CAPITULO 8 Teoría de la historia

TEORIA DE LA HISTORIA


La teoría de la historia aquí expuesta no es meramente una descripción directa de los hechos históricos. Es más bien una forma de entender la historia, es decir se propone dilucidar las cuestiones referentes a su comienzo, sus leyes, la dirección que sigue, su forma de avanzar, etcétera. Se trata, por decirlo de algún modo, de una filosofía de la historia.

¿Por qué es necesaria una teoría de la historia? Es necesaria a fin de establecer la imagen del futuro, y para presentar la meta y dirección más adecuadas. A partir de esa teoría, obtendremos el método para solucionar los problemas reales. Lo que quiero demostrar es que debido a los complejos problemas del mundo es imposible encontrar solución a las cuestiones fundamentales, si no tenemos una sólida  visión de la historia y una clara visión del futuro.

Hasta el presente, han sido muchos los estudiosos y muchas las distintas visiones de la historia, sin embargo todas ofrecieron aspectos aislados de la misma, siendo incapaces de ofrecer un aspecto total o completo. Por consiguiente, ninguna ha podido presentar la imagen verdadera del futuro, por lo que ha sido imposible ofrecer soluciones adecuadas a los problemas. Entre todas, ninguna visión de la historia fue tan influyente como la visión materialista de la historia, es decir la visión comunista de la historia. La visión materialista de la historia entendió la historia humana como la historia de la lucha de clases. Según la visión materialista de la historia, cuando se intensifique la lucha entre el proletariado y la burguesía en la sociedad capitalista, tendrá lugar la revolución, y ello inevitablemente  conducirá a la sociedad comunista sin clases.

La visión materialista de la historia, es la fuerza motriz de la doctrina revolucionaria comunista. Sin embargo, en los países socialistas, donde se llevó a cabo la revolución sobre la base de la visión materialista de la historia, el ideal del comunismo, dio lugar a  sociedades  contrarias a ese ideal.

Por otra parte, en el mundo libre no podemos encontrar ninguna visión de la historia que pueda competir ni luchar con la visión materialista de la historia. Por tanto, debe aparecer una nueva visión de la historia, con una clara visión de la sociedad futura, que sea capaz de superar la visión materialista de la historia. La visión de Unificación de la historia tiene precisamente ese propósito. En otras palabras, la visión de Unificación de la historia demuestra la falsedad del comunismo, por medio de una ideología basada en una nueva visión de Dios, a saber, el Diosismo, que interpreta la historia sobre la base de los hechos históricos, y demuestra que la historia humana se dirige hacia el mundo original del ideal de la creación de Dios.


I. Las Posiciones Básicas de la Visión de Unificación de la Historia

La visión unificacionista, examina la historia desde tres perspectivas fundamentales, a saber,  la historia pecaminosa, la historia de la recreación y la historia de la restauración.

A. La Historia Pecaminosa

La historia pecaminosa comenzó a causa de la caída humana. A causa de la caída, la historia no pudo empezar con normalidad, según el principio. En su lugar, siguió un curso lleno de guerras, dolor, miseria y penalidad. Por consiguiente, es imposible encontrar las soluciones fundamentales a los múltiples problemas de la historia, si no se resuelve la cuestión de la caída humana.

B. La Historia de la Recreación

Los seres humanos, debido a la caída de los primeros antepasados, descendieron a un estado de muerte espiritual. Debido a esto, no pudo realizarse el ideal del ser humano original ni el mundo original. Por tanto a lo largo de la historia, Dios ha llevado a cabo la dispensa de la re-creación y reconstrucción del mundo. Así pues, la historia ha sido la historia de la re-creación. En este proceso, las leyes (leyes de la creación) y la Palabra (Logos) con la que Dios creó a los seres humanos y al universo, han tenido también su aplicación en la historia humana. La Creación de Dios se hizo conforme a la Palabra. De igual modo, la re-creación se lleva a cabo, conforme a la Palabra. La re-creación no quiere decir que se ha de volver a  crear el universo. Puesto que la caída humana, solo tuvo que ver con los seres humanos, únicamente el ser humano necesita ser recreado, y lo debe ser de acuerdo con la Palabra. Este fue el propósito por el que Dios hizo que los santos, la gente justa, profetas, y a otros líderes espirituales, surgiesen a lo largo de la historia, para llevar la verdad a la gente y guiarla espiritualmente.

C. Historia de la Restauración

Con la caída de los primeros antepasados, se perdieron el ser humanos original y el mundo original. Los seres humanos al existir aparte del principio (fuera de su estado original) llevaron  vidas fuera del principio, esto es, vivieron sufriendo dolor y confusión, en un mundo aparte del principio. Debido a esto, el ideal que debía ser recobrado llegó a ser el del ser humano original y el mundo original.

Esta perspectiva implica que Dios debía necesariamente restaurar el mundo fuera del principio y a los seres humanos, y llevarlos a su estado original, pues de lo contrario Su creación habría terminado en un fracaso. Por consiguiente, desde el inicio de la historia humana, Dios ha conducido la dispensa con el fin de restaurar a  la gente pecaminosa y al mundo pecaminoso para devolverlos a su estado original.  La historia humana, pues, se convirtió en la historia de la providencia de la restauración. Ya que Dios es, el Dios del Principio, y como la caída humana se produjo a causa del fracaso humano en no observar ciertas condiciones, también la providencia de la restauración se ha llevado a cabo de acuerdo a ciertas reglas. Estas leyes son conocidas como “las leyes de la restauración”.

D. La Historia Gobernada por Leyes

Hasta la fecha han sido pocos los líderes y estudiosos que hayan podido demostrar claramente, las leyes que gobiernan la historia. La visión providencial Cristiana de la  historia, por ejemplo, no ha podido presentar leyes convincentes y persuasivas.

En el periodo moderno, Hegel explicó el desarrollo histórico según la dialéctica (la dialéctica idealista), y afirmó que la historia es el proceso de realizar la libertad a través de la razón, y que se llegaría a un estado racional donde finalmente la libertad alcanzaría su cenit. Sin embargo, Prusia, la nación que Hegel consideraba como futuro estado ideal, no alcanzó ese objetivo y la historia siguió su curso. Las leyes históricas descritas por Hegel, por tanto, no se ajustaban a la realidad.

En el siglo XX, Arnold Toynbee, expuso su “visión cultural de la historia”, una magnífica visión de la historia, en la que eran analizados en detalle la génesis, crecimiento, ruptura, y desintegración de las civilizaciones. No obstante, Toynbee tampoco expuso las leyes definitivas de la historia.

En tales circunstancias, parecía que solo la visión materialista de la historia del marxismo, podía presentar las leyes de la historia, que el mismo marxismo denominaba visión científica de la historia. Por su parte, la visión providencial del Cristianismo, fue relegada y descartada de la enseñanza, y rechazada además como no científica, debido a su incapacidad para especificar las leyes de la historia.

La Visión de Unificación de la Historia muestra las leyes de la creación y las leyes de la restauración, como aquellas que verdaderamente trabajan en la historia. Cuando las leyes de la historia sean  entendidas, evidenciarán la falsedad de la visión materialista de la historia, al esclarecer las pseudos-leyes o afirmaciones dogmáticas propuestas por la visión materialista de la historia. Por otro lado, la Visión de Unificación de la Historia, al explicar las leyes de la historia desde una base teológica, resucita la visión providencial tradicional de la historia, hasta ahora considerada como anti-científica, haciendo posible que la visión providencial sea tratada como una ciencia social.

E. El Origen, Dirección y Meta de la Historia

En cuanto a  cuando y cómo comenzó la historia, a saber, el origen de la historia, la Visión de Unificación de la Historia, considera que la creación de la humanidad y la caída humana constituyen el origen de la historia, es decir coincide en este punto con la visión cristiana providencial de la historia. En cuanto al origen mismo de la raza humana, es decir, la antigua cuestión sobre si la raza humana se inició partiendo de uno (monogenismo) o partiendo de múltiples orígenes (poligenismo) hay que decir que la Visión de Unificación de la Historia propone el monogenismo y afirma que los primeros antepasados humanos fueron Adán y Eva. Ello es así, por que hay una ley basada en el Principio de la Creación según la cual “la creación empieza desde uno”.

¿Cuál es entonces la meta de la historia? La Visión de Unificación de la historia afirma que la meta de la historia es la realización del mundo ideal de la creación. La historia se dirige hacia esa meta. Por tanto, el origen y meta de la historia están determinados. Sin embargo, la consecución de esa meta no lo está. El éxito en cada una de las etapas del proceso de la historia, se alcanzará si la parte de responsabilidad-especialmente la parte de responsabilidad de las figuras centrales providenciales- se cumple de acuerdo con la providencia de Dios. Por tanto, el proceso de la historia -esto es, que progrese en línea recta, o que se desvíe, acorte o prolongue- depende totalmente del esfuerzo de los seres humanos. Esto significa que el proceso de la historia no está determinado, sino que es confiado a la libre voluntad de la gente.

El enfoque que contempla que la meta está determinada, pero no el proceso, y  que el progreso de la historia depende de la parte de responsabilidad humana, o libre voluntad, se denomina “la teoría de la responsabilidad”.

II. Las Leyes de la Creación

Los cambios históricos, han tenido lugar de acuerdo con ciertas leyes. Estas son, las “Leyes de la Creación” y las “Leyes de la Restauración. En primer lugar explicaré las Leyes de la Creación. Estas son:

     (1) La Ley de la Correlatividad
     (2) La Ley de la Acción de Dar y Recibir
     (3) La Ley de la Repulsión
     (4) La Ley del Dominio del Centro
     (5) La Ley del Cumplimiento mediante Tres Etapas
     (6) La Ley del Periodo del Número Seis
     (7)La Ley de la Responsabilidad

A. La Ley de la Correlatividad

En todo ser creado, no solamente se da una relación correlativa en su interior entre el elemento principal y el elemento subordinado, sino que además en un nivel exterior  cada ser individual forma una relación correlativa de sujeto y objeto con otro ser individual, lo que hace posible el desarrollo y la base para su existencia. En este último caso, el sujeto y el objeto tienen una relación mutua, centrada en un propósito común. Por tanto, el primer requisito necesario para el progreso de una sociedad, es que los dos elementos correlativos de sujeto y objeto formen una relación recíproca en cada uno de los campos, (cultura, la política, economía y ciencia). Los elementos correlativos de sujeto y objeto son los ya mencionados de Sungsang y Hyungsang, yang y yin, elemento principal y elemento subordinado (o ser individual principal y subordinado).

Como ejemplos podría citar, la mente y el cuerpo, la ideología y las condiciones económicas (condiciones materiales), la cultura espiritual y la cultura material, los ejecutivos y los trabajadores, los trabajadores y los instrumentos de producción, las partes principales y subordinadas en una máquina, etcétera. A medida que  estos elementos correlativos inician una acción de dar y recibir, se genera el desarrollo de  la cultura, la política, economía, y ciencia, entre otros.





B. La Ley de la Acción de Dar y Recibir

Cuando los elementos correlativos de sujeto y objeto de un ser o cosa, forman una relación correlativa, se produce una acción de dar y recibir de ciertos elementos. Mediante esta acción, las cosas mantienen su existencia y se desarrollan. Esta interacción entre sujeto y objeto se llama, la acción de dar y recibir. Por tanto, en la historia, y en todas las situaciones, el desarrollo solo es posible cuando los elementos correlativos de sujeto y objeto establecen un estándar correlativo y realizan una acción armoniosa de dar y recibir, centrada en un propósito común. Por ejemplo, con el fin de que una nación preserve su existencia y prospere, el gobierno y el pueblo deben mantener una relación de sujeto y objeto en bien de la prosperidad de la nación, mediante una acción armoniosa de dar y recibir. En una empresa, investigadores, administradores, trabajadores, ingenieros y máquinas, deben tener relaciones mutuas de sujeto y objeto formando acciones armoniosas de dar y recibir, por el bien de la prosperidad de la empresa. La “Ley de la Correlatividad” y la “Ley de la Acción de Dar y Recibir”, son como las dos caras de la misma moneda, por lo que combinadas las llamaremos la “Ley de la Acción de Dar y Recibir”.

La ley de la Acción de Dar y Recibir es armoniosa, y nunca es conflictiva ni causa oposición. La visión materialista de la historia, mantiene que la historia progresa a través de la lucha de opuestos. Aunque puede parecer que las luchas son un aliciente necesario para el desarrollo, su persistencia puede dar como resultado un estacionamiento e incluso un retroceso. La afirmación de la visión materialista de la historia en este caso es bastante errónea: su objetivo es racionalizar la lucha de clases.

C. La Ley de Repulsión

La acción de dar y recibir se produce entre los elementos correlativos de sujeto y objeto. Sin embargo, sujeto y sujeto, (o también objeto y objeto), se repelan entre sí. A este fenómeno de repulsión lo denominamos  “acción de repulsión”. La acción de repulsión en el mundo natural está latente originalmente, y no sale a la superficie. Su papel es fortalecer o complementar la acción de dar y recibir entre sujeto y objeto. Por ejemplo, sabemos que en el mundo natural, las electricidades positiva y negativa con la misma carga se repelen. No obstante sabemos también que esa acción fortalece y complementa la acción de dar y recibir entre el sujeto (la electricidad positiva) y el objeto (la electricidad negativa), y que esa acción no aflora de por sí. Por lo tanto, en el mundo natural,  la acción de repulsión no entorpece el orden.

Sin embargo en la sociedad humana, la acción de repulsión entre sujeto y sujeto ha aparecido en forma de  conflicto entre dos líderes. Un ejemplo sería el conflicto que surge entre un líder establecido y otro nuevo, en el momento de una revolución. Al producirse esas acciones de repulsión, o rivalidad, los sujetos en conflicto tienen cada uno, una acción de dar y recibir con sus respectivos grupos de gente en la posición de objeto, haciendo que sus respectivas fuerzas crezcan. En consecuencia, las dos partes entran en conflicto.  En este caso, uno de las dos partes, está en una posición más cercana a la dirección de la dispensa de Dios, y la otra, más lejana. La primera es considerada como el “lado del bien”, y la última como el “lado del mal”. Ello quiere decir que en la sociedad humana la acción de repulsión entre un sujeto y otro sujeto acaba convirtiéndose en una lucha entre el bien y el mal. Cuando la victoria en esta lucha corresponde al lado del bien, la dirección de la historia cambia, girando algo más en la dirección de la bondad.

Sin embargo existen  casos en los que la acción de repulsión, demuestra su complementariedad original con la acción de dar y recibir. Por ejemplo cuando un país y otro, o sus gentes entre sí, compiten de manera pacífica. El resultado es un progreso tanto en lo cultural como en lo político. 

D. La Ley del Dominio del Centro

En la acción de dar y recibir entre sujeto y objeto, el sujeto es el centro, y el objeto recibe dominio del sujeto. Como consecuencia, el objeto realiza un movimiento circular centrado en el sujeto. Esta es la razón del movimiento circular que vemos en el mundo natural. Por ejemplo, la tierra gira alrededor del sol, y los electrones lo hacen alrededor del núcleo. En la sociedad humana, como la relación de sujeto y objeto es la misma que entre mente y cuerpo, el movimiento circular se realiza cuando el objeto recibe órdenes, instrucciones, o es requerido por el sujeto.

En la historia de la restauración, Dios establece a las figuras centrales, y por medio de ellas, conduce a la sociedad en la dirección que está de acuerdo con Su providencia, a saber, en la dirección del bien. En este caso, Dios primeramente crea un ambiente social, e inspira entonces a una figura central, para que conduzca ese ambiente o entorno en una dirección conforme con la providencia de Dios. Para que esto suceda, a la figura central se le confía el cumplimiento de su parte de responsabilidad. De esta forma, hay una la ley según la cual la figura central tiene dominio sobre el medio o ambiente. Esta es  “La Ley del Dominio del Centro”.  Tal ley no se aplica solamente a la gente elegida, sino también a todos los pueblos y países. La historia de la gente elegida es la historia central—esto es la historia de los israelitas en la era del Antiguo Testamento, y la historia de las naciones Occidentales centradas en el Cristianismo, en la era del Nuevo Testamento. En la historia central, Dios llevó a cabo Su providencia, estableciendo a las figuras centrales. Ejemplos de figuras centrales en los diferentes periodos fueron, Noé, Abraham, Moisés, los reyes, y los profetas, en el Antiguo Testamento. Durante la era del Nuevo Testamento las figuras centrales fueron líderes Cristianos como los papas, Martín Lutero, Calvino, y también  líderes políticos como Carlomagno (rey de los Francos), George Washington, y Abraham Lincoln.

Por otra parte, Satán, quien se opone a la providencia de Dios, ha buscado también establecer una esfera de dominio centrada en él mismo. Satán, al establecer una figura central en el lado satánico, ha querido tener dominio sobre el ambiente a través de la figura central. El Káiser Guillermo II y Adolfo Hitler, quienes se propusieron dominar mundo con la política del pan-germanismo, y Stalin, quien tenía como meta conquistar el mundo por medio del comunismo, fueron tales figuras centrales.

Toynbee dijo: “El crecimiento de las civilizaciones, es obra de individuos creativos o de minorías creativas”.[1] Las masas son guiadas por individuos creativos o por minorías creativas, a quienes (las masas) siguen. Esta afirmación de Toynbee hace alusión a la ley de dominio del centro.
[1] Arnold Toynbee, A study of the history, un compedio de volúmenes I-VI, por D.C. Somervell (Oxford : Oxford University Press 1974), p. 214

La visión materialista de la historia, concede gran importancia al entorno (el entorno social), y sostiene que las masas juegan un papel decisivo en el desarrollo social. Según el materialismo, las acciones de los líderes están determinadas por su entorno social específico. Según esta forma de pensar la materia crea el espíritu, e incluso es más importante que este último. El ambiente social es una categoría material, y las figuras centrales (líderes) son una categoría espiritual. Por tanto, tal visión es errónea. Los líderes son el sujeto, y las masas el objeto. Los líderes, al basarse en sus ideologías religiosas o políticas, guían a las masas, o sociedad, en una cierta dirección.

E. La Ley del Cumplimiento mediante Tres etapas

Según el Principio de la Creación, el crecimiento o desarrollo de todas las cosas, se produce a través de un proceso de tres etapas, a saber, Formación, Crecimiento y Perfección. Por ejemplo, las plantas maduran y se perfeccionan mediante las tres etapas de germinación, formación del tallo y brote de las hojas, y finalmente el florecimiento y la aparición del fruto. Esta ley también tiene su aplicación en la historia. La historia, en la providencia de la re-creación, ha pasado con frecuencia por un proceso de tres etapas. Es más, hay una ley según la cual si un acontecimiento providencial termina en fracaso, la providencia puede ser prolongada hasta una tercera vez, (o tercera etapa), siendo entonces esa tercera oportunidad, la del obligado cumplimiento.

Por ejemplo, ya que Adán fracasó en cumplir el propósito de la creación debido a la caída, Dios envió entonces a Jesús como el segundo Adán. Debido a que Jesús fue crucificado, y no pudo cumplir completamente el propósito de la creación, Dios envía  al Señor de la Segunda Llegada como el Tercer Adán para cumplir el propósito de la creación.

En la era moderna- que es el periodo de preparación para recibir al Señor de la Segunda Llegada-, los movimientos que aparecieron para hacer resurgir el Hebraísmo y el Helenismo siguieron el proceso de tres etapas. El movimiento para el renacimiento del Hebraísmo fue un movimiento centrado en Dios, pues se trataba de una reforma religiosa. Después de la Primera Reforma Religiosa, que estuvo centrada en Martín Lutero y Calvino, vino la Segunda Reforma Religiosa, centrada en John Wesley, George Fox, y otros. Ahora estamos en el periodo de la Tercera Reforma Religiosa (el tercer movimiento centrado en Dios). Por otro lado, el movimiento para hacer renacer el Helenismo fue el movimiento humanista. A continuación del Renacimiento, o primer movimiento humanista, vino la Ilustración, el segundo movimiento humanista. La Ilustración produjo su fruto con el movimiento ideológico del comunismo, el tercer movimiento humanista.

 Dios, pues, siempre estableció un movimiento centrado en El, para contrarrestar cada uno de los movimientos del humanismo. Según esto, la Tercera Reforma Religiosa, o tercer movimiento centrado en Dios, debe ser el movimiento que supere al movimiento comunista, que es el tercer movimiento humanista.  Por tanto, de acuerdo con la Ley de cumplimiento mediante Tres Etapas, el movimiento que está en el lado de Dios, tendrá éxito y prosperará, mientras que el movimiento en el lado de Satán decaerá, y perecerá en su debido tiempo, aún cuando llegue a su consumación en una tercera etapa. Finalmente, el movimiento en el lado de Satán será derrotado por el del lado de Dios.


F. La Ley del Periodo del Número Seis

Según el relato de la Biblia, acerca de la creación del universo, Dios tardó seis días en crear a Adán. En otras palabras, la creación de Adán  fue planeada sobre la base de un periodo de seis días. Este fue el periodo de preparación para la creación de Adán.

Igualmente, en la historia de la recreación, Dios inició la preparación para recibir al Mesías, mediante un periodo basado en el número seis, antes del nacimiento de Jesús, el segundo Adán. Este periodo, se inició hacia el sexto siglo a.c. Como parte de esta preparación, Dios envió al pueblo judío, profetas como Jeremías y Malaquías seis siglos antes de Cristo, y posteriormente dejó que el pueblo judío fuese llevado cautivo a Babilonia con el fin de que se arrepintiese y  se apartase de su infidelidad. Cerca del siglo sexto a.c., surgió en China la figura de Confucio (551-479 a.c.) quien fundó el  Confucionismo. Después de Confucio, hacia el siglo tercero antes de Cristo, aparecieron muchos filósofos en  China, que crearon la era dorada del pensamiento Chino. En la India, Gautama Buda (563-483 a.c.) en el siglo sexto a.c. estableció el Budismo. Sobre el siglo sexto antes de Cristo también,  fueron compilados los antiguos libros de filosofía hindú, denominados Upanishad. En Grecia, la filosofía y la ciencia conocieron un gran desarrollo a partir del siglo sexto anterior a Cristo. Todos estos acontecimientos formaron parte de los preparativos para recibir al Mesías. Dios hizo estos preparativos, para guiar a los diferentes pueblos de la tierra en la dirección del bien, utilizando los métodos más apropiados según la  gente y la región.

Karl Jaspers, se dio cuenta de que prácticamente a la vez, en un mismo tiempo y en regiones diferentes del mundo como  China, India, Irán, Palestina y Grecia, aparecieron  líderes espirituales, filósofos y fundadores de religiones. Jaspers lo llamó el “periodo axial”[2] o periodo eje. Jaspers no encontró una explicación a todo ello, y dijo que constituía un misterio y un enigma de la historia[3]. Sin embargo, hoy puede ser aclarado por primera vez, mediante la ley del número seis.
[2] Karl Jaspers escribió: Parece que este eje de la historia se encuentra en un periodo en torno al 500 A.C., en el proceso espiritual que hubo entre el 800 y el 200 A.C. Es ahí donde nos hallamos ante la más profunda línea divisoria que se ha trazado en la historia. El hombre, como hoy lo conocemos, surgió allí. Para abreviar lo podemos denominar “Periodo Axial”. (The Origin and Goal of History, [Westport : Greenwood Press, Publishers, 1976], p. 1

[3] Jaspers escribió también: “Sin embargo se trata de un misterio histórico y la progresiva investigación de los hechos no ha hecho sino agrandarlo. El Periodo Axial, con su abrumadora plenitud de creaciones espirituales,  que ha determinado toda la historia humana hasta el presente, va acompañado por el enigma de la aparición, en estas tres regiones mutuamente independientes, de un proceso análogo e  inseparablemente conectado” (Ibidem, p. 13)


Por otro lado, con el fin de enviar al Señor de la Segunda Llegada, quien es el Tercer Adán, Dios preparó la situación, iniciando un periodo basado en el número seis. Son ejemplos de ello, la Reforma y el Renacimiento[4], que empezaron alrededor del siglo catorce, y florecieron en el dieciséis. La Revolución Industrial (finales del siglo dieciocho), y el súbito desarrollo posterior de la ciencia y la economía, fueron también parte de los preparativos para la llegada del Mesías. En esta dispensa de la historia de la restauración, Dios tiene la intención de enviar al Señor de la Segunda Llegada, en el siglo veinte.
[4] En el Siglo Catorce, John Wycliffe, (1320-1384) de Gran Bretaña tradujo la Biblia al inglés, y afirmó que el estándar de la fe estaba en la misma Biblia, y no en el papa o los clérigos, a la vez que  denunció valientemente la corrupción de la iglesia. Jan Huss (1374-1415) de Bohemia, creyó en las enseñanzas de Wycliffe y empezó un movimiento de reforma del Cristianismo, pero fue considerado  herético y quemado en la hoguera. En el Siglo Quince, en Florencia, Girolamo Savonarola (1452-1498) llevó a cabo un movimiento de reforma de la iglesia, pero fue igualmente perseguido y quemado en la hoguera. Después en el Siglo Dieciséis, se produjo la Reforma que Martin Lutero (1483-1546) y Calvino (1509-1564) habían iniciado.
El Renacimiento fue un movimiento cultural que empezó en Italia y que se extendió a las naciones europeas entre los siglos Catorce y Dieciséis. Dante (1265-1321), Petrarca (1304-1374) y Bocaccio (1313-1375) fueron los precursores del Movimiento Renacentista. El centro del Renacimiento se desplazó de Florencia a Roma en su edad dorada, y en ese periodo fueron figuras representativas, Leonardo da Vinci, (1452-1519), Rafael (1483-1520) y Miguel Angel (1475-1564)

Los líderes religiosos y  filósofos que aparecieron seis siglos antes del nacimiento de Jesús, estaban en una posición Arcangélica, y tenían la misión de preparar el camino para el Mesías. Por consiguiente, la verdad que ellos trajeron no era la verdad completa, sino una verdad parcial. El Mesías, quien es el Hijo de Dios, debía venir más tarde para predicar la verdad completa y absoluta, y esclarecer todas las cuestiones sin resolver en todas las religiones y sistemas de pensamiento. Esto es, en los Últimos Días, el Señor iba a resucitar y fortalecer las religiones y las apagadas filosofías tradicionales, a través de la verdad absoluta y debía realizar el mundo unido de religiones y sistemas de pensamiento.

No obstante, debido a que Jesús murió en la cruz, no se pudo realizar el mundo unificado, por lo que la misión de Jesús fue transferida al Señor de la Segunda Llegada. Además, el Confucionismo, el Budismo, la Filosofía Griega, y otros pensamientos, han permanecido divididos hasta el tiempo de la Segunda Llegada. La dispensa, en el tiempo de la Segunda Llegada, se llevará a cabo de forma similar a la del tiempo de Jesús. Es decir, el Señor de la Segunda Llegada aclarará las cuestiones sin resolver de las religiones tradicionales y filosofías, mediante la verdad absoluta que él mismo traerá. El unirá todas las religiones y pensamientos, y realizará el mundo unificado. Hay que puntualizar, que no es necesario establecer religiones y filosofías totalmente nuevas, seis siglos antes de la Segunda Llegada del Señor, como por ejemplo sucedió antes de Jesús. Bastará con el resurgimiento de las religiones y filosofías ya existentes.

G. La Ley de la Responsabilidad

Los primeros antepasados, Adán y Eva, tenían una parte de responsabilidad  que debían cumplir. En esta responsabilidad nadie podía interferir, ni siquiera Dios. Su propósito era permitirles alcanzar la calificación para dominar el universo.

Además de la parte de responsabilidad de Dios, existía la responsabilidad que Adán y Eva debían cumplir para perfeccionarse. Sin embargo, fracasaron en cumplir su responsabilidad y cayeron.

La providencia de la restauración debe ser cumplida de la misma forma, esto es uniendo la parte de responsabilidad humana (especialmente la de personas centrales providenciales) a la parte de responsabilidad de Dios. En este caso, el cumplimiento de la responsabilidad humana significa el cumplimiento de la misión que ha sido encomendada, y tomar responsabilidad por esa misión según la propia libre voluntad.

Por consiguiente, si las personas providenciales cumplen su parte de responsabilidad, mediante su esfuerzo y sabiduría, de acuerdo con la voluntad de Dios, la providencia se mueve hacia una nueva etapa. Sin embargo, si esas personas  no cumplen sus partes de responsabilidad, la providencia centrada en ellas fracasa, lo que hace que sea prolongada. Pasado un cierto periodo de tiempo centrado en ciertos números, una nueva persona es llamada para llevar a cabo la misma providencia.

La razón por la que la historia humana ha sido prolongada hasta hoy como la historia pecaminosa, reside en que las personas providenciales fracasaron continuamente en cumplir sus partes de responsabilidad. Jesús fue crucificado y no pudo realizar el mundo unificado debido a que los líderes de su tiempo, incluidos Juan Bautista, los sacerdotes y los gobernantes, fracasaron en cumplir sus partes de responsabilidad. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, el Comunismo ha causado conflictos por todo el mundo, y a causa del derrumbe de los valores en las naciones capitalistas, existe una gran confusión. Todo ello ha sido debido a que los líderes de las naciones Cristianas fracasaron en cumplir sus partes de responsabilidad.

III. Las Leyes de la Restauración

La historia humana es, la historia de la  re-creación y al mismo tiempo la historia de la restauración, es decir, ambas constituyen el proceso para recuperar el mundo original ideal perdido a causa de la caída humana. Por consiguiente, también en la historia entran en funcionamiento una serie de leyes diferentes además de las Leyes de la Creación. Se trata de las Leyes de la Restauración. Estas leyes son:

(1) La Ley de la Indemnización
(2) La Ley de la Separación
(3) La Ley de la Restauración del Número Cuatro
(4) La Ley de la Providencia Basada en Condiciones
(5) La Ley de que lo Falso precede a lo Verdadero
(6) La Ley de la Reaparición de lo Vertical en lo Horizontal
(7) La Ley de la Providencia Sincrónica

A. La Ley de la Indemnización

La caída humana nos enseña que los seres humanos perdieron su estado y posición original. La restauración consiste en el proceso de recuperar la posición y estado originales. No obstante, a fin de recuperar el estado y posición originales, se deben establecer ciertas condiciones. Las condiciones para este propósito son denominadas “condiciones de indemnización”. Las condiciones de indemnización que los seres humanos deben establecer son el Fundamento de Fe y el Fundamento de Sustancia.

Establecer el fundamento de fe significa que los hombres deben ir al encuentro de un líder (figura central) escogido por Dios, y mantener la fe en un cierto objeto condicional, centrados en ese líder, y durante un específico periodo numérico de tiempo de indemnización. El fundamento de sustancia consiste en que los hombres deben seguir obedientemente al líder escogido por Dios.

Sin embargo, al examinar la historia vemos que las gentes en las sociedades pecaminosas, raramente obedecieron al líder escogido por Dios. En su lugar la mayoría de veces los líderes escogidos por Dios fueron perseguidos. Por consiguiente, la senda seguida por los justos, los sabios y los santos se volvió una y otra vez en un curso de penalidades. No obstante, las penalidades que ellos tuvieron que soportar, fueron las condiciones de indemnización que hicieron, gracias a su sacrificio, que la gente del mundo pecaminoso fuese subyugada y restaurada al lado de Dios. En otras palabras, utilizando las penalidades de los líderes justos como condición, Dios hizo que la gente se arrepintiese. En esto consiste la Ley de Indemnización. Un ejemplo representativo es la crucifixión de Jesús. A causa de la crucifixión de Jesús,  mucha gente pudo tomar conciencia de su  estado pecaminoso y arrepentirse.

Hasta el presente, gobernantes dictatoriales persiguieron y mataron a gran número de gente religiosa, justa y buena, durante los periodos de revoluciones, y en las luchas de poder que siguieron a esas revoluciones. Sin embargo, tomando como condición el sufrimiento de la gente justa,  Dios hizo finalmente que los regímenes dictatoriales se rindiesen, y pudo de esta manera  liberar a la gente. Especialmente, los líderes comunistas, se encargaron de dar muerte a millones de personas y encarcelar a otras muchas durante las revoluciones comunistas, y en las posteriores luchas de poder. Dios, tomando como condición el sufrimiento de la gente, hizo que los regímenes comunistas cayesen, liberando a la gente del régimen comunista.

B. La Ley de la Separación 

Puesto que el Creador es el único y mismo Dios, el hombre y la mujer originales, deberían haberse relacionado única y solamente con Dios. Sin embargo debido a la caída, Adán llegó a relacionarse también con Satán. Por esta razón, cuando Dios intentaba relacionarse con Adán, Satán estaba en la posición de competir con Dios, al tener también una relación con Adán. Dios no podía en tal situación conducir ninguna clase de providencia a través de Adán. Por consiguiente, Dios tuvo que separar a los hijos de Adán, poniendo a un hijo en la posición de relacionarse con El y a otro en la posición de relacionarse con Satán. Dios separó a Abel y Caín, situando a Abel, el hermano menor, en el lado de Dios, y a Caín, el hermano mayor, en el lado de Satán.[5]
[5] Divine Principle ,  p. 242


Dios deseaba restaurar a Caín y Abel a Su lado, haciendo que Caín obedeciese a Abel. La caída ocurrió debido a que el ser humano (Adán), quien estaba en el lado de Dios, fue subyugado por la tentación de Satán. Para cumplir la restauración por indemnización, Dios deseaba que Caín, quien se encontraba en el lado de Satán, obedeciese a Abel, quien se hallaba en la posición de Dios. Por eso, cuando Caín y Abel hicieron las ofrendas, Dios no quería que Caín fuese directamente el autor, sino que deseaba que hiciese las ofrendas a través de Abel. Sin embargo, en lugar de ello, Caín odió a Abel  y lo mató. Así comenzó la historia pecaminosa de la humanidad[6]. Sin embargo aún permanecía el fundamento de corazón de Abel, quien una vez separado en el lado de Dios, permaneció con lealtad hasta el final. Por ello, con este fundamento como condición, Dios podía, a lo largo de la historia, separar a la gente del lado de Dios de la del mundo Satánico[7].
[6] Ibidem, p. 242

[7] Ibidem p. 251


A partir de un individuo de Su lado (el lado del bien), Dios ha estado ampliando la esfera del lado del bien, estableciendo primero una familia, y luego una tribu, pueblo, nación, y mundo en el lado del bien. Sin embargo, Satán quien ha estado trabajando en oposición a la providencia de Dios, se ha anticipado al lado de Dios, empezando por un individuo en el lado de Satán, y extendiendo después la esfera del mal al establecer a una familia, una tribu, una nación y un mundo en el lado del mal. De esta forma, Satán ha estado obstruyendo la providencia de Dios.

Generalmente, el lado de bien  trasmitía la Palabra de Dios al lado del mal, pero el lado del mal siempre rehusaba  aceptar la Palabra, y se oponía a ella incluso haciendo uso de las armas. Al responder el lado del bien a esos ataques, surgieron las luchas. A lo largo de la historia pues, se han sucedido las luchas entre un individuo en el lado del bien y otro en el lado del mal, así como entre familias, tribus, pueblos, naciones, llegando finalmente a la lucha entre los dos mundos (el del lado del bien y el del lado del mal). Por todo ello, la historia ha sido una historia de luchas entre el bien y el mal. No obstante, en el proceso de la historia de la restauración, el lado del bien y el lado del mal no son buenos y malos en un sentido absoluto. El lado relativamente más cercano a la providencia de Dios fue separado como el lado del bien, y el lado relativamente más apartado, como el lado del mal.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, el mundo fue separado en dos grandes bloques, a saber, el bloque en el lado del lado del bien, y el bloque en el lado del mal. El resultado fue el mundo libre y el mundo comunista. Más exactamente, era la separación entre  un grupo de países que respetaban la religión (el Cristianismo en especial) y otro  grupo de países que negaban la religión.

El propósito por el que Dios separó el mundo en el lado del bien y en el lado del mal, fue restaurar ambos lados, haciendo que el lado del mal fuese subyugado por el lado del bien. Finalmente el mundo entero se restaurará a Dios cuando el lado del bien gane la victoria completa en la lucha entre los dos bloques. La unificación de los dos mundos se cumplirá cuando el Mesías sea finalmente recibido. Como el bien y el mal surgieron debido a la infidelidad de Adán, la unificación se cumplirá mediante el Mesías, quien viene en la posición de Adán.

C. La Ley de la Restauración del Número Cuatro

El propósito de la creación de Dios, es realizar Su amor mediante el fundamento familiar de cuatro posiciones. Es decir, si Adán y Eva hubiesen crecido conforme a la Palabra de Dios y se hubiesen perfeccionado, se habrían convertido en un marido y una mujer centrados en Dios, y habrían dado nacimiento a hijos. Entonces, el fundamento familiar de cuatro posiciones, formado por Dios, Adán, (marido), Eva (esposa), y sus hijos, habría sido un hecho, y el amor de Dios se habría consumado. Sin embargo, debido a la caída de Adán y Eva, no se formó el fundamento familiar de cuatro posiciones centrado en Dios. En su lugar se formó un fundamento familiar de cuatro posiciones centrado en Satán, y el mundo entero cayó bajo el dominio de Satán. Debido a esto, el propósito central de la historia no fue otro que restaurar el fundamento familiar de cuatro posiciones centrado en Dios.

Para la restauración del fundamento de cuatro posiciones, Dios primeramente condujo una providencia condicional y simbólica, con el propósito de establecer un periodo cuya duración estuviese representada por el número cuatro. Este periodo es denominado la Ley de la Restauración del Número Cuatro. La restauración del número cuatro suponía una condición de indemnización para restaurar numéricamente el fundamento familiar de cuatro posiciones. El periodo del número cuatro se realiza mediante periodos de cuarenta días, cuarenta años, y cuatrocientos años, en los cuales la gente cae en confusión a causa de Satán, y en los que la gente del lado de Dios debe pasar por grandes penalidades. Son ejemplos de ello, el diluvio de cuarenta días en tiempos de Noé, los cuarenta años en el desierto de Moisés, los cuatrocientos años de persecución de los cristianos bajo el imperio Romano (431-31 AC), entre otros. Concluidos estos periodos de indemnización, la confusión quedaba bajo control, en el sentido de que el fundamento de cuatro posiciones era restaurado condicionalmente, y la providencia de Dios podía proseguir hacia una nueva etapa. La Ley de la Restauración del Número Cuatro, no solo se aplicó a la historia de los Israelitas, sino también a la historia de otros pueblos y países.

Arnold Toynbee, notó  que había muchos casos en la historia, en los que se llegaba a la unificación después de pasar por periodos de cuatro siglos de desconcierto (periodo de confusión). Podemos citar muchos ejemplos: en el mundo helénico, los cuatro siglos que van desde las Guerras del Peloponeso hasta la unificación por el Imperio Romano (431-31 AC), en la historia de China, los cerca de cuatro siglos que van desde el periodo de “Los Estados en Conflicto” hasta la unificación por los imperios Ch’in y Han. Los casi cuatro siglos de anarquía feudal en la historia de Japón (1185-1597), que van desde el periodo Kamakura-Ashikaga hasta la unificación de todo el Japón por el general Toyotomi Hideyoshi y el establecimiento de la dinastía de  Tokugawa Shogunate. Toynbee, sin embargo, no clarificó el porqué histórico de esos periodos de cuatro siglos[8]. Otro caso similar es el del gobierno de cuarenta años de los japoneses en Corea, que empezó  con el tratado de protección de Eul-Sa en 1905 y que terminó con la liberación de Corea en 1945.precedente
[8] Toynbee atribuye el periodo de confusión de 400 años hasta el surgimiento del Imperio Romano al efecto siguiente: “El historiador se da cuenta que el mundo Greco Romano llegó a la reunificación en la generación de Augusto tras la batalla de Actium. También observa que la anterior ruptura comenzó con el estallido de la Guerra del Peloponeso, cuatro siglos antes. Para el historiador, el problema de vital interés es ¿Cuál fue el problema  en el siglo quinto y continuó siéndolo hasta el último siglo A.C.? Por ahora, la solución a este problema solo puede encontrarse estudiando la Historia Griega y Romana como una historia continua con una trama única e indivisible”  (Civilization on Trial, [New York : Oxford University Press, 1948], p. 46,
Sin embargo, Toynbee dijo: si alguien tiene éxito en arrojar luz sobre ello, sin duda se trataría entonces,   experto crede, de algo asombrosamente revelador” ( Ibidem , p, 61)—, concluyendo que solucionar esta cuestión, sería lo mismo que obtener una revelación.


D. La Ley de la Providencia Condicionada

La Ley de la Providencia condicionada se refiere al hecho de que, en ciertos casos, si la persona central cumple o fracasa en cumplir la parte de responsabilidad humana en una etapa providencial de acuerdo con la voluntad de Dios, condiciona entonces un acontecimiento específico providencial en una etapa posterior. Esto significa que una etapa providencial no solo tiene importancia por sí misma, sino que también puede determinar y condicionar etapas providenciales posteriores.

Por ejemplo, conocemos el caso de Moisés cuando golpeó dos veces la roca en el desierto (Deuteronomio Cap. 20). El acto de Moisés, tenía en sí mismo, una necesidad real debido a las circunstancias de aquel tiempo, a saber, permitir a los Israelitas sedientos, saciar su sed en el desierto. Sin embargo, al mismo tiempo, era un acto simbólico y cargado de significado que condicionó la providencia de Dios y la venida de Jesús en una fecha posterior.

Sobre este asunto, el Principio Divino explica lo siguiente: La roca simbolizaba a Adán. La roca de la que aún no había brotado el agua, antes de ser golpeada por Moisés, simbolizaba al primer Adán, mientras que la roca capaz de dar agua, después de ser golpeada por Moisés, simbolizaba a Jesús, el Segundo Adán. Como el agua es símbolo de la vida, la roca incapaz de dar agua simbolizaba al primer Adán quien se hallaba en un estado de muerte espiritual debido a la caída humana. Por tanto, la roca capaz de dar agua simbolizaba a Jesús quien llegaría con el fin de dar vida a la gente muerta. Sin embargo, Moisés llevado de su impaciencia y enojo por la infidelidad de los Israelitas, golpeó una segunda vez, y al hacer esto golpeó la roca capaz de dar agua, que simbolizaba a Jesús. El acto de moisés de golpear la roca por segunda vez, establecía la condición que permitiría a Satán atacar directamente a Jesús, quien simbolizaba a la roca, siempre y cuando los israelitas cayesen en la infidelidad. Por ello, golpear dos veces la roca llegó a ser la causa remota de la crucifixión de Jesús, debido a la infidelidad de los Israelitas[9]
[9] Divine Principle, pp. 326-327

Este es un ejemplo histórico recogido en el Antiguo Testamento. La Ley de la Providencia Basada en Condiciones, no solamente funcionó en este caso, sino que también lo hizo en otros acontecimientos históricos significativos en la providencia de Dios. Esto quiere decir por un lado, que ciertas situaciones históricas estuvieron de una u otra forma condicionadas por diversos factores ocurridos con anterioridad, y demuestra a su vez, que un acontecimiento en particular, tuvo  influencia posteriormente en un acontecimiento histórico.

E.  La Ley de que lo Falso precede a lo Verdadero

Esta es la ley según la que lo falso aparece antes de lo verdadero. Satán dominó el mundo que había sido creado por Dios, al hacer que los primeros antepasados humanos se alejasen de Dios. Por tanto cuando Satán intentó crear un mundo fuera del principio conforme a un seudo principio, Dios no tuvo más remedio que permitírselo. Por lo tanto, Dios ha llevado adelante Su providencia para construir el mundo dentro del principio, siguiendo los propios pasos de Satán. El mundo fuera del principio creado por Satán, es un mundo falso. De este modo, aunque prospere, su prosperidad será efímera y temporal. A medida que la providencia de Dios progrese, el mundo fuera del principio de Satán, llegará a su final.

La última meta de la Providencia de la Restauración, es realizar aquí en la tierra el mundo en el que se asiente el ideal de la creación centrado en Dios, es decir el estado de un mundo unido. En esto consiste el reino de Dios, o el Reino de los Cielos en la Tierra, en el que Dios es el soberano supremo. Este mundo se debería haber realizado ya con la llegada del Mesías. Sin embargo, Satán quien conocía el plan de Dios, se apropió con antelación de los contenidos de la providencia, y estableció a personas Mesiánicas en el lado de Satán antes de la llegada (y antes de la Segunda Llegada) del Mesías, en un intento de crear el estado ideal en el lado Satánico. Esta es la razón por la que el falso Mesías y el falso mundo de unidad, tienen que aparecer primero.

Por ejemplo consideremos el surgimiento del Imperio Romano antes de la llegada de Jesús. Julio César, emperador del Imperio Romano, conquistó toda la Galia, y la incorporó al Imperio, consiguiendo así la unificación del Imperio Romano (45 AC). Posteriormente fue muerto, y Octavio Augusto, después de adueñarse de la situación tras una guerra civil (31 AC) unificó toda la región mediterránea, y erigió lo que virtualmente se convirtió en un imperio mundial. El periodo pacífico y feliz del Imperio Romano fue conocido como “Pax Romana”, y duró cerca de dos siglos. Julio Cesar y Augusto eran las figuras mesiánicas en el lado de Satán. Ellos crearon un mundo falso de unidad, paz y felicidad, en adelanto al que debía ser erigido mediante la llegada del verdadero Mesías (Jesús). Pero la realidad fue que Jesús tuvo que ser crucificado sin poder completar su misión, y por consiguiente el verdadero mundo unido, o mundo ideal, no apareció en ese tiempo.

También en el tiempo de la Segunda Llegada, el falso Señor de la Segunda Llegada (el falso Mesías) y el falso mundo tienen que venir antes de la providencia de la Segunda Llegada. Stalin fue el falso Mesías, y el mundo comunista a su vez fue el mundo falso  ideal. De hecho, Stalin fue reverenciado como “el sol de la humanidad”, es decir como un Mesías, y su objetivo era la unificación del mundo mediante el comunismo. Stalin murió en 1953, pero desde el punto de vista providencial, en ese momento dio comienzo el curso oficial para la providencia de la Segunda Llegada.  La posterior división internacional representó por adelantado la caída del falso mundo de unidad y el comienzo del verdadero.

F. La Ley de la Reaparición de lo Vertical en lo Horizontal

De acuerdo con la Ley de la Reaparición de lo Vertical en lo Horizontal, lo vertical reaparece horizontalmente en el tiempo de la consumación de la historia de la restauración. “Vertical” se refiere al transcurso del tiempo, y “horizontal” se refiere a la expansión en el espacio.

En otras palabras, lo vertical se refiere a la historia, y lo horizontal se refiere al mundo del presente. Por consiguiente, la reaparición de lo vertical en lo horizontal significa que Dios conduce Su providencia de forma que todos los acontecimientos providenciales y personajes de la historia reaparecen simbólicamente, a un nivel mundial, en la consumación de la historia. Haciendo esto, Dios ha buscado solucionar en un mismo tiempo, todos los diferentes problemas (acontecimientos) que quedaron sin resolver debido a los fracasos de las figuras providenciales en las diferentes eras de la historia hasta el presente, completando la historia de la restauración.

Por ejemplo, en el periodo de dos mil años de la providencia de la restauración desde Adán hasta Abraham, las condiciones verticales de indemnización que habían sido invadidas por Satán, fueron restauradas por indemnización en tres generaciones por Abraham, Isaac y Jacob. En el tiempo de Jesús, Dios tuvo que hacer que los acontecimientos providenciales que habían terminado en fracaso debido a la invasión de Satán durante los dos mil años desde Adán hasta Jesús, volvieran a aparecer para ser restaurados por indemnización en un mismo tiempo. Por consiguiente, en el tiempo de la providencia de la Segunda Llegada, todos los acontecimientos invadidos por Satán en los seis mil años de historia desde Adán deben reaparecer horizontalmente y ser restaurados por indemnización centrados en el Señor de la Segunda Llegada.

En la historia, los acontecimientos providenciales raramente quedaban completamente resueltos antes de que comenzase la siguiente providencia. Durante el curso de la historia, la mayoría de los acontecimientos providenciales no llegaron prácticamente a su resolución, concluyendo solo de forma condicional. Mientras estos acontecimientos sigan sin resolver, no podrá haber una verdadera paz en la tierra. Los problemas  de la sociedad de hoy, se resolverán totalmente cuando se solucionen todos estos acontecimientos históricos.

Por ejemplo, en nuestro tiempo Israel y las naciones Arabes están en conflicto. Esto no es más que la reaparición de las luchas entre los Israelitas y los pueblos circundantes en los días del Antiguo Testamento. Por consiguiente, es difícil resolver el conflicto presente entre Arabes e Israelíes, si solo es entendido como un problema político. Cuando llegue la consumación de la historia en los Ultimos Días, sobrevendrán muchos acontecimientos inesperados, y el mundo entrará en confusión. Esto es debido a que los diferentes problemas sin resolver de la historia en el pasado, reaparecen en el periodo del presente por la Ley de la Reaparición de lo Vertical en lo Horizontal. La confusión y los conflictos, quedarán fundamentalmente resueltos, una vez que se reciba al Señor de la Segunda Llegada mediante la reconciliación de los pueblos en conflicto, a través del amor de Dios.

La razón por la que Dios hace que reaparezcan los acontecimientos de la historia en los Ultimos Días,  el tiempo de su solución fundamental, es que Dios desea conseguir dos propósitos: primeramente, volver a poner la condición por los seis mil años de historia, como si la caída no hubiese ocurrido, borrando así de la memoria y de una vez por todas, los innumerables acontecimientos miserables de la historia, y en segundo lugar para subyugar completamente a Satán al eliminar todas las condiciones para la acusación de Satán.

G. La Ley de la Providencia Sincrónica

La Ley de la Providencia Sincrónica, es la ley por la que una providencia llevada a cabo en un cierto periodo de tiempo, se repite en un periodo posterior. Esos dos periodos providenciales, que están en la relación de identidad providencial, presentan aspectos similares en términos de figuras centrales, acontecimientos principales, periodos numéricos de tiempo, etc. Esto sucedía cuando una figura central providencial no cumplía su parte de responsabilidad. Entonces el periodo providencial centrado en esa persona particular, terminaba, y luego, pasado un cierto periodo de tiempo, se establecía a otra persona para restaurar por indemnización el curso histórico del periodo anterior. En tales casos, ya que las condiciones de indemnización se agravaban gradualmente con la prolongación de la providencia de la restauración, el periodo anterior no se repetía exactamente igual, sino que lo hacía en una dimensión más amplia. En consecuencia, la historia ha seguido un desarrollo en espiral.

 ¿Cómo ha trabajado en la historia la Ley de la Providencia Sincrónica? En la providencia de la restauración centrada en el nivel familiar y durante el periodo de dos mil años desde Adán hasta Abraham (La Era Providencial para el Fundamento de la Restauración), el Mesías no pudo llegar debido al incumplimiento de la providencia. En consecuencia, el periodo de dos mil años de la providencia de la restauración centrada en los Israelitas desde Abraham a Jesús (La Era Providencial de la Restauración), fue su providencia sincrónica. Por su parte, el periodo de dos mil años desde Abraham a Jesús para la providencia de la restauración, también quedó sin cumplir debido a la crucifixión de Jesús, por lo que el periodo de dos mil años de la providencia de la restauración (Era Providencial de la Prolongación de la Restauración) centrada en el Cristianismo, fue la providencia sincrónica de aquél periodo. Las características de sincronía entre los dos periodos de dos mil años desde Abraham a Jesús, y entre los otros dos mil desde  Jesús hasta el presente, se pueden ver en el diagrama de la Tabla 8-1


 Tabla 8-1 El sincronismo providencial del periodo de la providencia de la restauración y el periodo de la prolongación de la providencia de la restauración

Oswald Spengler reveló la sincronía en la historia. Según Spengler, todas las culturas se han desarrollado siguiendo una misma fórmula, y esta fue la causa de la aparición de acontecimientos similares o paralelos entre dos culturas cualesquiera del mundo. A estos acontecimientos los denominó “contemporáneos”.[10]
[10] Oswald Spengler afirmó lo siguiente: “La aplicación del principio de “homología” al fenómeno histórico da una connotación enteramente nueva a la palabra “contemporáneo”. Son contemporáneos, dos hechos históricos que ocurren exactamente en las mismas –relativas- posiciones y en sus respectivas culturas, -, por lo que tienen exactamente una importancia equivalente….Espero demostrar que todas las grandes creaciones y formas de la religión, arte, política, vida social, economía y ciencia, surgen, llegan a su cima y mueren contemporáneamente en todas las Culturas; que la estructura interior de una se corresponde estrictamente con la de todas las demás. (The Decline of the West, tr. C.F. Atkinson ([London : George Allen & Unwin, Ltd., 1961], p. 113)
Cita como ejemplos la relación entre la antigua cultura Greco-Romana, y la cultura Occidental, a Alejandro Magno y Napoleón en el terreno político y a Pitágoras y Descartes en el matemático, entre otros.
Arnold Toynbee descubrió la sincronía en la historia casi al mismo tiempo que Spengler. Toynbee explicaba que mientras estaba leyendo a Tucídides  se dio cuenta de que la historia de la antigua Grecia y la historia moderna Occidental eran sincrónicas:

“En 1914 me encontraba en la Universidad de Oxford enseñando historia. En el mes de Agosto, vino como un flash a mi mente que el historiador del siglo V a.c. Tucídides, ya había tenido la experiencia, que ahora me abrumaba. A él igual que a mí, le había impresionado la gran guerra fratricida entre los estados en que su mundo había sido dividido políticamente. Tucídides había presentido que con la gran guerra de su generación, su mundo marcaría un hito, y las secuelas le han dado la razón. He visto ahora que la historia Griega y la historia Occidental, fueron, en términos de experiencia, contemporáneas la una con la otra. Sus cursos fueron en paralelo. Ambos cursos, podrían ser estudiados comparativamente”. (Cursiva añadida)[11]
[11] Arnold Toynbee, A Study of History, Illustrated (Oxford: Oxford University Press, 1972,), p. 11.

Toynbee, entendió como sincrónicas, la historia de la antigua Grecia y la historia Occidental. En la visión de la Unificación de la historia, la antigua Grecia constituyó el periodo de la preparación para la llegada del Mesías, mientras que la historia moderna Occidental ha sido el periodo de preparación para la Segunda Llegada del Mesías. Estos dos periodos están en sincronía, y el significado esencial de su sincronismo radica en que cada uno de ellos es un periodo de preparación para recibir al Mesías.

IV Cambios en la Historia

Las leyes de la creación y las leyes de la restauración arriba estudiadas, siempre han estado trabajando en la historia, sin embargo las más importantes son: la Ley de la Acción de Dar y Recibir, la Ley de Repulsión, la Ley de Indemnización, y la Ley de Separación. Entre ellas, al considerar los cambios en la historia, la Ley de la Acción de Dar y Recibir es la “Ley del Desarrollo”, y las otras tres unidas, actúan como la “Ley del Cambio de Dirección” (ésta última es denominada también la “Ley de la Lucha entre el Bien y el Mal”)

Ya fue explicado que la historia ha progresado mediante la acción de dar y recibir. Es decir, el desarrollo en la política, economía, cultura y  en todos los demás campos es posible mediante la armoniosa acción de dar y recibir entre los diferente pares de sujeto y objeto, como: el espíritu y la materia, la gente y su entorno (sociedad y naturaleza), el gobierno y el pueblo, organización con organización, individuo con individuo, el hombre y la maquinaria, etcétera.

El desarrollo tiene que ver con el crecimiento, el progreso, el perfeccionamiento y la aparición de una nueva cualidad- los cuales son tipos irreversibles de movimiento hacia delante. Estos fenómenos aparecen cuando los elementos correlativos de sujeto y objeto inician una acción de dar y recibir, que está centrada en un propósito común. Por otra parte, las luchas son el resultado de las diferencias de  propósitos e intereses entre sujeto y objeto. Por tanto cuando hay luchas, el desarrollo se suspende o da marcha atrás. Por consiguiente, todo desarrollo en la historia, ha sido realizado, sin excepción, a través de la acción de dar y recibir.

Sujeto y sujeto se oponen y luchan según la Ley de Repulsión. En la historia humana, la repulsión entre un sujeto y otro se refiere al conflicto entre un líder y otro. Un ejemplo de ello lo constituye la lucha entre los líderes de la burguesía y los de la aristocracia de la realeza centrada en Luís XVI, a saber, la lucha entre los líderes renovadores y los líderes conservadores en el tiempo de la Revolución Francesa. Los dos partidos fueron separados de acuerdo con la Ley de Repulsión-uno en el lado del bien relativo (la posición más relativamente cercana a la providencia de Dios), y otro en el lado del mal relativo (la posición que estaba obstruyendo la providencia de Dios). Los líderes o sujetos formaron sus campos del bien y del mal respectivos, atrayendo a la gente que se encontraba en la posición objeto hacia sus respectivos lados (separación en dos partes), y lucharon entre sí.  La cuestión de que líder es bueno y cual es malo, debe ser decidida sobre la base de la cercanía del líder con la providencia de Dios. Sin embargo, en muchos casos los líderes, en la sociedad existente, obraron tiránicamente dejándose llevar por deseos egoístas, por lo que Dios tuvo a menudo que establecer nuevos líderes en el lado del bien, y trabajar por medio de ellos en la providencia.

En la lucha entre el bien y el mal, si vence el lado del bien, la historia gira en una mejor dirección. Posteriormente, cuando la historia alcanza la nueva etapa, aparecerá un nuevo líder, mejor que el anterior. Entonces el antiguo líder pasa a ocupar la posición  del mal relativo, y comienza de nuevo la lucha entre el bien y el mal. Si el lado del bien   consigue la victoria, la historia vuelve a girar hacia una mejor dirección. A través de este proceso, la historia finalmente alcanzará la etapa de la bondad perfecta, esto es, la etapa del ideal de la creación. Solo entonces, la lucha entre el bien y el mal llegará a su fin. Por consiguiente, aunque la lucha no da lugar al  progreso o desarrollo, sí produce un cambio de dirección en la historia.

En  la lucha entre un sujeto bueno y un sujeto malo, cuando el lado del mal fue el más fuerte, Dios intentaba hacer que éste se rindiese, por la Ley de Indemnización. Es decir, Dios guiaba a los líderes hacia el lado del bien, para que se sacrificasen y siguiesen el camino de la persecución. Con ello como condición, Dios influenciaba a la gente en el lado de mal para que se rindiese de forma natural, y aislaba al líder del lado del mal, llevando a la victoria finalmente a la gente del lado del bien. Así es como las religiones se propagaron por todo el mundo hasta nuestros días, incluso a través de la persecución, por medio de la Ley de Indemnización.

En la lucha entre el bien y el mal, cuando el lado del bien no cumple totalmente su responsabilidad, y el lado del mal obtiene la victoria, la historia naturalmente no gira en una mejor dirección, sino que es prolongada en la dirección en que se halla, permaneciendo como está. Después de un específico plazo de tiempo, Dios establece otra vez a un líder bueno y trabaja para conseguir la victoria sobre el lado del mal. Así es como Dios ha estado guiando la historia hacia una mejor dirección. Por tanto, la historia humana, no ha sido la historia de lucha de clases, sino mas bien la historia de la lucha entre el bien y el mal. Por consiguiente, la historia progresa mediante la acción de dar y recibir entre sujeto y objeto, y cuando llega a  un cierto punto en el tiempo, su dirección gira a causa de la lucha entre el bien y el mal, y después de este giro, la historia sigue progresando otra vez mediante la acción de dar y recibir entre sujeto y objeto. La historia ha sufrido cambios a través de la repetición de este proceso. El proceso de los cambios históricos es ilustrado en la fig. 8-1

 Figura. 8-2 Cambios en la historia a través de la acción de dar y recibir y la lucha entre el bien y el mal.

De lo dicho anteriormente, se deduce que la historia ha experimentado cambios en dos direcciones, una en la dirección del desarrollo (progreso), y otra en la dirección de la restauración (giro). Como desarrollo se entiende aquí el progreso de la ciencia, economía y cultura, mientras que la restauración se refiere a la recuperación del mundo ideal perdido, que fue  previsto en un principio-un mundo de amor y de paz. La razón de estas dos direcciones en la historia, está en  que la historia humana es la historia de la recreación, y al mismo tiempo la historia de la restauración. El mundo futuro tendrá una ciencia y una tecnología altamente desarrollas, pero al mismo tiempo será un mundo de  altos valores éticos. El mundo de la ciencia y tecnología, crece con el desarrollo, mientras que la sociedad ética progresa por medio de la restauración.

La restauración se lleva a cabo a través de la lucha entre el bien y el mal, sin embargo esa lucha no tiene porque conducir necesariamente a un conflicto armado. Si el lado del mal se somete obedientemente al lado del bien, el cambio social puede ser pacífico. Por consiguiente, la historia ha seguido su curso de cambios, mediante las dos direcciones del desarrollo y la restauración. El progreso o desarrollo no se detendrá y continuará por siempre, pero la restauración finalizará cuando sea restaurado el mundo original ideal, y después perdurará para siempre.


V. Puntos de Vista Tradicionales Sobre la Historia

A continuación presentaré una visión general de los puntos de vista tradicionales de la historia, con el fin de estudiar sus puntos débiles, e intentar clarificar el significado histórico de la Visión de Unificación de la Historia.

A. El Punto de Vista  Cíclico de la Historia (Visión fatalista de la Historia)

Los griegos de la antigüedad al observar las cuatro estaciones de primavera, verano, otoño e invierno repitiéndose año tras año, consideraron que la historia seguía también un curso cíclico. Según ellos, la historia no era sino la repetición de acontecimientos predestinados, que el poder humano no podía alterar, y por tanto no veían ningún significado ni meta en la historia. Esta perspectiva de la historia es conocida como “visión cíclica de la historia”, o “visión fatalista de la historia”. Fueron historiadores representativos de esta tendencia Herodoto (484-425 a.c.) considerado como el padre de la historia, quien escribió la “Historiae” (Historia), y Tucídides (460-400) quién escribió “Sobre las Guerras del Peloponeso”. Herodoto escribió sobre la guerra Persa en un modo épico, mientras que Tucídides describió la guerra del Peloponeso siguiendo fielmente los hechos históricos desde el principio hasta el final. Estos dos historiadores coincidían en la idea de que la historia se repite[12].
[12] Herodoto fue fatalista. Describió la historia de manera épica, como si estuviera manipulada por el hilo del destino. Por la otra parte, Tucídides describió los hechos históricos de forma realista y científica. Sin embargo, Tucídides también consideró, conforme al pensamiento Griego de entonces, que la historia se repite. Tucídides escribió: Me temo que al no tratarse mi historia de una novela, se verá un tanto privada de interés. Pero si es juzgada de utilidad por aquellos investigadores que deseen un conocimiento exacto del pasado, como ayuda para la interpretación del futuro, el cual debe asemejarse o cuando menos reflejarse con el curso de los asuntos humanos, me daré por satisfecho. He escrito mi obra, no como un ensayo para ganar el aplauso del momento, sino como un legado para todos los tiempos”.
(Tucídides, “The History of the Peloponnesian War (London : J.M. Dent and Sons, Ltd., 1948], p. 11).


La visión cíclica de la historia no admite que el desarrollo de la historia dependa del esfuerzo humano, pues acepta el devenir de las circunstancias como necesario. Por tanto no ofrece una imagen futura del mundo, ya que no vislumbra una meta en la historia.

B. El Punto de Vista Providencial de la Historia

En contraste con la perspectiva Griega de la historia, que sostiene que la historia no tiene principio ni  meta, sino que  se repite en un movimiento circular, el Cristianismo tenía una visión de la historia fundamentalmente diferente: la historia tiene un principio y  avanza en línea hacia una meta definida.

Esto es, sus postulados fueron: 1) la historia comenzó con la creación y la caída humana, 2) la historia es la historia de la salvación que se dirige al Juicio Final, y 3) la providencia de Dios es la fuerza conductora de la historia. Esta perspectiva ha sido conocida como “visión providencial de la historia” o “visión cristiana de la historia”.
Fue San Agustín (354-430) el que sistematizó la visión cristiana de la historia. Agustín la describió como la  lucha entre la Ciudad de Dios (Civitas Dei), el lugar donde viven los que aman a Dios, y la Ciudad Terrena, (Civitas Terrena) el lugar donde vive la gente que ha sucumbido a la tentación de Satán. Agustín afirmó que la Ciudad de Dios triunfaría finalmente y establecería una paz eterna. El curso de la historia seguía según él, un plan predestinado por Dios.

La historia humana, desde la caída hasta la consumación, la dividió en seis periodos

1) De Adán hasta el Diluvio de Noé
2) De Noé hasta Abraham
3) De Abraham a David
4) De David a la Cautividad en Babilonia
5) De la Cautividad en Babilonia al nacimiento de Cristo y
6) De la primera a la segunda llegada de Cristo, (No se constataba la duración del sexto periodo).

Con la perspectiva Cristiana la historia adquiere un significado, en el sentido de que persigue una cierta meta. No obstante el ser humano no es sino un instrumento en manos de Dios. Aún así, el contenido de esta perspectiva es demasiado misterioso, para ser aceptado como ciencia social en nuestros días.

C. El Punto de Vista Espiritual de la Historia (Visión Progresiva de la Historia)

Durante la Era del Renacimiento, los enfoques teológicos de la historia se fueron desvaneciendo, y la era de la Ilustración del siglo dieciocho vio aparecer una nueva perspectiva de la historia. Según esta nueva interpretación de la historia, era el hombre, antes que Dios, quien impulsaba la historia. Este enfoque consideraba que la historia progresaba en línea recta y marchaba necesariamente unida al progreso del espíritu humano. A esta visión de la Historia se la conoce  como la “visión espiritual de la Historia” o la “visión progresiva de la historia”.

Giambattista Vico (1668-1744) reconoció la providencia de Dios en la historia, sin embargo consideró que el mundo secular estaba formado por seres humanos, y afirmó que la historia no podía explicarse únicamente por la voluntad de Dios. En su comprensión de la historia, Dios fue relegado a un segundo plano, destacando en su lugar a los seres humanos[13].
[13] En la visión de la historia del pensamiento de la Ilustración, se excluyó el Poder de Dios de la historia, debido a que se creyó que los hombres hacían la historia. Sin embargo Vico creyó que aunque la historia era obra de los hombres, permanecía no obstante bajo la Providencia de Dios. Esto quiere decir que la historia era la combinación del poder humano y de la Providencia de Dios. Esta visión está de acuerdo con la perspectiva de Unificación de la Historia. Vico, además, pensó que aunque la historia es principalmente un proceso de progreso o desarrollo, existen patrones de progreso y de declive en la misma, y por tanto entendió  la historia como desarrollándose en espiral. A este respecto, fue el precursor  de la aparición de la visión cultural de la historia abogada por Spengler y Toynbee

 Voltaire (1694-1778), descartó que el poder de Dios trabajara en la historia. Sostenía que no era Dios, sino la gente con más alto nivel de educación, la que había sido capaz de dominar la ciencia, a saber, la gente ilustrada,  la conductora de la historia.

Marquis de Condorcet (1743-1804) afirmó que con el despertar de la razón, la historia progresaría en una relación armoniosa entre ciencia y ética.

E. Kant. (1770-1831) dijo que el propósito de la historia era el desarrollo de todas las capacidades humanas en el marco de una sociedad internacional, formada por una liga de naciones, y abogó por “la historia universal desde un punto de vista cosmopolita”.

El filósofo romántico I.G. Herder (1744-1803) afirmó que la meta de la historia es el desarrollo de la naturaleza humana.

Hegel (1770-1831) entendió la historia como la “auto-realización del Espíritu”, o “auto-realización de la Idea”. Su teoría era que la razón gobierna el mundo, y que la historia mundial progresa racionalmente. La razón que gobierna el mundo fue denominada “el mundo del espíritu”. Hegel creía que la razón manipula a los seres humanos, en lo que llamó “los trucos de la razón”. La visión de la historia de Hegel es conocida como la “visión espiritual de la historia”, o “visión idealista de la historia”.
Hegel creyó que aparecería un estado racional, en el que la Idea de libertad sería realizada, y que ese estado sería Prusia. Sin embargo, no fue así en la realidad, y se acentuaron y se hicieron más serios problemas sociales tales como la explotación y la alienación. Por consiguiente, y como rebelión a la filosofía de la historia de Hegel, surgió el materialismo histórico.

D. El Materialismo Histórico

Contrariamente a Hegel, quien propuso una visión espiritual de la historia, afirmando que la Idea era la fuerza conductora de la historia, Marx aseveró que las fuerzas materiales eran las que regían la historia, y enunció “La concepción materialista de la historia”, a saber “el materialismo histórico”, (también denominado “visión revolucionaria de la historia”)

Según la concepción materialista de la historia, la historia se rige por el desarrollo de las  fuerzas  productivas. Correspondientemente al desarrollo de las fuerzas productivas se establecen las  relaciones de producción. Aunque las fuerzas productivas, se desarrollaron rápidamente, las relaciones de producción, una vez establecidas, se anquilosaron, resultando un obstáculo para el desarrollo de las fuerzas productivas. Por tanto se dio la lucha de clases entre la clase que buscaba mantener las antiguas relaciones de producción (clase gobernante), y la clase encargada de las fuerzas productivas que buscaba las nuevas relaciones de producción (clase gobernada). Por ello, la historia ha sido la historia de la lucha de clases. En la sociedad capitalista, esta lucha de clases llega a un punto dominante y culmina con la revolución. El proletariado, que es la clase gobernada, desplaza a la burguesía, que es la clase gobernante. El resultado es el establecimiento de la sociedad Comunista, esto es el “reino de libertad”, donde no existen clases.

Es obvio ahora que la concepción materialista de la historia, también es errónea. Cuando uno examina las leyes de la concepción materialista de la historia, se da cuenta que son meramente afirmaciones dogmáticas. Por ejemplo, el desarrollo de las fuerzas productivas es considerado como desarrollo material, pero no se da ninguna explicación dialéctico-materialista sobre como se desarrollan las fuerzas productivas. Por otro lado, las sociedades comunistas que salieron de la revolución, como la Unión Soviética, no fueron el reino de la libertad, sino, por el contrario, dictaduras que pisotearon la naturaleza humana, y sociedades con una productividad altamente paralizada. Estos hechos, prueban los errores de la concepción materialista de la historia más elocuentemente que ningún otro argumento.

E. La Visión de la Historia de la Filosofía de la Vida

W. Dilthey (1833-1911) y G. Simmel (1858-1918), afirmaron que la historia crece al mismo tiempo que crece la vida.

Según Dilthey, la vida es una experiencia humana, y la experiencia siempre se expresa y manifiesta en el mundo externo. La manifestación de la experiencia es precisamente el mundo de la historia y la cultura. Por tanto, el sistema cultural, que incluye religión, filosofía, arte, ciencia, política y derecho, no es más que la objetivación de la propia vida.

De forma similar Simmel dijo que la historia es una expresión de la vida. La vida es una corriente que continúa hasta el infinito. El fluir de la propia vida es lo que hace la historia[14].
[14] Simmel afirmó en la introducción a la tercera edición de “Los Problemas de la Historia” que “el espíritu describe su costa y el ritmo de la ola en la corriente del devenir, mediante el cual se encuentra a sí mismo, y haciendo esto, da origen a la corriente del devenir de la historia”  (Die Probleme der Geschicht, [Verlag Dinker and Humblot, 1923] p. VII).


Según la visión de la historia, de la filosofía de la vida, el dolor y la infelicidad de la humanidad, tal y como quedan registrados en la historia, son fenómenos inevitables que acompañan el fluir de la vida. Por consiguiente, saber cómo la gente se puede liberar del dolor y la infelicidad, es una cuestión aún por resolver en la filosofía de la vida.

F. La Visión Cultural de la Historia

En la Europa anterior a la Primera Guerra Mundial, no se había debilitado la confianza en el progreso  y desarrollo de la historia. Se creía además que la historia se desenvolvía centrada alrededor de Europa. Fue Oswald Spengler (1880-1936), el encargado de acabar con esta imagen lineal y euro-céntrica de la historia.

Spengler propuso una visión cultural de la historia, en la que la cultura era el fundamento de la historia. Spengler consideraba que la cultura era como un organismo o ser vivo, por lo que también nace, crece, e inevitablemente ha de morir. En la civilización Occidental, Spengler encontraba síntomas de un inminente declive, que estaban además en correspondencia con el declinar de Grecia y Roma, lo que le indujo a predecir el declive de Occidente. Spengler decía, que conociendo de antemano el declive de Occidente, se debería vivir aceptando ese inevitable destino, sin caer en el pesimismo. En este punto mantenía estrecha cercanía con Nietzsche. La visión de la historia de Spengler era determinista.

Arnold Toynbee, (1889-1975) fuertemente influenciado por Spengler, estableció su visión cultural de la historia. Según Toynbee, la entidad esencial que constituye la historia mundial, no es una región, una etnia o una nación, sino la civilización. Toynbee dijo que cada civilización pasa a través  de las etapas de génesis, crecimiento, ruptura, desintegración y disolución.

La causa de la génesis de una civilización se encuentra en la respuesta humana a los desafíos del entorno natural, o del ambiente social. Las minorías creativas son las encargadas de fomentar la nueva civilización, ofreciendo guía a las masas de gente. Sin embargo cuando las minorías creativas pierden finalmente creatividad, la civilización se escinde. Las minorías creativas se convierten en minorías gobernantes, y nacen a su entorno, el “proletariado interior” de dentro de la civilización- y el “proletariado exterior”- que se separan de las minorías gobernantes. La sociedad entra en confusión, pero los más fuertes entre las minorías gobernantes, ponen fin al periodo de desconcierto estableciendo el “estado universal”. Bajo el opresivo gobierno del estado universal, el proletariado interior mantiene a las “religiones más elevadas”, y el proletariado exterior forma “las bandas bárbaras de guerra”. Por tanto, el estado universal, las religiones más elevadas y las bandas de guerra, constituyen las tres fracciones. Finalmente, la religión más elevada llega a ser una “iglesia universal”, convirtiendo a las clases gobernantes, pero, el estado universal, pronto se derrumba, y junto con él, la civilización llega a su final.

Una vez desaparecida la primera civilización, el proletariado exterior invade y se convierte a la religión más elevada, dando nacimiento a la civilización de una nueva generación. Para Toynbee las civilizaciones más importantes de la historia fueron veintiuna. Las civilizaciones actuales están todas en la tercera generación, separadas en los cuatro linajes de la civilización Cristiana (La Occidental, y Griega Ortodoxa), la civilización Islámica, la civilización Hindú, y la civilización de Lejano Oriente. Esta sucesión mediante tres generaciones, tal como Toynbee proponía, se corresponde con la providencia sincrónica en tres generaciones de la Visión de Unificación de la Historia  (La Era Providencial para el Fundamento de la Restauración, la Era Providencial de la Restauración, y la Era Providencial de la Prolongación de la Restauración).

Es característico de la visión de la historia de Toynbee, la exclusión del determinismo y la afirmación del no-determinismo y la teoría de la libre voluntad. En otras palabras, la respuesta de los seres humanos a los desafíos, está basada en la libre voluntad. Por tanto el curso de la historia no está predeterminado, sino que la gente puede escoger su futuro.

Toynbee contempla con claridad la Ciudad de Dios (Civitas Dei), como la imagen futura de la historia humana. Sin embargo, desde su posición no determinista, afirmó que la elección futura del Reino de Dios, o del reino de la noche, depende de la libre voluntad de la gente. Toynbee se expresó como sigue:

“Bajo la ley del amor, que es la ley del mismo ser de Dios, el auto-sacrificio de Dios desafía al hombre, al establecer ante éste el ideal de la perfección espiritual; y el hombre tiene la perfecta libertad de aceptarlo o rechazarlo. La ley del amor deja al hombre tan libre para ser un santo como para ser un pecador. Le deja libre para determinar si su vida personal y su vida social debe progresar hacia el Reino de Dios o  hacia el reino de la noche”.[15]

Otro aspecto característico de la visión de la historia de Toynbee es su forma de presentar a Dios, un aspecto que la sociedad moderna de hoy debe recordar.
En su punto de vista de la historia Toynbee dice:

“¿Qué entendemos por historia? Y el escritor….respondería que interpretaba  la historia como una visión- estrecha y parcial, pero (él creía) fiel a la realidad, dentro de sus limitaciones-de que Dios se revela en acción a las almas que sinceramente Le están buscando.”[16]
[15] Arnold Toynbee, A Study of History, Illustrated, p. 488

[16] Arnold Toynbee, A Study of History, (London : Oxford University Press, 1954) Vol. 10, p.1)


G. Los Enfoques Tradicionales de la Historia contemplados desde la Visión de Unificación de la Historia

Una vez analizados los resúmenes de las visiones tradicionales de la historia, los  compararemos a continuación con la visión de Unificación de la historia, para demostrar que el enfoque de la visión de Unificación, enlaza las visiones tradicionales de la historia.

 En primer lugar, la cuestión es que tipo de movimiento sigue la historia, es decir si progresa en un movimiento circular o si lo hace en un movimiento lineal Según la visión cíclica de la historia Griega y también según la  visión cultural de la historia de Spengler, la historia se mueve circularmente. Para el Cristianismo, para la visión progresiva y para la perspectiva materialista, la historia sigue una trayectoria o movimiento lineal. La visión de la Filosofía de la Vida, cree que la historia crece y fluye conforme al mismo fluir de la corriente de la vida. Podemos considerar a esta última como una variación de la visión progresiva.

Si  la historia sigue una trayectoria o movimiento lineal, podemos tener esperanza en el transcurso de la historia, pero quedamos sin comprender totalmente, el porqué de los vaivenes de la historia humana. Por otro lado, si se considera su trayectoria como un movimiento circular, las culturas  y naciones parecen destinadas a perecer, lo que no deja ninguna esperanza.

La visión de Unificación de la historia entiende la historia desde los dos aspectos de recreación y de restauración. Por tanto la historia se desenvuelve según un movimiento que tiene los dos aspectos, a saber, el movimiento lineal hacia delante y el movimiento circular, o movimiento en espiral. Es decir, la historia se mueve en un movimiento espiral que incluye el movimiento hacia delante o  de progreso hacia una meta, (la realización del mundo ideal original de la creación) y por otro lado el movimiento de naturaleza circular, para la restauración del mundo original perdido, mediante la ley de indemnización y el establecimiento de las figuras providenciales.

En segundo lugar debemos plantearnos la cuestión acerca de las visiones determinista y no- determinista. Los enfoques de la historia, de la visión fatalista Griega - que sostenía que la historia se mueve inevitablemente según el destino, y los de la visión cultural de Spengler, son ambos deterministas. La visión providencial, que dice que la historia sigue su curso de acuerdo con la providencia de Dios, también es determinista. El enfoque de Hegel según el cual la razón o el mundo del espíritu conducen  la historia, y la visión materialista de que la historia llegará inevitablemente a la sociedad Comunista de acuerdo con el desarrollo de las fuerzas productivas, son asimismo perspectivas deterministas. Todos estos puntos de vista, afirman que algún poder sobre humano pone rumbo a la historia. Para tales tipos de determinismo, el ser humano es un ser  arrastrado por la historia, y los esfuerzos basados en la libre voluntad de la gente no pueden alterar el curso de aquélla.

Por otro lado, Toynbee proponía el no determinismo desde su posición de la teoría de la libre voluntad. Es decir, la libre voluntad de la gente puede afectar el desarrollo de la historia. No obstante desde la posición no determinista de Toynbee, la imagen futura de la historia es confusa, y no parece dar lugar a esperanza en el futuro. En contraste, la visión de Unificación de la historia, afirma que aunque el objetivo de la historia está determinado, el proceso de la historia no lo está, ya que el cumplimiento de los acontecimientos providenciales requiere el cumplimiento de la parte humana de responsabilidad, además de la parte de responsabilidad de Dios. En otras palabras, la visión de Unificación de la historia tiene los dos aspectos, determinista y no-determinista, y se la denomina la “teoría de la responsabilidad”

Al comparar las visiones tradicionales de la historia con la visión de Unificación, concluimos que cada una de las visiones tradicionalistas de la historia ha puesto énfasis en una parte de la visión de Unificación, y que la perspectiva de Unificación ofrece una posición unificadora y completa de la historia. También, se concluye que la visión de la historia de Toynbee es similar en muchos aspectos a la visión de Unificación de la Historia. Desde un punto de vista providencial, la de Toynbee puede ser considerada como la preparación para la aparición de la visión de Unificación de la Historia. Esto es, la visión de Toynbee tenía como misión vincular las perspectivas tradicionales de la historia con la visión de Unificación de la historia.






VI. Análisis Comparado de La Visión Providencial de la Historia, La Concepción Materialista de la Historia, y La Visión de Unificación de la Historia

En esta sección, se compararán desde diferentes puntos de vista, la visión providencial de la historia y la visión materialista de la historia, que son las más representativas entre las visiones tradicionales de la historia, junto a la visión de Unificación de la Historia. Ello nos ayudará a profundizar en la comprensión de las características de cada una de estas perspectivas de la historia.

1. El Comienzo de la Historia

El punto de vista de la visión providencial es que la historia comienza con la Creación y la caída de la humanidad. Por consiguiente, la historia humana empezó como una historia de pecado. Por su parte, la visión materialista de la historia afirma que la historia humana se originó al separarse los seres humanos del reino animal, y que la primera sociedad fue una comunidad primitiva. La visión de Unificación de la Historia, de igual manera que la visión providencial de la historia, sostiene que la historia comenzó con la Creación y la caída de la humanidad, y por tanto la historia humana empezó como la historia de pecado.

2. Las Características de la Historia

La visión providencial contempla la historia como la historia de la salvación guiada por Dios. Para la visión materialista la historia es la historia de la lucha de clases. Por su parte, la visión de Unificación entiende la historia desde los dos aspectos de re-creación y de restauración.

3. La Fuerza que Conduce el Desarrollo de la Historia

Según la visión providencial, la historia se mueve de acuerdo con la providencia de Dios. Según la visión materialista, el desarrollo de las fuerzas productivas, que son fuerzas materiales, es el que dirige la historia. Por su parte, la visión de Unificación de la historia, afirma que la providencia de Dios y la parte de responsabilidad, unidas, han sido las fuerzas motrices de la historia. Según la visión providencial, Dios es quien conduce la historia, y parece por tanto que los trágicos acontecimientos de la historia eran permitidos por Dios. Sin embargo, desde el punto de vista de Unificación, el rumbo de la historia se dirige hacia mal siempre que los seres humanos fallan en cumplir sus partes de responsabilidad, en contra de la voluntad de Dios. Esto es, la humanidad es la responsable de los trágicos acontecimientos de la historia.

4. Las Leyes del Cambio en la Historia

La visión providencial, simplemente afirma que el reino de Dios-o aquellos que creen en Dios- y el reino del mundo-o los que obedecen a Satán- están enfrentados en una lucha que terminará con la victoria del Reino de Dios. No ofrece leyes de la historia. Por su parte, la visión materialista de la historia aplica el materialismo dialéctico a la historia, y presenta sus leyes de la historia en afirmaciones como: “Los seres humanos en su vida social se ven envueltos en relaciones de producción, de forma independiente a su voluntad “; “Las relaciones de producción se corresponden a una etapa dada en el desarrollo de las fuerzas de productivas” ; “Las relaciones de producción son la base, y las formas de conciencia, la superestructura”; “La existencia social de la gente  determina su conciencia”, “Cuando las relaciones de producción ponen cadenas al desarrollo de las fuerzas productivas, tiene lugar la revolución”; entre otras. En contraste con ello, la visión de Unificación de la historia presenta las Leyes de la Creación y las Leyes de la Restauración, como las leyes que han estado trabajando en de la historia.

5. La Lucha que Tendrá Lugar en la Consumación de la historia

Según la visión providencial habrá una lucha final entre el “Reino de Dios” y el “Reino del Mundo”. La Biblia dice que un ángel (Miguel) sirviendo a Dios,  y Satán, lucharán en el Cielo. La concepción materialista, afirma que se producirá una feroz lucha entre la burguesía y el proletariado en la sociedad capitalista, es decir en la última etapa de la sociedad de clases. La visión de Unificación, sostiene que la historia es la lucha entre el bien y el mal, y que la lucha entre el bien y el mal en la consumación de la historia es la lucha entre el mundo democrático y el mundo comunista, a un nivel mundial. El mundo comunista está en el lado satánico (lado del mal), debido a que niega a Dios.

6. Los Fenómenos de los Ultimos Días

Según la visión providencial en los últimos días se realizará el Juicio Final. En la Biblia, se dice: “Inmediatamente después de la tribulación de esos días, el sol se oscurecerá,  la luna perderá su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes del cielo serán sacudidos” (Mat.-24-29) La visión materialista de la historia afirma que la prehistoria de la humanidad llega a su final cuando el proletariado, la clase dirigida, arroja a la burguesía, la clase dirigente mediante la revolución violenta. Según la visión de Unificación de la historia, en los últimos días el lado del bien y el lado del mal serán separados a una escala mundial, y entonces el lado del bien transmitirá la verdad y el amor de Dios al lado del mal, y subyugará de modo natural al lado del mal.

7. Acontecimientos en la Consumación de la Historia

La visión providencial de la historia sostiene que en los Ultimos Días tendrá lugar el Juicio Final. Según la Biblia, las ovejas serán colocadas a la derecha de Cristo y las cabras a la izquierda, y aquellos en el lado de las ovejas, a saber, los que obedecieron a Dios, serán bendecidos, mientras que los que estén en el lado de las cabras, a saber, los que obedecieron a Satán, serán arrojados al fuego eterno, (Mateo 25). La visión materialista de la historia afirma que la prehistoria llega a su final cuando el proletariado, la clase gobernada, arroja a la burguesía (la clase gobernante), a través de la revolución violenta. La visión de Unificación de la historia afirma que en los Ultimos Días los lados del bien y del mal serán separados a escala mundial, y que el lado del bien trasmitirá la verdad de Dios y el amor y subyugará al lado del mal de forma natural.

8. La Historia que llega a su Final

La visión providencial afirma que la historia pecaminosa terminará cuando el Reino de Dios obtenga la victoria sobre el Reino del Mundo. Para la visión materialista, la lucha de clases tendrá fin cuando el proletariado desplace a la burguesía. La visión de Unificación de la historia sostiene que la historia pecaminosa y la historia de la lucha entre el bien y el mal llegarán a su final cuando el lado del bien consiga subyugar de forma natural al lado del mal.

9. El Mundo Ideal que ha de Venir

La visión providencial de la historia dice que en los últimos días llegará el milenio en el  que Cristo y los santos reinarán sobre la tierra. Pasado el milenio, Satán será liberado para liderar a los pecadores, pero entonces tendrá lugar el Juicio Final y se realizará el eterno Reino de Dios (AP. 20,7:10). La visión materialista afirma que después de la revolución, se establece la sociedad comunista, que es el reino de la libertad donde no hay clases. La visión de Unificación de la historia dice que el mundo original de la creación, esto es, el Reino de los Cielos en la tierra, donde toda la humanidad es una sola familia, se realizará cuando se reciba al Mesías, los padres de la humanidad.





 Tabla 8-2 :  Visión general comparativa de la Visión Providencial, la Visión Materialista, y la Visión Unificacionista de la Historia

 Al comparar de esta manera las tres perspectivas de la historia, vemos que  la visión Cristiana de la historia  es demasiado misteriosa y apenas tiene ya en nuestros días, poder de persuasión. Sostiene que Dios rige la providencia en la historia. Sin embargo, al no presentar leyes, no se esclarece como Dios conduce Su providencia. Además es difícil entender que en los últimos días, la gente representada por las cabras a Su izquierda recibirá un castigo eterno. Por otro lado, la teoría según la que Cristo y los santos reinarán sobre la tierra por mil años, y que después Satán será liberado, tampoco tiene poder de persuasión.

La perspectiva materialista de la historia, comparada con la visión Cristiana de la historia, se acerca más a la realidad y por ello es más contundente. Por esta misma razón ha cautivado hasta el día de hoy a muchos jóvenes. Casi la mitad del mundo llegó a ser comunista. No obstante, la sociedad comunista ha demostrado ser lo contrario a un reino de la libertad y a una sociedad próspera. El comunismo apareció como la acusación o persecución del lado de Satán, debido a que el Cristianismo fracasó en cumplir su misión y terminó degenerándose. Karl Marx opinaba lo siguiente:

Lo que explica el fundamento idealista del materialismo histórico es…el antiguo mesianismo profético judío, y la incansable persistencia del Judaísmo en la justicia absoluta. El Manifiesto Comunista es en cierto modo una fe, que tiene la firma creencia en “lo que esperamos”, como una especie de profecía científica a la inversa. Por ello, no es en absoluto fortuito que la lucha final entre la burguesía y el proletariado se corresponda con la fe en el último conflicto entre Cristo y el anti-Cristo en el periodo final de la historia, y que la tarea del proletariado se parezca a la misión histórica de la gente elegida. El papel de la clase oprimida en la salvación global se corresponde con la dialéctica religiosa de la crucifixión y la resurrección, y la transformación del reino de la necesidad en el reino de la libertad con la transformación de la era antigua en la era nueva. El proceso de la historia tal como es descrito en el Manifiesto Comunista, se parece al tan conocido patrón Judío-Cristiano que interpreta la historia como los acontecimientos de la salvación a través de la providencia, hacia una característica meta final. El materialismo histórico es la historia de la salvación en términos de política económica. [17]
[17] Karl Löwith, Weltfeschichte und heilsgeschehen  (World History and the History of Salvation) (Stuttgart : Verlag W. Kohlhammer, 1953), p. 48. (traducción del autor)

La visión de Unificación de la historia surgió como una elaboración de la visión Cristiana de la historia, sin embargo presenta una perspectiva que supera los aspectos misteriosos de la visión Cristiana de la historia y la acusación del Comunismo en contra del Cristianismo. La visión Cristiana de la historia afirma que quienes en el reino del mundo siguieron y obedecieron a Satán recibirán un castigo eterno.  La visión materialista de la historia afirma que el proletariado derrocará a la burguesía por la violencia. Sin embargo la visión de Unificación de la historia afirma que el lado del bien inducirá al lado del mal a la rendición natural, restaurando el lado del mal al lado del bien, y salvando finalmente a toda la humanidad. En el verdadero mundo ideal toda la humanidad debe ser feliz. En la visión de Unificación de la historia, ello se da por garantizado. La visión materialista de la historia acusa a la visión cristiana de ser mitológica, y se jacta por otro lado, de ser por sí misma una visión científica de la historia, basada en leyes. No obstante, las leyes presentadas por la visión materialista de la historia son leyes arbitrarias, llevadas adelante con el propósito de racionalizar la revolución. La visión de Unificación  de la historia presenta en contraste leyes verdaderas, sustentadas en hechos históricos.



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