ETICA
Cuando observamos el mundo de hoy,
no podemos por menos que sentirnos horrorizados por la rápida desaparición del
sentido moral y de la conciencia ética. A su vez, estamos asistiendo a una
rápida difusión de formas de pensamiento contrarias a la moral. Ha llegado a
ser algo común, creer que la gente puede hacer lo que quiera. El resultado de
todo ello es la reiteración de crímenes sociales de toda clase, el caos en el
orden social, y la gran confusión que hay en la sociedad. Una de las causas de
esta confusión social reside en que el patrón humano de pensamiento, ha caído
en el materialismo. Otra de las causas es que los valores tradicionales y las
normas de conducta ética se han venido abajo. Para liberar a la sociedad de
este caos social y reconstruir el orden social, es necesario establecer una
nueva perspectiva de la ética. Este capítulo trata de presentar esa
perspectiva.
Por otro lado, a fin de prepararnos
para la llegada de la sociedad ética, es necesario una nueva teoría acerca de
la ética. En tal sociedad, todos los seres humanos serán hermanos y hermanas
centrados en Dios, como el padre de la humanidad, y la gente se amará
mutuamente centrada en el amor de Dios. El papel de la ética es
proporcionar las directrices para la práctica del amor. Puesto que la
sociedad ética que viene, atañe tanto al mundo físico, como al mundo
espiritual, las normas presentadas por la nueva teoría ética, deben resolver la
confusión en este mundo físico, y también en el mundo espiritual. Entonces
llegaremos a la sociedad ética eterna, donde el mundo físico y el mundo
espiritual se unirán.
I. El Fundamento para la
Ética del Principio Divino
Dios creó al hombre y a la mujer
como objetos de Su amor, y el amor de Dios se manifiesta de manera más completa
en la familia, que en un individuo. Por tanto, el ideal de la creación de Dios
es realizar el amor de Dios a través de la familia.
Cuando marido y mujer se aman
horizontalmente, centrados en el amor vertical de Dios, dan nacimiento a hijos.
En ese momento, se establece un fundamento de cuatro posiciones familiar que
consiste de (las cuatro posiciones): Dios, padre (marido), madre (mujer), e
hijos. También se establece un fundamento de cuatro posiciones familiar con los
abuelos, el padre, la madre, y los hijos, en el que los abuelos están en la
posición de Dios.
Cada persona del fundamento familiar
de cuatro posiciones tiene tres objetos. Los abuelos tienen al padre, a la
madre, y a los hijos; el padre tiene al abuelo, a la madre (esposa), y a los
hijos. La madre tiene a los abuelos, al padre (marido) y a los hijos. Los hijos
tienen a los abuelos, al padre, y a la madre. Cuando una persona desde
una de las posiciones ama a las personas que tiene como objetos en las otras
tres posiciones, se realizan los “tres propósitos objetivos”[1]. Cuando en cada posición, la persona
cumple los tres propósitos objetivos, se realiza un fundamento de cuatro
posiciones.
[1] El
concepto de “objeto” en el término “tres propósitos objetivos” y el concepto de
“objeto” en la relación de sujeto y objeto son ligeramente diferentes. En el
último caso, “objeto” se refiere a ser un objeto hacia un sujeto,
mientras que en el primer caso, “objeto” se refiere a un ser que está en una
posición correlativa con otro.
El cumplimiento de los tres
propósitos objetivos trae consigo la realización del amor de Dios hacia los
tres objetos. El amor de Dios es un amor absoluto, pero cuando se manifiesta lo
hace divisionalmente, según la posición y dirección del fundamento de cuatro
posiciones. El amor divisional se refiere fundamentalmente a las tres clases de
amor en la familia, a saber, el amor paternal, el amor conyugal, y el amor de
los hijos. El amor paternal es un amor hacia abajo, de padres a hijos. El amor
conyugal es un amor horizontal, entre marido y esposa, y el amor de los hijos
es un amor ascendente, hacia arriba, de los hijos hacia los padres. Por
consiguiente, el amor divisional es un amor de naturaleza direccional.
Para ser más exactos, el amor va en doce direcciones, ya que cada una de las
cuatro posiciones tiene tres propósitos objetivos. En consecuencia, surgen
diferentes clases de amor, con diferentes clases de matices. Además, para
realizar estas diferentes clases de amor, se requieren diferentes clases de
virtudes, y a cada clase de amor le corresponde una virtud en particular.
Para resumir, el ideal de la
creación de Dios para los seres humanos es realizar el amor de Dios a través de
la familia y completar así el fundamento familiar de cuatro posiciones. El
objetivo de la teoría de Unificación de la ética es cumplir la perfección del
fundamento de cuatro posiciones familiar. El fundamento centrado en el
Principio Divino para la teoría ética de Unificación es el siguiente:
(1) Dios es el sujeto del amor, y al mismo tiempo, el
sujeto de la verdad, bondad y belleza.
(2) La familia ideal original es el lugar donde se
realiza divisionalmente el amor de Dios a través del fundamento familiar de
cuatro posiciones.
(3) La persona en cada posición cumple “el propósito para
el conjunto” y el “propósito para el individuo” por medio de su relación con
los tres objetos, esto es, a través de cumplir los tres propósitos objetivos.
II. Etica y Moralidad
A. Definición de Etica y
Moralidad
Como un individuo, esto es, como un
cuerpo individual de verdad, cada persona forma fundamentos de cuatro
posiciones internos a través de la acción de dar y recibir entre su mente
espiritual y su mente física. En esto consiste el “fundamento interno de cuatro
posiciones”. El fundamento familiar de cuatro posiciones, formado por la acción
de dar y recibir entre los miembros de la familia, es el “fundamento externo de
cuatro posiciones”.
En la formación del fundamento
interno de cuatro posiciones, la mente espiritual debe tomar la posición
sujeto, y la mente física, la posición objeto. En el caso de la humanidad
caída, sin embargo, se priorizan por lo general las actividades de la mente
física, esto es, la vida de alimento, vestido, cobijo y sexo, estando en
segundo plano las actividades que persigue la mente espiritual, esto es, una
vida de valores. Por esta razón, las personas que luchan por perfeccionar su
carácter, deben continuamente esforzarse en rectificar la relación entre la
mente espiritual y la mente física. Por ello, los seres humanos ponen su
objetivo en la perfección de la personalidad como seres individuales. Por otro lado,
en el nivel familiar, se ha procurado la perfección de la familia, intentando
establecer armoniosas acciones de dar y recibir entre los miembros de la
familia.
En el Pensamiento Unificado, la
moralidad es definida como la “norma de comportamiento humano en la vida
individual”, y la ética, como la “norma de comportamiento en la vida familiar”.
El papel de la moralidad es guiar al individuo a la perfección de la
personalidad, y el de la ética guiarlo a la perfección de la vida familiar. En
otras palabras, la moralidad es la norma para el cumplimiento de la Primera
Bendición, y la ética, la norma para el cumplimiento de la Segunda Bendición
(Gen.1:28)
Por tanto la moralidad es la norma
para formar el fundamento interno de cuatro posiciones, y la ética, la norma
para formar el fundamento externo de cuatro posiciones. Más concretamente, la
moralidad consiste en la norma para el ser humano, como cuerpo individual de
verdad, y la ética es la norma para la relación de los seres humanos, como
cuerpos conectados. Por tanto, la moralidad es la norma subjetiva, y la ética,
la norma objetiva.
B Etica y Orden
La ética constituye el patrón de
comportamientos de amor de una persona, desde su posición en el fundamento de
cuatro posiciones, los cuales están orientados- cada uno en su propia
dirección- hacia un objetivo específico, a saber, hacia cada uno de los tres
objetos.
Por tanto, la ética se establece
desde una posición específica y conforme al orden del amor. Esto quiere decir
que la ética no existe sin orden. Sin embargo, hoy en día en la familia, se
olvida el orden entre padres e hijos, marido y esposa, y hermanos y hermanas.
La consecuencia es el desorden en la vida familiar. En esto consiste la
causa del desmoronamiento del orden social. La familia que originalmente
debería haber sido la base del orden social, se ha convertido en su lugar, en
el origen del derrumbe del orden social.
El orden en las relaciones de amor
tiene mucho que ver con el orden en las relaciones sexuales. Por tanto, la
ética consiste en la norma para el orden en el amor, y al mismo tiempo, en la
norma para el orden en el sexo. Hoy en día, el orden en el sexo prácticamente
no existe, y las relaciones ilícitas son algo común. Todo ello no ha hecho sino
acelerar el hundimiento ético. Las principales causas de la inexistencia del
orden sexual son el colapso de los valores tradicionales y el flujo de la
cultura sensual del sexo. El sexo ha perdido su sentido sagrado, y se ha
degradado más allá de lo concebible. No es sorprendente el hecho de que hoy en
día la ruptura en la familia sea usual.
Esta situación no es muy diferente a
la habida en el Jardín del Edén, cuando Eva, tentada por el Arcángel, tuvo una
relación sexual con él, alterando y rompiendo el orden del amor y del sexo. Lo
que hoy necesitamos es una nueva visión de valor que pueda llevar a la familia
a su estado original. Tal visión de valor debe establecer el orden en el amor y
el orden en el sexo. Esta es la intención de la Teoría de Unificación de la
ética.
C. Etica, Moralidad, y
El Camino del Cielo
De la misma forma que el ser humano
es un ser sustancial resumen del universo, y un microcosmos en miniatura del
mismo, la familia también es un sistema microcósmico en miniatura del sistema
del universo. La ley que penetra todo el universo se denomina el “Camino del
Cielo”, o “razón-ley”. La norma para la vida familiar, o ética, es la
manifestación directa del Camino del Cielo, en el ámbito familiar. La Etica,
por así decirlo, es el Camino del Cielo manifestado en miniatura a través de la
familia.
De igual modo que existe un
orden vertical en el universo (la luna-la tierra-el centro de la galaxia-el
centro del universo) así como un orden horizontal (Mercurio, Venus, La Tierra,
Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón), también dentro de la familia
hay un orden vertical que conecta a abuelos, padres, e hijos, y un orden
horizontal que conecta a marido y mujer, hermanos y hermanas. Las virtudes
correspondientes a este orden, son valores verticales como la benevolencia de
los abuelos y los padres y la piedad filial de los hijos, y valores
horizontales, como el amor conyugal entre marido y esposa, y el amor fraternal
entre hermanos y entre hermanas.
La moralidad, o norma que
deben observar los individuos, se asemeja también a la ley del universo,
o el Camino del Cielo. Puesto que todo cuerpo individual en el
universo, es un cuerpo individual de verdad que tiene un elemento sujeto y un
elemento objeto, en una armoniosa acción de dar y recibir, igualmente el ser
humano debería perfeccionar su personalidad haciendo que la mente espiritual y
la mente física formasen una armoniosa acción de dar y recibir centrada en el
Corazón de Dios (el amor). Las virtudes de la moralidad son, entre otras, la
pureza, la honestidad, la rectitud, la mesura, el coraje, la sabiduría, el
auto-control, la resistencia, la independencia, la auto-estima, la diligencia,
y la inocencia.
D. La Etica Social como
la Proyección y Aplicación de la Etica Familiar
Desde la perspectiva del Pensamiento
Unificado, las relaciones humanas en la sociedad son la proyección de las
relaciones familiares. Si por ejemplo, la edad de las personas, difiere en
veinte años o más, los mayores deben amar a los más jóvenes como a sus hijos, y
éstos deben respetar a sus mayores como a sus padres. Si la diferencia de edad,
es de diez años o menos, las personas mayores deben amar a las más jóvenes como
al hermano o hermana más joven, y el más joven debe respetar al mayor como a su
hermano o hermana mayor.
Desde este punto de vista, la ética
familiar es la base de todas las éticas. Si se aplica la ética familiar a la
sociedad, el resultado será la ética social. Aplicada a las corporaciones, será
la ética corporativa, y aplicada al estado, será la ética estatal.
En consecuencia, los valores
(virtudes) establecidos son estos: En el país, los funcionarios públicos deben
amar a la gente, y la gente debe respetar a los funcionarios públicos. En la
escuela, los profesores deben cumplir bien con su función, y los estudiantes deben
respetar a sus profesores. En la sociedad, los mayores deben proteger a los
jóvenes, y los jóvenes deben respetar a los mayores. En el lugar de trabajo,
los superiores deben guiar a sus subordinados, y los subordinados deben seguir
voluntariamente a sus superiores. Estos son unos cuantos ejemplos de la
aplicación de los valores verticales (virtudes) de la familia.
Cuando el amor fraternal entre
hermanos y hermanas se extienda a la sociedad, a la nación y al mundo, quedará
expresado en el amor por los socios o compañeros, vecinos, compatriotas,
y la gente en general, y el resultado serán valores horizontales (virtudes)
como la reconciliación, la tolerancia, la obligación, la fidelidad, la
cortesía, la modestia, la compasión, la cooperación, el servicio y la
afinidad o simpatía.
Hoy en día, la sociedad, la nación,
y el mundo están en gran caos. La causa fundamental de este caos reside en que
la ética familiar, el fundamento de todas las éticas, se ha debilitado. Por
tanto, el camino para salvar a la sociedad consiste en establecer una nueva
ética familiar, esto es una nueva perspectiva de la ética. Haciendo esto,
salvaremos a las familias de su destrucción y también al mundo.
Hace unos doscientos años que se
formó la sociedad capitalista. Durante todo este periodo, las relaciones
administración-trabajador, han sido un constantemente debatidas. Se puede decir
que Marx y Lenin, tuvieron el único propósito de resolver este tema en
particular, y ello a través de la revolución violenta. Sin embargo, a causa de
la revolución comunista, se perdió la libertad y la ética fue pisoteada, como
lo demuestra la realidad de los países comunistas. Al final, ese intento fue un
completo fracaso. Desde la posición de la teoría de Unificación de la ética, a
fin de dar soluciones fundamentales a los problemas administración-trabajador,
hay que establecer primeramente una ética corporativa sobre la base de la ética
familiar.
III. Orden e Igualdad
A. El Orden y la
Igualdad Hasta Nuestros Días.
La democracia moderna abolió el
estatus del sistema medieval y los privilegios bajo aquél régimen, en un
intento de realizar la igualdad bajo la ley. El resultado, fue la igualdad en
la participación política, esto es, el sistema de sufragio universal. Pero a
pesar de haberse realizado la igualdad bajo la ley, la igualdad económica
nunca ha sido efectiva, y por consiguiente la injusta distribución de la
riqueza en la sociedad capitalista está aún por resolver. Karl Marx abogó por
el establecimiento de la sociedad comunista, para conseguir la igualdad
económica, aboliendo la propiedad privada. Sin embargo, ni siquiera en los
países comunistas que siguieron la doctrina de Marx, se alcanzó la igualdad
económica preconizada. En lugar de ello, la clase privilegiada (los burócratas
comunistas) administraron el poder por medio de la revolución violenta. Por
consiguiente, la verdadera igualdad aún no ha sido realizada a pesar de los
esfuerzos de la gente. Por tanto, es indispensable, clarificar en qué consiste
la verdadera igualdad, esto es, la igualdad que la gente ha buscado desde lo
más profundo de su mente original.
Ello tiene que ver con la relación
entre orden e igualdad. Si todas las personas fuesen completamente iguales en
sus derechos, no habría diferencia entre los derechos de los gobernantes
y los de los gobernados. Tal sociedad sería una sociedad de desorden y
anarquía. Por otro lado, si se resalta demasiado el orden, se pierden aspectos
de la igualdad. Por consiguiente, debemos plantearnos en qué consiste la
verdadera igualdad, esto es, la igualdad deseada por los seres humanos desde lo
profundo de su mente original, y en cómo solucionar el problema del orden y la
igualdad.
Consideremos, la cuestión sobre el
orden entre marido y mujer, y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
Hasta hoy, las mujeres han sido oprimidas y discriminadas por los hombres. En
los últimos años, el movimiento de liberación de las mujeres, que reclama la
igualdad de derechos para hombres y mujeres, adquirió una considerable fuerza. No
obstante, en países avanzados como los Estados Unidos, donde este movimiento es
muy activo, el índice de divorcios ha aumentado y se ha extendido la ruptura
familiar. Estas enfermedades sociales están ocasionadas por el excesivo énfasis
en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Se ha llegado a la
situación, en que marido y mujer han perdido sus posiciones de sujeto y objeto.
Si la esposa está en la posición de sujeto, la relación con su marido, será la
de un sujeto con otro sujeto, lo que lleva necesariamente al fenómeno de
repulsión. Por este motivo, las cuestiones de orden entre marido y mujer y las
de igualdad entre hombres y mujeres, son problemas aún por resolver
B. El Orden y la
Igualdad según el Principio
Desde la perspectiva del Pensamiento
Unificado, el modo de igualdad del Principio Divino, es la igualdad de amor y
la igualdad de personalidad. La igualdad que la gente busca verdaderamente es
la igualdad como hijos bajo el amor de Dios nuestro Padre en el Cielo. Es
decir, la igualdad en la que el amor de Dios se da de la misma forma a todos,
como la luz del sol que brilla con igualdad sobre todo el mundo. Por tanto, el
modo de igualdad del Principio Divino, es la igualdad que Dios, el Sujeto,
proporciona y no la igualdad que los hombres, los objetos, puedan establecer de
cualquier modo, como les plazca
El amor de Dios se manifiesta
divisionalmente a través del orden en la familia. Por tanto, la igualdad de
amor es la igualdad según un orden. La igualdad en el amor a según un orden, se
refiere a la igualdad en el grado de plenitud de amor. En otras palabras, la
igualdad se lleva a cabo cuando hay plenitud de amor para todos, de acuerdo con
la posición y la individualidad de cada persona. La plenitud de amor supone
satisfacción y alegría. Por tanto, la forma de igualdad del Principio Divino es
la de igualdad en la satisfacción, y también la de igualdad en la alegría.
La plenitud del amor de Dios
solamente es sentida por aquellos que han perfeccionado la conciencia objeto,
esto es, el corazón de servir y estar agradecido a Dios. Salvo que una
persona posea conciencia objeto, no importa cuán grande pueda ser el amor de
Dios, esa persona nunca podrá tener un sentimiento de plenitud, sino
insatisfacción en su lugar.
Sin embargo en cuanto a la igualdad
de derechos, en las diferentes posiciones profesionales no puede existir una
verdadera igualdad de derechos, ya que para que la vida social continúe, es
indispensable la relación sujeto y objeto, como por ejemplo entre
gobierno y pueblo, superior y subordinado, entre otros. No obstante, las
personas serán iguales en amor, ya que serán igualmente amadas al más
alto grado, a pesar de tener diferentes posiciones profesionales. Por
ejemplo no hay diferencia entre la forma que el presidente de una nación ama a
sus hijos, y la forma en que un ciudadano ama a sus propios hijos. En una
familia, no puede haber una perfecta igualdad de derechos entre marido y mujer.
Desde luego, no hay diferencia en cuanto a valor, entre marido y mujer, sin
embargo ambos fueron hechos para tener una armoniosa acción de dar y recibir,
desde sus respectivas posiciones de sujeto y objeto. Si así lo hacen, en su
relación desarrollan el amor conyugal, y ambos, el marido y la esposa
experimentan alegría.
Hasta ahora, la gente ha buscado la
igualdad política bajo la ley y la igualdad económica de propiedad. Sin embargo
la igualdad que desea nuestra mente original no ha sido aún una realidad, ante
la inexistencia de verdadera igualdad política y económica, tanto en la sociedad
capitalista como en la sociedad comunista. Ello ha sido debido a que la gente
nunca ha recibido el amor de Dios, ni lo ha practicado en sus familias y
sociedad. Cuando el amor de Dios se manifieste en la familia y se extienda a la
sociedad, los hombres tendrán relaciones fraternales. Entonces, aunque existan
diferencias en las ocupaciones profesionales, la igualdad en campos como la
economía, la educación, entre otros, será una realidad, y se pondrá fin a la
explotación y la discriminación. En esa sociedad, las mujeres podrán ser
presidentes, o altas ejecutivas de una compañía, y se acabará con la
discriminación entre mujeres y hombres en los puestos de trabajo. Sin embargo,
ya que existen diferencias funcionales entre hombres y mujeres, es natural que
en ocupaciones específicas, existan ciertas diferencias entre hombres y
mujeres.
IV Evaluación de las
Teorías Éticas Tradicionales desde el Punto de Vista de la Teoría Ética de
Unificación
En esta sección evaluaremos teorías
representativas de ética desde la perspectiva de del Pensamiento Unificado.
Estudiaremos algunos de los aspectos principales de las teorías propuestas por
Kant y por Bentham, en el periodo moderno. Además examinaremos dentro del
periodo contemporáneo, lo más destacado de las teorías de la filosofía
analítica y de la filosofía pragmática o pragmatismo.
A. Kant
1. La Teoría Ética de Kant
En la Crítica de la Razón
Práctica. Immanuel Kant (1724-1804) afirmó que la verdadera ley moral no
debe ser un “imperativo hipotético” que nos dice que “hagamos algo como medio
para lograr algún propósito”, sino que se trata más bien de un “imperativo
categórico” que simplemente nos dice que “hagamos algo” incondicionalmente. Por
ejemplo, no debemos “ser honestos para ser tenidos como una buena persona”,
sino simplemente “ser honestos”, incondicionalmente. Este imperativo categórico
lo establece la razón práctica, y da a nuestra voluntad un imperativo, o una
orden. (La razón Práctica es llamada “el legislador”) La voluntad que ha
recibido el imperativo de la razón práctica es una voluntad buena. Y una
voluntad buena nos apremia a actuar.
Kant describió la ley fundamental de
moralidad como sigue: “obra de modo que la máxima que dirige tu voluntad pueda
servir de principio para una legislación universal"[1]. La “máxima” aquí es el propósito
que dirige la voluntad de la persona, o aquello que el individuo cree que debe
hacer. Según Kant, al ponerse en práctica una acción, ésta debe estar dirigida
por un principio subjetivo, o máxima, que se pueda aplicar universalmente. Kant
contemplaba como bueno, a aquello que es verdadero universalmente, sin
contradicción, como en la ley natural. Consideró como malo, lo que no es
verdadero universalmente.
[1] I.Kant
“La Crítica de la Razón Práctica”, tr. T.K. Abbott (Chicago; Enciclopedia
Británica Inc. 1952), p. 302
La moralidad que Kant sostuvo, era
la moralidad del deber, y la ley moral interior que nos urge a que actuemos,
era la voz del deber. En sus propias palabras: “¡Deber! Tú sublime y poderoso
nombre que no desea alcanzar lo encantador o insinuante, sino que requiere
sumisión……… expresando sin embargo una ley que de por sí halla entrada en la
mente, y que no obstante obtiene una reacia reverencia”[1] (revisar
esta traducción porque habría que mejorarla. Dice
así : ….Duty! Thou sublime and mighty name that dost
embrace nothing charming or insinuating, but requirest submission….but merely holdest
forth a law wich of itself finds entrance into the mind, and yet gains
reluctant reverence) Parece ser que contiene palabras de ingles
antiguo como “Thou”, “dost” o “requirest” “Holdest forth”. Las he traducido consultando foros de ingles, pero aún
así seguro que es mejorable)
[1] Ibidem,
p. 327
Kant afirmaba también que para que
la buena voluntad no sea regulada por nada, se debe postular la libertad, y
como la persona imperfecta busca realizar la bondad perfecta, se debe postular
la inmortalidad del alma, y si se busca la bondad perfecta, o el bien supremo,
la virtud debe estar conectada a la felicidad. Entonces si la virtud va acompañada
de la felicidad, se debe postular la existencia de Dios. Por tanto, Kant
reconocía la existencia del alma y de Dios, como postulados de la razón
práctica.
2. Una Evaluación del Pensamiento
Unificado de la Teoría Etica de Kant
Kant distinguía la razón pura (i.e.
razón teórica) de la razón práctica. La razón pura tiene como propósito el
conocimiento, y la razón práctica es la que regula la voluntad y guía a la
acción. Ya que la razón pura está separada de la razón práctica, el problema
está en que nos debemos preguntar si la acción requerida por el imperativo
categórico es buena. Para decidir si un acto es bueno o no, debemos tener en
cuenta el resultado de ese acto. Pero, según Kant, el acto directamente
impulsado por el imperativo categórico a hacer una cosa, sin tener en
consideración el resultado de tal acto, es bueno.
Supongamos que alguien encuentra a
un hombre herido, y surge el imperativo categórico “debes ayudar a este
hombre”. Supongamos después, que la persona que recibe el imperativo categórico
conduce al herido hacia el hospital. No obstante también es posible que a la
persona conducida al hospital no le gustase tener que ir al hospital. Sin
embargo, la persona, que hizo la “buena obra”, sigue el imperativo categórico
de la razón práctica, por lo que se debería sentir bien. Por consiguiente, Kant
solo se ocupó de la motivación sin tener en cuenta el resultado. Esto es así
porque Kant separó la razón pura de la razón práctica, o el conocimiento de la
práctica. En la realidad, sin embargo, la razón pura y la razón práctica no son
cosas separadas. La razón es una entidad, y nosotros actuamos teniendo en
cuenta los resultados de nuestras acciones, según una misma e idéntica razón.
La ley moral de Kant, plantea los
siguientes interrogantes: ¿Cuál es el estándar de universalización de la máxima
subjetiva, y como es posible esa universalización? Kant decía que, si la gente
fuese perfecta moralmente, alcanzaría la felicidad. Por otro lado, Kant dijo
que como el acto que se propone la felicidad es hipotético, no puede ser
considerado como bueno. Aunque Kant sabía que buscamos la felicidad, Kant dijo
que no debíamos dirigirnos hacia ella. Después postuló a Dios, y afirmó que, si
practicamos perfectamente el bien, seremos felices necesariamente.
En este punto y para especificar el
problema en la visión de Kant, la cuestión era que Kant no tenía conocimiento
acerca del propósito de la creación de Dios. Para él, todos los propósitos eran
por amor propio y egoístas. Sin embargo, desde la perspectiva del Pensamiento
Unificado, los seres humanos tienen un propósito dual, a saber, el propósito
por el conjunto y el propósito por el individuo, y originalmente debían
perseguir el propósito por el individuo, y dar prioridad al propósito por el
conjunto. En contraste con esto, lo que Kant denominaba “propósito”, no era
otra cosa que el propósito para el individuo. Por este motivo, menoscabó
cualquier clase de propósito, y su ley moral llegó a ser una ley sin estándar.
Además Kant afirmó, que a fin de
establecer la ley moral, se debe postular la inmortalidad del alma y la
existencia de Dios. En la Crítica de la Razón Pura, Kant excluyó a Dios y el
alma, diciendo que no es posible conocerlos, puesto que carecen de de
contenido sensorial. También aquí surge otro interrogante respecto a su
filosofía. Se postuló la existencia de Dios, pero el Dios supuesto era solo un
dios hipotético, lo que equivale a decir que nunca se puede encontrar al
verdadero Dios. Al final, el estado de bien supremo al que se refería, resultó
ser también un estado hipotético.
Kant intentó establecer el estándar
de bondad de su ley moral, fundada solo en el deber, que viene dado por
la razón práctica. Es decir simplemente un frío mundo de deberes, o de reglas.
Desde la perspectiva del Pensamiento Unificado, el deber y las normas no son
los fines de la existencia de la vida humana, sino los medios para realizar el
amor verdadero.
B. Bentham
1. La Perspectiva Etica de Bentham
Jeremy Bentham (1748-1832) partió de
la siguiente premisa: “La naturaleza ha puesto a la humanidad bajo el gobierno
de dos maestros soberanos: el dolor y el placer. Solo a ellos les es dado
señalar lo que se debe hacer, así como determinar lo que se hará”[1]. De esta forma enunció el “principio de
utilidad” según el cual, el placer y el dolor son los estándares del bien y del
mal.
[1] J. Bentham, The Principles of Morals and
Legislation (New York : Prometeus Books, 1988)
Bentham calculó el placer y el dolor
de forma cuantitativa, entendiendo como buenos, aquellos actos que
proporcionaban el mayor placer, y tuvo como principio de su filosofía
moral el lema “la mayor felicidad para el mayor número”. En cuanto a lo que
produce dolor o placer, dijo que “hay cuatro fuentes bien distinguibles: …. se
pueden denominar como la física, la política, la moral y la religiosa”[1]. Entre ellas consideró que la “fuente
física” era la más fundamental, pues solo el placer y el dolor físicos pueden
ser calculados objetivamente. Consideró como bueno, la obtención de riqueza
material de un modo equitativo, para tanta gente como fuese posible.
[1] Ibidem,
p, 327
Contrariamente a Kant quien
argumentaba que la bondad pura no puede venir determinada por el propósito o
los intereses materiales, Bentham afirmó que la conducta humana puede ser buena
solo cuando proporciona la mayor felicidad a la gente. Además, adoptó la
posición de afirmar positivamente que se debía específicamente perseguir la
felicidad material. El pensamiento de Bentham tuvo como trasfondo el entorno de
la Revolución de Inglaterra.
La filosofía de Bentham, influyó a
muchos pensadores. Uno de ellos fue Robert Owen (1771-1858), un reformador
socialista. Owen incorporó a su filosofía el pensamiento de Bentham de “la
mayor felicidad para el mayor número”. Basándose en esto y bajo la influencia
de la Ilustración Francesa y la filosofía materialista, Owen abogó por un
movimiento para la reforma social. Consideraba que, como la gente es el
producto del ambiente, perfeccionando el ambiente, mejoraría también el
carácter de la gente, y se llegaría así a la sociedad feliz. A fin de llevar a
cabo este ideal, Owen fue a los Estados Unidos y fundó la sociedad
cooperativa Nueva Armonía en Indiana. Sin embargo su esfuerzo
terminó en fracaso, debido a las divisiones internas entre sus colaboradores.
Los Utilitarios, influenciados por
este movimiento social, se implicaron en actividades relacionadas con la
reforma social. Promovieron movimientos por la reforma de las leyes
electorales, por la reforma de las leyes concernientes a los pobres, por la simplificación
de los procedimientos legales, la abolición de las regulaciones de las
cosechas, la liberación de los esclavos en las colonias, la extensión del
sufragio, y la reforma de las condiciones de vida de la gente trabajadora,
entre otras, y contribuyeron en gran medida a solucionar las contradicciones de
la sociedad capitalista.
2. Evaluación del Pensamiento
Unificado acerca de la Visión de la Etica de Bentham
A diferencia de Kant, que entendía
la bondad como un deber, Bentham afirmó que un acto bueno lleva a la felicidad.
En este respecto, la visión de Bentham está de acuerdo con el Pensamiento
Unificado. El problema, sin embargo, es que Bentham entendía la felicidad
centrada en el placer material. De acuerdo con el Pensamiento Unificado, los seres
humanos no pueden alcanzar la verdadera felicidad solo a través del placer
material. En los países avanzados de hoy, mucha gente ha disfrutado de
prosperidad material, y aún así el desorden social y la alienación de la
naturaleza humana, permanecen. Ello enseña que el Utilitarismo no es un camino
efectivo para alcanzar la verdadera felicidad.
Desde el punto de vista del
Pensamiento Unificado, el pensamiento de Bentham, fue promovido con el fin de
la restauración del ambiente social. Para que se realice la sociedad ideal, los
seres humanos deben ser restaurados. Al mismo tiempo se debe preparar un
ambiente conveniente. Por tanto, desde el punto de vista providencial, se puede
decir que filosofías como el utilitarismo de Bentham, y los movimientos sociales
derivados de ellas, fueron necesarias durante un cierto periodo de la historia
Providencial.
Kant, en contraste con Bentham,
defendía una filosofía por la restauración de los seres humanos. No obstante,
como señalamos antes, el pensamiento de Kant era insuficiente y tenía lagunas
en lo referente a la realización de la felicidad de la humanidad. El comunismo,
que apareció más tarde, fue, al igual que el utilitarismo, un sistema de
pensamiento para la restauración del entorno o ambiente. Sin embargo, el comunismo
en una dirección equivocada, a saber, por medio de la revolución violenta. Por
este motivo, lejos de realizar una sociedad feliz, el comunismo ha creado una
sociedad más miserable. La verdadera felicidad solo será posible cuando se
establezca un estándar de bondad capaz de presentar, soluciones armoniosas para
los aspectos espirituales y para los aspectos materiales de la naturaleza
humana, de un modo unificado.
C. Filosofía Analítica
1. La Perspectiva Etica de la
Filosofía Analítica
Según la filosofía analítica, no es
tarea de la filosofía, establecer un tipo de visión específica del mundo, sino
hacer de la filosofía misma una disciplina científica, por medio del análisis
lógico del lenguaje.
La Escuela Analítica de Cambridge,
con profesores como George E. Moore (1873-1958), Bertrand Russell (1872-1970),
y Ludwig Wittgenstein (1889-1951), el Círculo de Viena y el Positivismo Lógico,
con profesores como M. Schlick (1882-1936), Rudolph Carnap (1891-1971) y Alfred
J. Ayer (1910-1971) y la Escuela de Lenguaje Ordinario Inglesa, son los
principales referentes de la filosofía analítica. Entre las teorías éticas
representativas de la filosofía analítica, podemos incluir el “intuicionismo”
de Moore, y la “teoría emotiva” de Schlick y Ayer.
Para Moore, la bondad no podía ser
definida. “Bueno” es una simple noción o idea, como también lo es
“amarillo” por ejemplo. “De la misma forma que de ninguna manera se
puede explicar a quien no lo sepa antes, que cosa es o en que consiste el
“amarillo”, igualmente tampoco se puede explicar lo que es bueno.”[1]. Moore dijo posteriormente: “Si se me
pregunta ¿qué es lo bueno?, mi respuesta es que lo bueno es lo bueno, y eso es
todo”[2]. Moore sostenía que lo bueno no puede ser
entendido sino por la intuición. Según su argumentación los juicios de valor
son totalmente independientes de los juicios de hecho.
[1] G.G Moore, Principle Ehics (Cambridge;
Cambridge University Press, 1959), p. 7
[2] Ibidem,
p, 6
De acuerdo a Schlick y Ayer, la
bondad no es otra cosa que una palabra que expresa un sentimiento subjetivo,
una “cuasi-idea” que no puede ser verificada objetivamente. Según ello, una
proposición ética como “es malo robar dinero”, no es más que la expresión de
aprobación o desaprobación moral del que la dice, y no puede ser considerada ni
como verdadera ni como falsa.
2. Evaluación del Pensamiento
Unificado acerca de la Visión de Etica de la Filosofía Analítica
Primeramente, el rasgo
característico de la visión ética de la filosofía analítica, consiste en la
separación entre juicios de hecho y juicios de valor. Desde la perspectiva del
Pensamiento Unificado, sin embargo, los juicios fácticos y los juicios de
valor, son ambos objetivos, pudiendo ser considerados como las dos caras de una
misma moneda. No obstante, como el juicio de hecho concierne a los fenómenos
que pueden ser reconocidos por todos, su objetividad es fácilmente descifrable.
Por su parte, un juicio de valor corre a cargo de un número limitado de gente
religiosa o filósofa, algo que no es necesariamente entendido por todo el
mundo, lo que da la impresión de que el juicio de valor es puramente subjetivo.
Cuando el nivel espiritual de la humanidad aumente, y la ley del valor que
funciona en todo el universo sea claramente comprendida por todo el mundo, las
proposiciones de valor serán también reconocidas como verdaderas
universalmente.
La ciencia natural solo ha tratado
el juicio de hecho, y ha estado buscando la relación de causa y efecto en las
cosas. Hoy, sin embargo, la ciencia ha llegado a un punto en el que ya no es
posible entender completamente los fenómenos naturales exclusivamente a través
de la búsqueda de relaciones causa- efecto. Los científicos están intentando
encontrar el significado o la razón de los fenómenos naturales. Esto quiere
decir que los científicos necesitan juicios de valor además de juicios de
hecho. La visión del Pensamiento Unificado es que hecho y valor, o ciencia y
ética deben ser tratados como un tema unido.
Segundo, otro rasgo característico
de las proposiciones de la filosofía analítica, es su consideración de que la
bondad es algo indefinible. Desde la perspectiva del Pensamiento Unificado, sin
embargo, la bondad puede ser claramente definida. En pocas palabras, los seres
humanos tienen el claro propósito de realizar el amor de Dios a través del
fundamento familiar de cuatro posiciones. De este modo, una conducta que esté
de acuerdo con ese propósito, será buena. Puesto que la buena conducta se debe
realizar en la vida real, valor y hecho no pueden darse por separado.
D. Pragmatismo
1. La Perspectiva Etica del
Pragmatismo
El Pragmatismo y la filosofía
analítica parten de una base común, en el sentido de que excluyen la metafísica
y conceden importancia al conocimiento empírico científico. El Pragmatismo fue
defendido por Charles S. Pierce, (1839-1914) y popularizado por William James
(1842-1910).
Según James, lo “que funciona” es la
verdad. Supongamos por ejemplo, que alguien viene a tu casa y llama a la
puerta, y tú crees que se trata de tu amigo Juan. Solo cuando abras la puerta y
te des cuenta que realmente es Juan, podrás decir que aquél pensamiento es
verdadero. En otras palabras, el conocimiento verificado por medio de la acción
es el verdadero conocimiento. Ello quiere decir que la verdad de una idea viene
determinada por el “valor que funciona”. James dijo
“La verdad de una idea no consiste en ninguna
propiedad estancada inherente a ella…llega a ser verdad, se hace verdad por los
acontecimientos. Su veracidad es de hecho un evento, un proceso: el proceso de
verificarse a sí misma, su verificación. Su validez consiste en el proceso de
su validación.”[1]
[1] William
James, Pragmatism (Cambridge: Harvard University Press, 1975)
Este criterio de verdad, sirvió
también como criterio de valor y como criterio de bondad. Por tanto, una
proposición ética no es algo que se pueda probar teóricamente, sino que será
verdadera, y por tanto la acción buena, solo cuando proporcione alguna
satisfacción o paz interior. Por consiguiente, la bondad no es algo absoluto o
incambiable, sino más bien algo que se altera y mejora con el día a día, a
través de la experiencia humana
El filósofo que perfeccionó el
pragmatismo fue John Dewey (1859-1952). Dewey propuso la teoría del
instrumentalismo, en la que afirmó que el intelecto es algo que funciona de
forma instrumental orientado hacia experiencias futuras, o un medio para
procesar con efectividad los problemas. Contrariamente a James, quien admitía
la verdad religiosa, Dewey se ocupó solo de la vida de cada día, excluyendo
cualquier consideración metafísica.
La forma de pensar de Dewey proviene
de su punto de vista acerca de los seres humanos como seres vivos, o como
seres orgánicos. Un ser vivo tiene una relación mutua y constante con su
ambiente. Cuando un ser vivo entra en una situación inestable, busca liberarse
de esa condición y regresar al estado de estabilidad. De ello se ocupa la
inteligencia, que es el instrumento efectivo en esa situación. La buena
conducta es la que, en base a la inteligencia, es efectiva para la
creación de una sociedad próspera y feliz.
Para Dewey, el juicio científico y
el juicio de valor tenían la misma cualidad o característica. Entendió que la
sociedad sería buena si las personas actuasen de forma racional, usando su
inteligencia. No existiría entonces división entre hecho y valor. Según su
teoría, la bondad es algo que se realiza paso a paso a través del aumento de
conocimiento, en respuesta a las necesidades de la vida y para la satisfacción
de los deseos. Por consiguiente, Dewey negó la existencia de cualquier clase de
última verdad que así pudiese ser considerada. El concepto de bondad, además,
no era otra cosa que un instrumento, o un medio, para el manejo efectivo
de los problemas. Dewey dijo: “Un principio moral, por tanto, no es un mandato
para actuar o para abstenerse de actuar en una forma determinada. Es
una herramienta para analizar una situación especial, siendo determinado lo
correcto o lo equivocado por la situación en su totalidad, y no por una
regla como tal”[1].
[1]John Dewey, Theory on the Moral Life,(New
York : Holt, Rine-hart and Winston, Inc. 1960) p, 141
2. Evaluación del Pensamiento
Unificado acerca de la Visión de Etica del Pragmatismo.
James consideraba como bueno y
valioso “lo que funciona”, o lo que es útil. Con ello subordinaba el
conocimiento y los valores a la vida cotidiana. Desde la perspectiva del
Pensamiento Unificado, sin embargo, si subordinásemos el conocimiento y los
valores a la vida diaria de alimento, vestido y cobijo, se estaría haciendo una
inversión de la forma de pensamiento original. La vida de alimento vestido y
cobijo debe fundamentarse sobre los valores de verdad, bondad y belleza, y
estos valores a su vez deben basarse en el propósito de la creación. El
propósito de la creación es la realización del amor verdadero (el amor de
Dios). Por tanto, un acto que esté de acuerdo con el propósito de la creación,
es bueno. Un acto que sea útil para la vida, no tiene porque ser bueno
necesariamente. Por supuesto, si un acto útil para la vida está también
de acuerdo con el propósito de la creación, es bueno. James basó la verdad y la
bondad en lo que es útil para la vida, sin embargo, en su lugar debía haber
observado el propósito por el que la vida existe y el propósito por el que la
gente vive.
De acuerdo con Dewey, la inteligencia,
y la noción de bondad inclusive, son solo un instrumento. ¿Es correcta la
teoría de que la inteligencia es un instrumento? Desde la perspectiva del
Pensamiento Unificado, el Logos (o un pensamiento) se forma mediante la acción
de dar-y-recibir entre el sungsang interior y el hyungsang interior,
que está centrada en el propósito establecido por el Corazón (amor). El sungsang interior
incluye las facultades de intelecto, emoción y voluntad, y el hyungsang Interior
contiene las ideas, conceptos, leyes y principios matemáticos. Como el sungsang Interior
y el hyungsang interior están en la relación de sujeto y
objeto, el hyungsang Interior puede ser considerado como un
instrumento del sungsang interior. Por otro lado, las
facultades de intelecto, emoción y voluntad que constituyen el sungsang Interior,
pueden ser consideradas como los instrumentos del corazón para la realización
del amor.
Dewey, sin embargo, decía que el
intelecto y los conceptos eran los instrumentos para la reforma social. La
teoría instrumental de Dewey no es errónea si el intelecto y los conceptos son
usados centrados en el propósito de la creación de Dios. Pero, en tanto su
objetivo sea la opulencia en la vida cotidiana, ello no es correcto. Existen
conceptos que pueden ser útiles para el propósito de la vida, pero no se pueden
convertir en los medios para la vida. El concepto de bondad no es un medio para
la vida, sino que más bien es el propósito de la vida.
Dewey consideraba también, que si la
ciencia progresase en la dirección de mejorar la sociedad, estaría en perfecto
acuerdo con los valores. Sin embargo, el progreso de la ciencia no se
corresponde con los valores. Solo cuando la ciencia se alinee con la
realización del propósito de la creación- esto es, la realización del amor de
Dios- hecho y valor serán tratados como un tema unificado.
No comments:
Post a Comment