a las diferentes situaciones con que se encuentran en su entorno. Este es el significado de la “autonomía del Principio”.

Por otra parte, el “dominio del Principio” se refiere a la función de ejercer influencia sobre el entorno. Por ejemplo, cuando se ha plantado una semilla, surge un brote, y sale una hoja. Además, las plantas ejercen influencia sobre su entorno[1]. La vida, por tanto, contemplada desde el punto de vista del crecimiento, es autonomía, y desde el punto de vista de la influencia sobre el alrededor, es dominio.
[1] David Bohm habla de la influencia de una semilla sobre su entorno como sigue: “Según sea el orden de implicación, la semilla está aportando al ambiente materia inanimada continuamente, lo que lleva a producir  una planta viva o un animal. ¿Quién puede decir por tanto que la vida no está inmanente, incluso antes de que la semilla fuese plantada? (Ken Wilber ed. The Holographic Paradigm and other Paradoxes,,p. 193) 

El movimiento en el crecimiento de las cosas vivas, es un movimiento de desarrollo. El desarrollo tiene un propósito definido y una dirección. El propósito y la dirección son factores determinados por la vida. Es decir, dentro de la semilla de una planta hay vida, y la vida hace que la semilla crezca hacia el objetivo de ser un árbol, y dar un fruto. También hay vida en el huevo fertilizado de un animal, y es la vida la que hace que el huevo crezca para que se convierta en un animal adulto.

Consideremos ahora, el desarrollo del universo. De acuerdo con la teoría del Big Bang, el universo comenzó como una masa de energía, con una temperatura y densidad extremadamente altas, concentradas en un punto. A raíz de una gran explosión, el universo comenzó a expandirse. Esto parece ser que sucedió hace 15 o 20 mil millones de años. Después de la explosión inicial, los gases calientes que estaban arremolinados, finalmente se enfriaron y se condensaron para formar las galaxias. En cada galaxia, surgieron las estrellas, muchas de las cuales estaban rodeadas de planetas. Una de las estrellas era el sol, y uno de sus planetas era la tierra. La vida surgió sobre la tierra, y finalmente aparecieron los seres humanos.

Si al referirnos al desarrollo del universo, consideramos ese proceso dentro de un período de tiempo relativamente corto, puede que en él solo veamos en funcionamiento leyes físico-químicas. Sin embargo, desde la perspectiva de un periodo de tiempo más largo-digamos que algunos millones de años- nos damos cuenta que el universo, además de seguir leyes físico químicas, también se ha ido expandiendo en una dirección definida. Ello nos dice, que ha habido una meta u objetivo en el desenvolvimiento del universo. El objetivo era hacer de los cuerpos celestiales el entorno viviente para los seres humanos, quienes deberían tener dominio sobre el universo. Aquello que proporciona tal clase de dirección al desarrollo del universo es la función de conciencia, o razón, que está latente detrás del universo. Podríamos llamarla “conciencia del universo” o  “vida del universo”.  

De la misma forma que en el desarrollo de una planta, vemos una semilla que crece y da fruto, en el desarrollo del universo también podemos considerar que en el comienzo, existía una “semilla del universo”, que creció hasta nuestros días. El ser humano es el último fruto del universo. Por consiguiente, igual que el fruto es el objetivo de la planta, el ser humano es el objetivo del desarrollo del universo. Dijimos antes que el crecimiento es un fenómeno que se da solo en las cosas vivas, pero visto desde la perspectiva de un gran periodo de tiempo, supongamos miles de millones de años, podemos entender que la totalidad de los seres creados, incluyendo el mundo mineral (o lo que es lo mismo el universo) ha estado creciendo.

El desarrollo es un movimiento irreversible dotado de propósito y que procede hacia un objetivo definido. Sin embargo, el Comunismo nunca describe al desarrollo o desenvolvimiento como un movimiento encaminado a un objetivo. El comunismo solo admite las leyes y la exigencia o necesidad. ¿Por qué niega el propósito (objetivo)?  Si  admitiese el propósito, tendría que preguntarse que entidad  estableció ese propósito. Solo la voluntad o la razón, pueden establecer un propósito. De ello se concluye que Dios es el que ha establecido el propósito del universo. Es por esto que el Comunismo nunca ha admitido el propósito.

A diferencia de ello, el Pensamiento Unificado, además de describir el desenvolvimiento en términos de necesidad y de leyes, sostiene que existe un elemento de propósito en el mismo. Por ejemplo, cuando se plantan las semillas, necesariamente acabarán germinando, como resultado necesario de su proceso hacia el propósito de dar fruto. El elemento de ley también funciona en las cosas creadas, para que aquellas  realicen su propósito, a saber, el propósito de la creación. Como se afirmó en la Teoría de la Imagen Original, en el Sungsang de Dios, el Sungsang Interno (razón) y el Hyungsang Interno (ley), centrados en el propósito, intervienen en una acción de dar-y-recibir, para formar el Logos. El Logos es un cuerpo unido de razón y ley.  La ley existía ya en el Hyungsang Interno de Dios, incluso antes de la Creación del Universo, y existía  para la realización del propósito de la creación. Dicho de otra manera, la ley había sido preparada, desde el mismo comienzo, para la realización del propósito.

El materialismo Comunista niega el elemento de propósito en el desenvolvimiento del universo. Su visión implica que el ser humano es un ser sin propósito, nacido por la necesidad de la ley. Si los seres humanos fuesen simplemente seres accidentales ¿qué clase de mundo es el que resultaría? Sería un mundo donde no habría sitio para los valores ni para la moralidad. Un mundo sin valores ni moralidad, se convertiría en un mundo donde el débil es la presa del fuerte, y donde solo el fuerte puede sobrevivir.

2. La Perspectiva Comunista sobre el Movimiento

El Comunismo entiende la materia como “materia en movimiento”. Friedrich Engels (1820-1895), dijo “el movimiento es el modo de existencia de la materia. Nunca en ninguna parte, ha habido materia sin movimiento, ni puede haberla…  La materia sin movimiento es tan inconcebible como el movimiento sin materia”[1] ¿Con qué propósito hizo el Comunismo tal afirmación? Con el propósito de negar la existencia de Dios. Newton consideró el universo como una enorme máquina y reconoció a Dios como el Ser que había hecho la máquina y había causado el comienzo de su movimiento. En esta clase de contexto, si pensamos en la materia y el movimiento como entidades separadas, no podemos sino admitir que el movimiento ha sido iniciado por algún otro que la misma materia en sí misma, más concretamente por Dios. De esta manera, a fin de impedir esta interpretación metafísica del movimiento, los comunistas definieron el movimiento como el modo original de existencia inherente en la materia.
 [1] Engels, Anti-Duhring, pp. 75-76

Desde el punto de vista del Pensamiento Unificado, las cosas existen y se mueven a través de la acción de dar-y-recibir entre sujeto y objeto. Por consiguiente, el movimiento es el modo de existencia de todas las cosas. Aquí, la acción de dar-y-recibir entre sujeto y objeto es una acción necesaria para la realización del propósito de la creación. En último término, el movimiento existe pues, para la realización del propósito de la creación. Por ejemplo, la tierra tiene una acción interna y externa de dar-y-recibir con el fin de realizar su propósito, esto es, con el fin de proveer el entorno donde puedan vivir los seres humanos, y por este motivo entra en  rotación y revolución.

El comunismo mantiene que el movimiento es el modo de existencia de la materia, pero no dice nada acerca de porque la materia tiene ese modo de existencia, ni que clase de  movimiento realiza, si es lineal, circular o de cualquier otra forma. El Comunismo simplemente sostiene que las cosas se mueven a través de la lucha de opuestos.

VI La Posición de Existencia

Cada cuerpo individual tiene su propio lugar para la existencia. El lugar que un ser posee se llama “posición de existencia” en el Pensamiento Unificado. Cuando una posición de existencia de un ser, es diferente a la de otro, y los dos seres están en la relación de sujeto y objeto (es decir, en la relación de ejercer dominio y en la de recibirlo) puede iniciarse entre ellos la acción de dar y recibir. Como un cuerpo conectado, un ser se  halla simultáneamente tanto en la posición de sujeto como en la de objeto. Como resultado, los numerosos seres llegan a conectarse formando un sistema de posiciones. En esto consiste el orden o sistema ordenado. Tal sistema de posiciones de sujeto y objeto es simplemente un reflejo de las posiciones de sujeto y objeto en la Imagen Original,  que se proyectan en el mundo creado.

En el universo hay innumerables estrellas, que mediante acciones de dar-y-recibir y desde sus distintas posiciones, forman un sistema ordenado o un vasto cuerpo orgánico. El orden del universo es de dos clases, a saber, vertical y horizontal. El orden vertical del universo es como sigue: La luna (un satélite) y la tierra (un planeta) inician una acción de dar-y-recibir, con la tierra como sujeto y la luna como objeto. A continuación la tierra entra en una acción de dar-y-recibir con el sol (una estrella), formando así una parte del sistema solar. En este caso la tierra es el objeto, y el sol es el sujeto. Luego, el sol tiene una acción de dar-y-recibir con el centro de la galaxia, y junto con muchas otras estrellas, forma la galaxia. En esta ocasión el sol es el objeto y el centro de la galaxia es el sujeto.

Asimismo, la galaxia, en unidad con muchas otras galaxias, inicia una acción de dar-y-recibir con el centro del universo, formando  el universo. En este caso, la galaxia es el objeto, y el centro del universo es el sujeto. La línea imaginaria que pasaría por el satélite, el planeta, la estrella, y el centro de la galaxia, hasta llegar al centro del universo, indicaría el orden vertical del universo. Consideremos seguidamente el orden horizontal del universo. Si observamos los nueve planetas del sistema solar, nos daremos cuenta de que tienen una alineación horizontal ordenada, formada por Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Este sistema planetario, que tiene al sol por centro, es un ejemplo del orden horizontal en el universo. Ambos, el vertical y el horizontal son ilustrados en la Fig.2-8.





Figura 2-8 Un ejemplo de orden vertical y horizontal en el universo.



La familia humana, en su forma original, debería haber tenido también un sistema ordenado como el del universo. En la familia, existe un orden vertical, que es el formado por nietos, hijos, padres, abuelos y así sucesivamente, y existe un orden horizontal, formado por los hermanos y las hermanas centrados en los padres. El orden vertical y horizontal de la familia se describe en la Fig. 2-9

Desde la perspectiva del Pensamiento Unificado, el ser humano es un microcosmos, o miniatura del universo. Considerando el aspecto de orden, la familia es una miniatura del universo, y el universo es una forma ampliada de la familia. Es bien sabido que en el universo existen innumerables sistemas planetarios similares al sistema solar. Por tanto, podemos afirmar que el universo es un agregado de innumerables familias de cuerpos celestiales

En el universo, se mantiene un orden perfecto a través de una acción armoniosa de dar-y-recibir. En el sistema solar, con el sol como centro, los planetas mantienen la configuración colectiva de un disco, mientras se mueven en sus específicas órbitas alrededor del sol. En la Vía Láctea, 200 mil millones de  estrellas aproximadamente mantienen en conjunto la configuración de una lenta convexa, a la vez que permanecen en sus respectivas órbitas establecidas.


Por tanto, en la familia así como en la sociedad, el orden debería mantenerse a través de una armoniosa acción de dar-y-recibir. Sin embargo, debido a la caída, la familia perdió su imagen como existencia original. Para ser más exactos, en las familias, con frecuencia el marido y la mujer están en desunión, y los padres y los hijos enfrentados. La sociedad, que es una ampliación de la familia, se encuentra también en un extremo desorden.



 Figura 2-9 El orden vertical y horizontal en la familia



VII La Ley del Universo.

De lo estudiado anteriormente, se sigue que debemos observar el universo con el fin de encontrar el camino de existencia para la familia y sociedad. La Ley que gobierna el universo se llama El Camino del Cielo. Esta ley tiene que ver con la armoniosa acción de dar-y-recibir entre el sujeto y el objeto. Tiene siete rasgos característicos, que son:

1. La Correlatividad.

Cada ser no solo posee dentro de sí mismo los elementos correlativos de sujeto y objeto, sino que también tiene relaciones externas correlativas con otros seres. Sin correlatividad (tanto interna como externa), ningún ser puede existir o desarrollarse.

2. Intencionalidad y Centralidad

Los elementos correlativos de sujeto y objeto siempre tienen un propósito común y realizan la acción de dar y recibir centrada en ese propósito.

3. EL Orden y la Posición.

Cada ser tiene su propia posición, mediante la que mantiene un cierto orden.

4. La Armonía

La acción de dar-y-recibir entre el sujeto y el objeto es armoniosa. En esta relación no puede haber oposición ni lucha, de tal forma el amor de Dios puede siempre trabajar.

5. La Individualidad y la Interrelación

Cada ser creado es un cuerpo individual de verdad, y al mismo tiempo, existe como un cuerpo conectado. Cada ser, a la vez que mantiene sus propias características inherentes, está en relación con otros seres, interactuando con ellos.

6. La Naturaleza preservadora de la Identidad y la Generadora del desarrollo

Cada ser mantiene su propia esencia incambiable (naturaleza preservadora de la identidad) a lo largo de su vida, al mismo tiempo que manifiesta aspectos de cambio y desarrollo (naturaleza generadora del desarrollo) a medida que crece.

7. El Movimiento Circular.

En la acción de dar-y-recibir entre el sujeto y el objeto, el objeto gira centrado en el sujeto, y realiza un movimiento circular en el espacio y en el tiempo.

Se puede decir, que la Ley del Universo es obra del Logos. El Logos es Ley, pero al mismo tiempo contiene razón. Además, detrás del Logos está en funcionamiento el amor. Cuando Dios creó el universo a través del Logos, Su motivación para la creación se basó en el Corazón y en el amor. Por consiguiente, el Reverendo Sun Myung Moon ha afirmado, que en el universo no solo hay fuerzas físicas en funcionamiento, sino también el poder del amor.

Aplicada a la familia humana y a la sociedad, la ley del universo se manifiesta en la ética y moralidad. Más exactamente, la ley del universo y las leyes éticas están en una relación de correspondencia.

Cuando un ser individual viola la ley del universo, este ser se vuelve incapaz de mantener su propia existencia. Por ejemplo, si uno de los planetas del sistema solar se desviara de su órbita, no solo sería incapaz de mantener su propia existencia, sino que también causaría graves calamidades en el sistema solar. De igual manera en la familia y sociedad, si la gente viola las leyes éticas, esto solo puede llevar a la destrucción y  el desorden.

Por consiguiente, a fin de salvar a una sociedad confundida, es urgente antes que nada establecer leyes éticas. Sin embargo, las leyes éticas que están basadas en las tradicionales religiones y sistemas de pensamiento, no han desarrollado explicaciones lógicas suficientes, por lo que carecen del poder de persuadir, al racionalmente bien formado hombre de hoy en día, lo que conlleva que las leyes éticas estén siendo olvidadas en estos tiempos. De este modo, en el Pensamiento Unificado nos esforzamos por proveer de fundamento a las leyes éticas, para fortalecerlas, al considerar que las leyes éticas se corresponden con la ley del universo. Este punto será explicado con más detalle en “Axiología” y “Ética”.

El punto final va a ser un análisis de la posición del Pensamiento Unificado, acerca de la visión del Comunismo relativa a la ley del universo.

El Comunismo se basa en la visión dialéctica del universo, por tanto sostiene que el fenómeno del movimiento, cambio y desarrollo del universo se produce a través de la contradicción, o lucha de opuestos que es inherente a todas las cosas. El Comunismo también sostiene que para que la sociedad humana se desarrolle, es necesaria la lucha (la lucha de clases). Sobre este asunto, Lenin escribió: “La unidad (coincidencia, identidad, idéntica acción) de los opuestos es condicional, temporal, transitoria, relativa. La lucha mutua y exclusiva de los opuestos es absoluta, de la misma forma que el desarrollo y el movimiento son absolutos)[1]. Sobre este asunto Lenin escribió que “el desarrollo es la lucha de los opuestos”.
 [1] V.I. Lenin, “On the Question of Dialectics”, Collected Works of Lenin, Vol. 39 (Moscow: Progress Publishes, 1976), p. 358

El Comunismo afirma que las cosas se desarrollan a través de la lucha de opuestos, sin embargo esto no es así y no hay tales fenómenos en el universo. Tanto en el pasado como en nuestros  días, el universo se ha desarrollado solamente a través de procesos armoniosos. Si observamos el universo, es posible que encontremos fenómenos, como por ejemplo la explosión de estrellas, que a primera vista parecen ser destructivos, pero que en realidad no lo son. Estos fenómenos no son diferentes de los que se dan en un ser vivo. Cuando las células de un ser vivo envejecen, son reemplazadas por células nuevas. Igualmente las estrellas con el tiempo envejecen, desaparecen y nacen otras nuevas. Así es como el universo, que es un enorme cuerpo orgánico, se ha ido manteniendo a sí mismo.

En este punto es posible que alguien diga que ya que el mundo de los animales es un  mundo donde los débiles son la presa de los fuertes, la teoría de la lucha de  opuestos podría ser cierta en este caso. Por ejemplo las serpientes comen a las ranas, y los gatos a los ratones. El Comunismo intenta justificar su teoría de lucha en la sociedad humana sobre la base de tales hechos de la naturaleza. Se ha de puntualizar, sin embargo, que las luchas entre serpientes y ranas o entre gatos y ratones, son luchas que ocurren entre animales de diferentes especies.

En Taxonomía, los seres vivos están divididos en los grupos de reino, tipo o Phylum, clase, orden, familia, género y especie. En el caso de los gatos y los ratones, los gatos pertenecen al orden de los Carnívoros, y los ratones al orden de los Roedores. En el nivel de orden, gatos y ratones son diferentes. En el caso de las serpientes y las ranas, las serpientes pertenecen a la clase de los Reptiles, y las ranas a la clase de los Anfibios. Las serpientes y las ranas son diferentes entre sí en el nivel de clase. En otras palabras cuando un animal es presa de otro, en el mayor de los casos el animal depredador es diferente de su presa por lo menos en el nivel de especie. En la naturaleza, apenas hay un caso en que animales pertenecientes a la misma especie luchen a riesgo de sus vidas. De manera totalmente diferente, los seres humanos, perteneciendo todos a la  misma especie (a saber, el Homo Sapiens), se roban el uno otro y se matan entre sí. Por tanto, el hecho de que los seres humanos luchen el uno con el otro no pude ser justificado por los fenómenos de la naturaleza donde los más débiles son presa de los más fuertes.

Para ilustrarlo, consideremos el caso de la lucha entre los leones. Cuando un nuevo león aspira ser el dominante, se produce una lucha entre los otros leones. Sin embargo, uno no mata al otro, sino que el león más débil se rinde ante el más fuerte. Por consiguiente, esta clase de lucha se produce para determinar que león debe ser el líder, y es necesaria para establecer un orden. No se trata de una lucha esencial. Por tanto, tal clase de lucha, no puede servir de base para justificar la lucha en que un ser humano mata a otro ser humano.

Además, aunque es posible encontrar en la naturaleza fenómenos donde los débiles son presa de los fuertes, son muchas más las veces donde se ve a animales diferentes cooperar el uno con el otro y coexistir. Por tanto, no podemos pretender racionalizar la lucha entre los seres humanos, o crear de ello una ley, basándonos en  aquellos fenómenos de la naturaleza donde los más débiles son presa de los más fuertes.

La humanidad cayó y se alejó de Dios, y llegó a centrase en sí misma, y esa ha sido la causa por la que los seres humanos se han robado y matado entre sí. Por consiguiente, si la humanidad vuelve a su estado original, esas luchas desaparecerán para siempre de la sociedad humana. Por otra parte, si la humanidad no hubiese caído, el hombre habría llegado a ser  el gobernador del cosmos, y ejercido dominio sobre la naturaleza a través del amor. Por tanto, si la humanidad llega a ejercer dominio con amor, la armonía con la naturaleza será mucho mayor

De este modo, llegamos a la conclusión de que el universo y la sociedad humana no se han desarrollado, por medio de la lucha de opuestos como afirma el Comunismo, sino a través de la acción armoniosa de dar y recibir entre correlativos, es decir entre el sujeto y el objeto.



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